Madrid ha sido testigo de la boda de Sol Matossian (30), nieta de la princesa Tessa de Baviera y descendiente por vía materna de Alfonso XII y la reina María Cristina de Hasburgo, y Nicholas Green. La novia sorprendió con su vestido realizado por Jorge Vázquez Atelier de escote bañera, mangas abullonadas y bordados que comenzaban a la altura de la cintura y descendían por la falda. Sol estaba imponente con una tiara de esmeraldas y diamantes, de la que salía el velo, de la reina Isabel II de España y que acompañó de unos pendientes.
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Esta espectacular pieza no fue concebida como diadema, sino que se realizó a raíz de siete broches de diamantes y esmeraldas de Isabel II y han llegado hasta Sol por vía materna. La conocida como la Reina Castiza, quien estuvo en el trono entre el 19 de septiembre de 1833 y el 30 de septiembre de 1868 y abdicó en 1870, fue la hija de Fernando VII y de su cuarta esposa María Cristina de Borbón - Dos Sicilias y la última reina titular de nuestro país hata la fecha.
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Un joyero real de leyenda
La reina Isabel atesoró una colección de joyas legendaria, de las mejores de la época y son muy pocas las que han sobrevivido hasta hoy ya que un buen número de ellas se vendieron durante el exilio en París de la monarca. Al morir la Reina el 9 de abril de 1904 en la capital gala, comenzó el largo y complicado proceso de la división de sus bienes y el cumplimiento de sus últimas voluntades expresado en su testamento. El joyero real se dividió en cuatro lotes que fueron para sus hijas, la infanta Isabel, conocida como La Chata,la infanta Paz y la infanta Eulalia y para los descendientes de Alfonso XII. Los herederos tuvieron la oportunidad de comprar las piezas de la Reina que querían conservar y así Alfonso XIII adquirió un collar de perlas y un colgante en forma de pera que forman parte de las llamadas Joyas de Pasar de la Corona española. Las hijas de Isabel II también compraron piezas, aunque fue la reina María Cristina, suegra de Isabel II, las que adquirió más, entre ellas el juego de siete flores de diamantes y esmeraldas. Para que luciera en todo su esplendor, encargó a la joyería Ansorena una estructura de plata para fijarlas como tiara. Además, pidió que se hicieran varias piezas a juego como un par de pulseras, un collar, un broche y pendientes, según David Rato, experto en las joyas de la Casa Real española.
La joya como la conocemos en la actualidad fue un regalo de a reina María Cristina a su hija la infanta Maríra Teresa, hermana de Alfonso XIII, con motivo de su matrimonio con su primo el príncipe Fernando de Baviera, hijo de la infanta Paz, en enero de 1906. Durante el siglo XX se vio la diadema sobre la cabeza de las damas de la familia en varios actos hasta que fue heredada por el segundo hijo de la Infanta, el infante José Eugenio de Baviera, quien se casó con María de la Asunción Solange de Messía y Lesseps, conocida como Marisol, descendiente de la hermana de la emperatriz Eugenia de Francia y primera condesa de Odiel, en 1933 quien llevó la pieza en varias ocasiones como el Baile de Debutantes de doña Pilar o en las celebraciones previas a la boda de los reyes Juan Carlos y Sofía.
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En 1963, doña Marisol prestó su tiara de esmeraldas a otra descendiente de Alfonso XII, la condesa María Teresa Zamoyska, hija única de la infanta Isabel Alfonsa, con motivo de su entrada en el convento de las Carmelitas de La Aldehuela de Madrid. En la toma de hábito, la novicia se vistió de novia con vestido blanco, ramo, tiara de esmeraldas y un rosario. Después de la misa se despidió de sus familiares y amigos y empezó su vida como monja de clausura. A esta ceremonia acudieron varios miembros de la familia como los reyes Juan Carlos y Sofía y la infanta Alicia, esposa de Alfonso de Borbón y Borbón, infante de España.
La tiara de esmeraldas la lució la hija de doña Marisol, la siempre elegante Tessa de Baviera, para el baile de bodas de la infanta Pilar, hermana de don Juan Carlos, en Estoril en 1967. Tessa, quien se casó en 1962 con Alfonso Márquez Patiño, marqués de Coca, tercer hijo del duque de Grimaldi y cónsul de Mónaco en Marbella, tuvo dos hijas Myrta y Sonia. Esta última se casó con el financiero Miguel Matossian y Ossorio, quienes tuvieron a Victoria y Sol Matossian. Las hijas de la princesa Tessa llevaron la diadema de esmeraldas en sus bodas y este fin de semana es su nieta la que ha lucido la fabulosa e histórica pieza.
Sol Matossian se dedica a la moda. En octubre de 2019 fundó junto con Virginia Achenza, VienSo, una firma de ropa con sede en Londres pero de fabricación española que tiene como objetivo crear piezas atemporales gracias a la excelencia de sus materiales y a su estilo clásico. Su prioridad es la calidad frente a la cantidad, razón por la que solo editan 24 unidades de cada modelo. En su página web las socias aseguran que “atribuimos gran parte de nuestro estilo personal a nuestras abuelas. Se vistieron con estilo y practicidad”. Sol también es psicoterapeuta integrativa y antes de trasladarse a Reino Unido adquirió una amplia experiencia trabajando en organizaciones de salud mental y centros de tratamiento privados. Tiene una gran experiencia en el trabajo con adolescentes y adultos jóvenes con problemas de adicción y conducta compulsiva.