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Fuera de su agenda institucional, el Rey ha mantenido un cariñoso encuentro en su residencia oficial con el príncipe brasileño y diputado en su país, Luiz Philippe de Orleans Braganza, quien iba acompañado por esposa Fernanda Miguita y el hijo de la pareja, Maximiliano. Curiosamente, era el pequeño de tan solo once años quien mostraba en su perfil público las imágenes de esta cita tan entrañable que tenía lugar en el Palacio de la Zarzuela.
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El rey Felipe acude al 12 de octubre vestido de capitán general del Ejército del Aire
"Mi primo sabía que yo estaba aquí en Madrid e insistió en verme. Nos hicimos una foto al final del encuentro", ha escrito el niño con mucho gracejo para acompañar la simpática instantánea donde posa con Felipe VI, ambos muy sonrientes. De la misma manera, el monarca también se inmortalizaba frente a la cámara con los padres y el jovencito en una segunda, los cuatro vestidos muy elegantes.
Las emocionantes palabras del rey Felipe a su hija, la princesa Leonor, en la jura de bandera
La visita de la familia a la capital de España se produce con motivo de su viaje a Europa para asistir el pasado fin de semana a la gran boda de la infanta María Francisca de Portugal, que se celebró en la basílica del Palacio Nacional de Mafra a 40 kilómetros de Lisboa. Entre sus 1.200 invitados, hubo representantes de casas reales europeas como la rusa, la búlgara o luxemburguesa, no así en el caso de la española ni de otras como la británica o las nórdicas.
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Tras el enlace, aprovechando su estancia en la península ibérica, Luiz Philippe de Orleans Braganza se desplazaba a nuestro país con su mujer y su vástago para verse con el soberano en lo que ha sido una agradable recepción de carácter personal. El que es sobrino del príncipe Bertrand, pretendiente al trono de Brasil, también ha querido hacer turismo cultural por la ciudad y los tres se pasaban por dos de los museos más prestigiosos con los que contamos.
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Una de sus paradas fue el Thyssen-Bornemisza, donde Maximiliano de Orleans-Braganza pudo fotografiarse frente a obras tan icónicas de diferentes épocas como Mujer en el baño (1963), de Roy Lichtenstein; Retrato de un campesino (1905) del cubista Paul Cézanne o Mata Mua: Érase una vez (1892) de Gauguin, referente del post-impresionismo. Max, como le llaman sus seres queridos, quedó encantado al contemplar los lienzos puesto que es un gran aficionado al arte.
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Más asombrado estuvo aún cuando acudió al Reina Sofía para deleitarse con uno de los lienzos más importantes de la historia, el Guernica de Picasso. "¡Es mucho más grande de lo que imaginaba!", exclamaba entonces el primo del rey Felipe con el cuadro ante sus ojos. Además, otra de sus pasiones es el fútbol y es fan del Real Madrid, ya que lo veíamos con la segunda camiseta (verde) del club merengue durante sus visitas a las pinacotecas.
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