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Coincidiendo con una fecha muy especial para ellos, el 20 aniversario de su petición de mano en el Palacio de El Pardo, don Felipe y doña Letizia iniciaron el pasado lunes 6 de noviembre su primera visita de Estado a Dinamarca. El viaje responde a una invitación expresa de la Reina Margarita, que no pudo llevarse a cabo antes debido, en primer lugar, a la pandemia del coronavirus y, después, a la operación de espalda a la que se sometió la soberana danesa, de 83 años, el pasado febrero.
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Se trata de un viaje cargado de simbolismo para el Jefe de Estado y su esposa, porque este fue el primer país al que acudieron oficialmente como novios, con motivo de la boda de los príncipes herederos Federico y Mary, en mayo de 2004. En la retina de todos quedará para siempre la impactante puesta de largo, ante las Casas Reales europeas, de la prometida de don Felipe con el vestido de gasa rojo, diseñado por Lorenzo Caprile, que combinó con un conjunto de pendientes y broches de brillantes y rubíes, que había pertenecido a la condesa de Barcelona. El debut ante la realeza europea de la futura princesa de Asturias, una semana antes de su propia boda, no pudo ser más espectacular.
‘Tía Daisy’ los recibió con los brazos abiertos, las legendarias esmeraldas de su dinastía y el Toisón de Oro que le impuso el Rey don Juan Carlos hace 40 años
Casi dos décadas después de aquella imagen que dio la vuelta al mundo, doña Letizia volvió a deslumbrar la noche del pasado lunes, en el banquete de Estado que la Reina Margarita ofreció en honor de los Reyes en el Palacio de Christiansborg. Para esta cita tan especial, la esposa de Felipe VI rescató de su armario uno de sus vestidos de ensueño, un diseño de corte princesa, en azul oscuro con hojas bordadas en hilo y cristal, de Felipe Varela, que lucía por tercera vez —anteriormente lo llevó en la recepción de gala que se ofreció al presidente de Perú en 2015 y, dos años después, durante su visita a Japón junto a don Felipe—.
Lo combinó con unos pendientes largos de zafiros y diamantes de la Reina Sofía, una de las pulseras gemelas de la Reina Victoria Eugenia y la pieza más importante del joyero real: la fabulosa tiara ‘Flor de Lis’, (también llamada ‘la buena’), que Alfonso XIII regaló a su esposa, la Reina Victoria Eugenia, con motivo de su enlace matrimonial. Creada por Ansorena, la imponente diadema, que representa a la dinastía Borbón a través de la simbólica flor, tiene tres grandes flores de lis cubiertas de diamantes y montadas en una base de platino.
Cofre para Copenhague: doña Letizia eligió la tiara más importante de los Borbones, la ‘Flor de Lis’; los pendientes de zafiros más espectaculares de doña Sofía y una de las pulseras gemelas de Victoria Eugenia
En este impresionante desfile de tiaras, vestidos de gala y magníficas joyas, Margarita II, la Reina más longeva de Europa y la única reinante tras la muerte de Isabel II el 8 de septiembre de 2022, ejerció de anfitriona con un vestido verde de guipur y el soberbio aderezo de esmeraldas, que se compone de un impresionante collar, una tiara, un broche y pendientes a juego. El conjunto, que data de 1840 y está formado por 67 esmeraldas (las más grandes son del siglo XVIII) y 2.650 diamantes, fue un regalo por las bodas de plata de los Reyes Christian VIII y Carolina Amalia, y solo puede ser usado por la Reina.
Para su «duelo» de estilo con la Reina de España, la princesa heredera Mary se decantó por un vestido de gran significado para ella: el traje gris azulado de puntilla francesa, con efecto transparente y pedrería, firmado por Lasse Spangenberg, que estrenó para los retratos oficiales que se hicieron por su 50 cumpleaños, el 5 de febrero de 2022. Se coronó con la tiara, convertible en collar, que ella misma adquirió en una subasta en 2012, a juego con unos pendientes. De estilo eduardiano, las piezas están compuestas por diamantes, rubíes y espinelas, engastados en oro y plata.
En la misma Corte donde se presentó como futura princesa de Asturias, doña Letizia reapareció como Reina imbatible en un duelo de estilo con la princesa Mary
La más alta condecoración
Don Felipe, con uniforme de gala, y doña Letizia lucieron la Orden del Elefante, la más alta distinción del Reino de Dinamarca, que les concedió la Reina Margarita ese mismo día y que se usa para honrar a los jefes de Estado extranjeros que realizan visitas de Estado. Por su parte, la Monarca danesa llevó la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, que ya poseía, y el Toisón de Oro, que también atesoraba desde que se lo impuso, hace más de 40 años, el Rey don Juan Carlos. Asimismo, los príncipes Federico y Mary estrenaron sus bandas de la Orden de Isabel la Católica, con las que fueron condecorados con motivo de la visita Real, la primera de este carácter que tiene lugar en 43 años. La última visita de Estado oficial de un monarca español a este país nórdico fue la que realizó don Juan Carlos, acompañado por doña Sofía en 1980. Asimismo, España recibió la visita de Estado de la Reina Margarita en 1983.
Estrechos lazos
Durante la cena, celebrada en el Gran Salón con una enorme mesa en forma de ‘U’, Felipe VI puso de manifiesto el gran cariño que existe entre ambas Casas Reales al pronunciar su discurso. “Nos unen estrechos lazos de amistad y la pertenencia a un proyecto común europeo”, resaltó el monarca, que también destacó el acontecimiento que ha supuesto en ambas familias la mayoría de edad de sus príncipes: “Es también motivo de alegría compartida que seamos testigos, casi en paralelo, del importante hito que supone la mayoría de edad del príncipe Christian y la princesa Leonor. Ellos son la nueva generación que representa la continuidad en el compromiso de ambas Monarquías parlamentarias, respectivamente, con su Nación, su pueblo y su democracia, en el seno de la Unión Europea”.
Entre el amplio listado de invitados a la cena de Estado, además de autoridades, asistieron representantes de empresas danesas y españolas, así como figuras de la cultura y el deporte, como Michael Laudrup, que fue jugador del Real Madrid y del FC Barcelona, y el ciclista Jonas Vingegaard, ganador del Tour de Francia en 2022 y 2023.
Felipe VI habló de la alegría compartida al ser “testigos del importante hito que supone la mayoría de edad del príncipe Christian —nieto de la Reina Margarita— y la princesa Leonor”
Pastel concordia y pasodobles
Los Reyes pudieron disfrutar de un exquisito menú, compuesto por soufflé de lenguado con verduras a la Barigoule, muslo de gamo de Trend (región en la que la Familia Real tiene un pabellón de caza y le gusta ir de vacaciones) con timbal de col, cerezas de Graasten (donde pasan el verano) y salsa grand veneur; pastel de setas con berros de Esrum Sø y, de postre, pastel de la Concordia, una tarta hecha de chocolate, limón y merengue.
La banda de música Royal Life Guards puso música a la velada, alternando ritmos españoles, como el pasodoble Amparito Roca de Jaime Texidor, y El relicario, de José Padilla, con otros más contemporáneos, como el ya mítico Viva la vida, de Coldplay.
Los Reyes, que fueron condecorados con la Orden del Elefante, la más alta distinción del Reino de Dinamarca, durante la cena fueron agasajados con música de pasodobles