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La princesa Leonor ha participado por primera vez en el desfile del Día de la Fiesta Nacional como militar. La heredera al trono se encuentra desde el pasado 17 de agosto en la Academia General Militar de Zaragoza donde ingresó para comenzar su formación castrense dentro del Ejército de Tierra ya que en un futuro, cuando sea Reina será el mando supremo de las Fuerzas Armadas.
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Su presencia este año ha supuesto un gran paso, de los muchos que vendrán, para la primera en la línea de sucesión al trono y con ello se abre una nueva etapa ya que a partir de ahora acudirá al Día de la Hispanidad de militar, reforzando así su condición de heredera y su compromiso con el destino que tiene fijado desde la cuna.
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Solemne y muy profesional ha sido su paso por este desfile en el que se la ha visto por primera vez como miembro del Ejército en un entorno que no es el de la Academia de Zaragoza. Ha llegado en un vehículo diferente al de sus padres y ha saludado con un apretón de manos y haciendo el saludo castrense a los miembros del Gobierno que les esperaban. Ha sido su primer saludo militar a los representantes del Ejecutivo y su debut saludando a mandos de las Fuerzas Armadas, fuera del ambito formativo.
Impecable ha resultado cuando se ha cuadrado a la derecha de su padre para escuchar el Himno Nacional. Ya no queda nada de la niña que se estrenó con ocho años en 2014 en esta ceremonia ha quedado atrás y ahora asume su papel dentro de la Corona de pleno con gran responsabilidad y también con naturalidad como cuando ha recogido el guante que se le ha caído justo antes de subir a la tribuna desde la que ha visto el desfile. Don Felipe, siempre pendiente, le ha colocado el ceñidor dorado de su uniforme de gala del Ejército de Tierra, que ha estrenado este jueves por primera vez.
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El homenaje a los caídos, cantando La muerte no es el final y acercándose con su padre al monolito en recuerdo a los que dieron la vida por España ha sido otro de los momentos de mayor solemnidad en los que se la ha visto ejercer su papel institucional y militar con gran seguridad y de manera muy competente. Ya en la tribuna se ha colocado a la derecha de su padre para señalar su condición de primera en la línea de sucesión al trono.
Tras este acto en Madrid, el 20 de octubre estará en Oviedo para participar en las actividades con motivo de la entrega de los Premios Princesa de Asturias y donde pronunciará su discurso más personal y de más trascendencia del año. Será la última vez que acuda a su cita en Oviedo como menor de edad y en un futuro presidirá el acto en solitario ya que es presidenta de honor de la Fundación que lleva su nombre, ya sin la presencia de sus padres. Tal y como ocurrió en la época en la que don Felipe era Príncipe.
Días después, el 31 de octubre cumplirá los 18 años y jurará ante las Cortes Generales en el Congreso de los Diputados guardar y hacer guardar la Constitución, las leyes así como fidelidad al Rey, tal y como completa el artículo 61 de la Carta Magna con lo que refrendará su compromiso como heredera.