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Este 20 de octubre marca un punto de inflexión en la historia de los Premios Princesa de Asturias, que han sido testigo de la evolución de Leonor desde la niñez a la vida adulta. Debutó en 2019, cuando tenía 13 años, y cuatro años más tarde vemos en el Teatro Campoamor de Oviedo a una joven muy madura, segura de sí misma, implicada y comprometida que está a punto de llegar a la mayoría de edad el 31 de octubre. Cumplir 18 años y jurar la Constitución supone un punto de inflexión en su vida personal e institucional, tal y como ella misma ha destacado en su discurso.
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La ciudad se ha volcado en trasladar todo su cariño a la heredera, quien ha causado sensación en cada paso que ha dado en Oviedo. Ni las bajas temperaturas ni la lluvia han supuesto un impedimento, porque como una de las vecinas ha dicho: "esto pasa una vez al año y hay que aprovecharlo". Desde primera hora de la tarde se agolpaban cientos de curiosos, entre fuertes medidas de seguridad, a lo largo de la calle Pelayo, donde se ubica el popular teatro que es el epicentro de la actividad cultural del Principado desde su inauguración en 1892. El punto álgido se ha producido cuando la Familia Real ha bajado de los coches, a las 18.32 horas. Los vítores por Leonor y los aplausos se entremezclaban con el sonido de la Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo que han puesto la banda sonora a esta tarde para el recuerdo.
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La sonrisa y los gestos que Leonor ha dedicado hablan por sí solos y demuestran el gran cariño que tiene por los asturianos, un sentimiento que ella mismo verbalizó el 18 de octubre de 2019, cuando dio su primer discurso en los galardones que esta tarde ha entregado de nuevo. "Mis padres siempre nos han hablado a mi hermana y a mí de Asturias, de su cultura, historia y tradiciones. También de su naturaleza. Pero, sobre todo, nos han enseñado a querer y a admirar a los asturianos", comentó. Explicó también que Asturias es la tierra de su madre y, por tanto, ella lleva "sangre asturiana".
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A cada paso, la princesa Leonor ha contado con la mirada cómplice de sus padres y su hermana, a la que ha reconocido echar de menos ahora que viven separadas. En el trayecto desde el Hotel de La Reconquista al teatro, de un kilómetro, han ido juntas en el mismo coche, saludando a través de la ventanilla. Ya dentro, tras el recibimiento por parte de las autoridades, han estado muy pendientes la una de la otra. A las 18.35 han accedido al escenario caminando por el pasillo central, cubierto con una alfombra azul, unos pasos por detrás de sus padres. En ese breve camino, las dos han saludado a su abuela materna, Paloma Rocasolano, que aguardaba la llegada con orgullo desde el patio de butacas.
María Ordine y Rosalia Broccolo, hermana y viuda de Nuccio Ordine, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, han sido las primeras en recoger el galardón de manos de Leonor. Les han seguido Marie-Paul Kieny, Luis Pizarro, Kavita Singh y Juliana Quintero, representantes de la Iniciativa de Medicamentos para Enfermedades Desatendidas, premiados en la categoría de Cooperación Internacional. Después ha llegado el turno de Eliud Kipchoge, reconocido en el área de Deportes; Peter Greenberg y Bonnie L.Basser, Premios Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica; Emmanuel Carrére, que ha acudido en nombre de su madre, Hèléne Carrere, fallecida el pasado 5 de agosto y galardonada con el premio de las Ciencias Sociales; el Premio Princesa de Asturias de la Concordia a la organización Mary´s Meals; Meryl Streep premiada en las Artes y Haruki Murakami en las Letras.
La presencia de Meryl Streep ha causado una gran expectación, al igual que en los actos a los que ha acudido desde su llegada a Asturias el martes. Durante la gala se ha mostrado muy emocionada y en su discurso ha agradecido que la hayan reconocido por "el trabajo de mi vida". Además, ha hecho referencia a Penélope Cruz y Picasso, dos menciones que han hecho sonreír a la Familia Real, que se ha sentado junto al presidente del Principado de Asturias, Adirán Barbón, y la presidenta de la Fundación Princesa de Asturias, Ana Isabel Fernández Álvarez, en el cargo desde hace un año.
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A las 19.23 se ha producido el momento más esperado, el discurso de la princesa de Asturias, que se ha producido inmediatamente después de la aplaudida intervención de Meryl Streep: "Me gustaría poder expresar con facilidad lo que siento en un día como hoy, aquí en Oviedo, después de haber prestado juramento de servicio a España ante nuestra bandera hace apenas dos semanas. Y tras haber iniciado mi formación militar, que me está permitiendo compartir el aprendizaje continuo con personas que han elegido una vida de servicio con grandes exigencias y renuncias personales. Además, el día 31 cumplo 18 años y tendré el honor de jurar la Constitución, con lo que eso significa para mí personal e institucionalmente. Lo que puedo decirles es que entiendo muy bien y soy consciente de cuál es mi deber y de lo que implican mis responsabilidades".
Con aplomo y seguridad ha hablado de los últimos acontecimientos que ha vivido y de su inminente mayoría de edad. A escasos metros la miraban con orgullo sus padres y su hermana, mientras que doña Sofía se incorporaba en su asiento para no perderse ningún detalle. También Paloma Rocasolano estaba muy atenta y en algunos instantes las lágrimas han aflorado mientras se llevaba la mano al pecho.
Al regresar a la mesa presidencial, de seis metros y forrada en azul, Felipe VI ha tocado a su primogénita en la pierna, un discreto gesto de felicitación y aprobación. Después, el jefe del Estado ha tomado la palabra y en su intervención ha hablado también como padre. "A medida que va dando estos pasos, a la Reina y a mí −como Reyes y como padres−, nos hace estar profundamente orgullosos de su sentido del deber, de su entrega y de la ilusión con la que afronta su futuro. Y así también nos hace sentir su hermana la Infanta Sofía, que igualmente avanza en su formación adquiriendo conocimientos, valores y experiencia para servir y ayudar a los demás", ha dicho.
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A las 19.57 ha finalizado oficialmente la ceremonia, cuando Felipe VI ha convocado la próxima edición y han salido del teatro, primeros los premiados mientras sonaba El Xarreu y por último la Familia Real, muy ovacionada. La lluvia no ha dejado de caer durante toda la jornada y el suelo estaba mojado, por eso doña Letizia ha estado muy pendiente de doña Sofía y la ha agarrado para evitar que resbalara mientras se dirigían a los coches. Antes, justo saliendo del recinto, ha sido Leonor la que ha cogido del brazo a su abuela, quien le ha hecho un gesto sobre los pendientes con historia que ha llevado.
La continuidad de los Reyes y la Infanta en la ceremonia
Los premios han llegado en un mes de octubre repleto de actos importantes para la princesa de Asturias, citas en las que ha afianzado su papel como heredera. El 7 de octubre se celebró su Jura de bandera, en la Academia General Militar de Zaragoza, donde escenificó su compromiso con España. El 12 de octubre, regresó al tradicional desfile militar tras dos años de ausencia y por primera vez ocupó la tribuna vestida de militar, concretamente con el uniforme de gala del Ejército de Tierra. Tras el recorrido debutó en posterior recepción que se hace en el Palacio Real, donde habló con la prensa sobre su etapa castrense.
Según ha avanzado EFE, los Reyes volverán a presidir el próximo año la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias en Oviedo. Por tanto, la princesa Leonor no seguirá los pasos de su padre, que en 1986, durante la sexta edición de los galardones, asumió el compromiso sin la compañía de don Juan Carlos y doña Sofía. Acompañado por autoridades como el presidente de Asturias, el presidente de la Fundación Príncipe de Asturias y el ministro de Cultura, entregó las estatuillas de Miró a los galardonados: Rafael Lapesa Melgar y Mario Vargas Llosa (Letras); el presidente del grupo O Globo, Roberto Marinho (Comunicación y Humanidades); Antonio González González (Investigación); Luis García Berlanga (Artes); José Luis Pinillos Díaz (Ciencias Sociales); y los rectores de las universidades de Coimbra y Salamanca (Cooperación Iberoamericana).
Doña Sofía siempre ha apoyado los premios Princesa de Asturias y los disfruta desde el palco de honor del teatro Campoamor desde que su hijo asumió en solitario este compromiso. A día de hoy, de hecho, sigue siendo incondicional en esta cita y no oculta el orgullo que siente como abuela al ver a Leonor dirigiéndose a los asistentes.
