Era un día muy importante para la Princesa Leonor y un acto que cambiaría, para siempre, su posición como heredera de la Corona. El pasado martes, 31 de octubre, el mismo día que cumplía los 18 años, la Princesa de Asturias juró la Constitución; y comenzaba, así, una nueva era como futura Reina de España.
Fue arropada por sus padres, los reyes Felipe y Letizia, y su hermana, la infanta Sofía; pero, entre los asistentes, no se encontraban ni el Rey Juan Carlos I ni doña Sofía , sus abuelos paternos.
Cuando su padre, don Felipe, protagonizó este mismo acto, hace más de tres décadas, sí asistió su abuelo, don Juan de Borbón, quien, además, recibió un homenaje de parte del entonces presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba –resaltando “el esfuerzo y el sacrificio del conde de Barcelona, y en su conducta ejemplar en defensa de los valores de respeto al imperio de la Ley y de la libertad individual durante muchos años”-.
Pero los tiempos son diferentes. Según ha podido saber ¡HOLA!, don Juan Carlos no quería ensombrecer la posición de su nieta, por lo que decidió optar por la misma fórmula que el día en el que su hijo fue proclamado Rey. Aunque con una diferencia, puesto que doña Sofía sí acudió al acto. Nuestras fuentes nos confirman que lo hablaron padre e hijo y que, juntos, optaron por este formato, quedando excluida doña Sofía para no marcar diferencias.
Sí estuvo presente en El Pardo
Tras el acto institucional, a la Princesa Leonor le aguardaba una fiesta de carácter privado y muy familiar en El Pardo, en la que sí estuvo don Juan Carlos. La estancia del Rey por nuestro país fue breve. Llegó a España el mismo martes y abandonó Madrid esa misma noche.
Compartió mucho tiempo con doña Sofía y su cuñada Ana María de Grecia, pero también disfrutó de la compañía de sus tres hijos, Felipe VI; la infanta Elena, que acudió con Felipe de Marichalar —su hija, Victoria, se encontraba en Perú—, y la infanta Cristina, que asistió con Miguel e Irene Urdan¬garin. Asimismo, también fue una gran oportunidad para estar con su nieta Leonor, a la que no había visto desde que se instaló en los Emiratos Árabes.