La princesa Leonor comprometió su destino públicamente y de por vida al de su futuro Reino el sábado 7 de octubre. Defenderá España aún a costa de su propia vida. Así lo prometió en su jura de bandera, el acto más trascendente de su formación militar, que se celebró en la Academia General Militar de Zaragoza, ante 2.500 personas.
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El día 6 por la tarde cumplió con una gran tradición presentándose a la Virgen del Pilar. A lo largo de la historia, infantes y príncipes abrazaron a la santa patrona antes de su Primera Comunión, pero en el caso de la heredera al trono era la primera vez que la visitaba y le pedía guía y protección. Lo hizo en su capilla, bajando la cabeza ante su imagen con gesto humilde, después de su primer acto público militar y un baño de multitudes.
Felipe VI está convencido de que completará con éxito su formación: “Queda mucho por delante, pero viendo solo cómo has soportado este primer mes, no nos queda duda de que lo superarás bien”
Leonor comenzaba marcando de vísperas el inicio de una auténtica maratón de celebraciones que empezaron con el juramento de la bandera —concluirán con otro juramento, el de la Constitución, el día 31 de octubre—, una ceremonia histórica y solemne, donde asomó la princesa más comprometida y responsable. La heredera al trono, en otro paso al frente hacia su destino, vestida con el traje de gala del Ejército de Tierra. Un uniforme de época con casaca azul de doble botonadura, pantalón encarnado, y ros con pluma roja.
A las doce en punto del día 7, las campanas anunciaban la llegada de los Reyes al patio de Armas, engalanado con festones, seguidas del himno nacional, 21 salvas de honor y la marcha El viejo almirante, compuesta en honor al bisabuelo de la princesa, el conde de Barcelona. Momento en el que Felipe VI, pasando revista a las unidades, se ‘cruzó’ con su hija, que se mantuvo en posición y ni siquiera lo siguió con la mirada.
La princesa besó la bandera que ordenó bordar su antepasada la Reina María Cristina, en 1886, con el uniforme de época que se estrenó para la jura del Rey, hace 38 años
La bandera de su tatatarabuela
Con los Reyes presidiendo la ceremonia desde la tribuna y la bandera situada frente a las cuatro compañías, el general director de la Academia, Manuel López, tomó la palabra iniciando el acto: “¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor cumplir fielmente vuestras obligaciones militares, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, obedecer y respetar al Rey y a vuestros jefes, no abandonarlos nunca y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España?”. Leonor, en posición de firmes y presentando su arma, unió su voz a la de todos los cadetes respondiendo enérgica: ‘Sí, lo hacemos’. A continuación, el general también les recordó que: “Si cumplís vuestro juramento o promesa, España os lo agradecerá y premiará, y si no, os lo demandará”.
Segundos después, se trasladaba frente a la tribuna la histórica enseña, que se realizó por encargo de la Reina María Cristina de Habsburgo, viuda de Alfonso XII; fue bordada por artistas de la época, y se entregó en el Alcázar de Toledo, el 17 de julio de 1886.
Doña Letizia, una madre al borde de las lágrimas, siguió todos los pasos de su hija, mientras que el Rey afirmó que ‘es muy emocionante ver a nuestra hija jurando bandera’
Comenzaba el beso a la bandera refrendando el juramento realizado. La dama cadete Borbón Ortiz, que por su condición de heredera fue la primera en dirigirse a la enseña, volvía a cruzarse en la distancia con sus padres. El Rey, sonriente; doña Letizia, expectante, quizá con el corazón en un puño, y con la gran ausencia de su hermana, Sofía, que cursa bachillerado en Gales. En completo silencio, con paso firme y marcial, la princesa desfiló con el arma y la bayoneta calada suspendida en su mano derecha hasta la bandera. Allí, parada ante la enseña, elevó al cielo el ros de pluma roja, lo colocó en posición sobre el brazo izquierdo, dio un paso al frente y besó el paño ante la mirada emocionada y orgullosa de sus padres.
El cadete Borbón y Grecia juró bandera en solitario hace 38 años, mientras que su hija la cadete Borbón Ortiz lo hizo con el resto de los alumnos de primero, reafirmando la idea de que es única, pero una más. La del monarca supuso la primera jura de un futuro jefe del Estado en democracia, y la de la princesa tiene el significado añadido de que está llamada a ser la primera jefa de las Fuerzas Armadas. Segundos después, Leonor recorría el patio de armas hasta su puesto original, dando paso a los 410 cadetes restantes. Y ya, finalmente, en columna de a tres, los cadetes desfilaron bajo el arco formado por la bandera y el sable simbolizando que la patria acepta su juramento.
Triple papel
Si la Reina estuvo por momentos al borde de las lágrimas, tampoco Felipe VI pudo ocultar su emoción al afrontar un papel triple cuando tomó la palabra: padre, mando supremo de las Fuerzas Armadas y jefe del Estado. Vestido con el uniforme de capitán general del Ejército, inició su intervención recordando “aquel 11 de octubre de 1985, cuando yo presté mi juramento ante la bandera de España en este mismo patio de armas”, y dijo que “es muy emocionante presidir —junto a la Reina y con orgullo— la jura de nuestra hija la princesa de Asturias”.
Dirigiéndose a todos los alumnos, señaló que “a todos os une la exigencia de un alto nivel académico y, sobre todo, una misma vocación: servir en unas Fuerzas Armadas y Guardia Civil modernas y ejemplares”. Y que la jura de bandera «va más allá de su simbolismo y solemnidad”. En palabras del Rey, “implica un deber personal, moral y legal que no tiene fecha de vencimiento”, y no hay “un compromiso de mayor entrega” que la defensa de España… “Sé que sois muy conscientes de ese compromiso leal que habéis adquirido hoy, con España y con todos los españoles; en él habéis empeñado vuestra palabra y vuestro honor con nuestra Constitución”. Y añadió que el compañerismo debe estar siempre presente y que “la integridad, junto a la honestidad y la rectitud, han de ser una constante en vuestra trayectoria profesional y personal. Son virtudes capitales en la milicia, así como en el servicio público a los españoles, y son guía esencial de comportamientos y actitudes”.
La Reina compartió ‘con todas las familias y las madres este día tan importante y la alegría que sentimos por las damas y caballeros cadetes’ y dio las gracias al personal de la AGM ‘por cuidar de nuestros jóvenes’
Felipe VI también animó a todos los caballeros y damas cadetes a esforzarse permanentemente y a mantener la ilusión antes de dirigirse a la princesa de Asturias: “Querida Leonor, recuerda que el compromiso que has asumido conlleva la mayor responsabilidad con España. Sabes bien, como princesa heredera, que la Corona simboliza su unidad y permanencia. Sé que el juramento solemne ante esta bandera y el cariño por esta tierra zaragozana y aragonesa que te acoge formarán parte de tus mejores recuerdos. Sé que siempre tendrás presente que tu responsabilidad, en cualquier circunstancia y en todo momento, es servir a España con toda tu energía y determinación, con verdadera pasión”, añadió, mientras su hija, en formación junto a los demás cadetes, escuchaba su mensaje.
La firma
Finalizadas las intervenciones, tuvo lugar el emotivo homenaje a los caídos, en el que todos cantaron La muerte no es el final, incluyendo al Rey y a la princesa Leonor, seguido de una salva de honores, el toque de Oración y el himno de la AGM. Momento en el que se pudo ver de nuevo a Felipe VI y a la princesa entonando la letra. La ceremonia en el patio de Armas concluyó con el recitado coral del artículo primero del decálogo del cadete, el desfile ante las autoridades e invitados y la despedida a la bandera con honores, aunque Leonor todavía tenía otra cita pendiente: firmar en el libro de honor. Acompañada por el Rey, escribió: “… Hoy es un día que voy a recordar siempre por su significado hondo y especial. Y que me acompañará el resto de mi vida. Me siento muy agradecida a mis profesores, mandos y compañeros. Su ejemplo y guía son valores que recibo con humildad y que honraré con mi mejor ánimo”. Con cariño, “Leonor, princesa de Asturias”.
El brindis
La histórica mañana concluyó con un cóctel en el antiguo casino de alumnos de la academia, que se reunieron allí con sus familias para participar en el brindis. El diario El Heraldo de Aragón informó de que los Reyes compartieron su emoción como padres con las familias y que Felipe VI se mostró convencido de que su hija completará con éxito su formación castrense. “Queda mucho por delante, pero viendo solo cómo has soportado este primer mes, no nos queda duda de que lo superarás bien”, le dijo antes de ceder la palabra a la Reina, que quiso compartir “con todas las familias y las madres este día tan importante y la alegría que sentimos por las damas y caballeros cadetes”. Y, a continuación, citando al general director de la academia, Manuel Pérez, y al personal de administración, mantenimiento, limpieza, cocinas, profesores y mandos, añadió: “Gracias por cuidar de nuestros jóvenes y por acompañarlos en este camino de formación”.
La heredera al trono pasaba el lunes 9 de octubre al segundo curso, siguiendo el programa específico de formación diseñado para ella. El día 12 volveremos a verla celebrando la Fiesta Nacional junto a los Reyes y asistiendo por primera vez a la recepción posterior que se celebrará el Palacio Real. Una cita muy especial que antecede a los Premios Princesa de Asturias y a su jura de la Constitución en el Congreso de los Diputados. Otra fecha histórica, Leonor alcanza la mayoría de edad el próximo 31 de octubre.
Leonor, que ya ha pasado a segundo curso siguiendo el programa específico de su formación, acudirá a la Fiesta Nacional y, por primera vez, a la recepción posterior en el Palacio Real de Madrid