Sin protocolos. Sin reprimir el entusiasmo. Y sin dormir... El resultado de la final lo merecía: España 1 - Inglaterra 0. “La Roja” se convertía en Sídney en la campeona del mundo de fútbol femenino y la Reina Letizia y la infanta Sofía “se echaban al césped” a “botar” con las chicas de la selección y celebrar con ellas, entre abrazos, besos y vítores, un hito histórico con el que vibraron como dos hinchas más.
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Acababan de anotarse la segunda copa del fútbol español. La primera la consiguieron los chicos, en 2010. No llegaban como favoritas. Las inglesas ostentaban el título de campeonas de Europa… Sin embargo, un gol de Olga Carmona en la primera parte del encuentro resultaría determinante para su triunfo. Atrás quedaban un penalti fallado y unos últimos casi catorce minutos que se aventuraron agónicos. Con el pitido del árbitro en el minuto 104, por fin, las españolas subían a lo más alto del pódium del deporte rey y... sí, se desataba la euforia. La locura. Y con ella, la Reina y la infanta Sofía se convertían también en protagonistas involuntarias de la fiesta.
Olga Carmona, la artífice del gol de la victoria de España frente a Inglaterra, jugó el encuentro sin saber que su padre había muerto horas antes
“¡Que bote la Reina!”
Porque, tras la victoria de las de Jorge Vilda, madre e hija, entregadas al máximo en el palco durante todo el encuentro, bajaban al campo para, al igual que el resto de autoridades, saludar y felicitar a las jugadoras de la selección. Pero la emoción y la alegría del momento desbordaron cualquier tipo de formalidad, ceremonial o etiqueta. El trofeo de campeonas volvía a pasar, de las manos del equipo, a las de la Reina y, mientras Sofía enarbolaba la bandera roja y gualda, las futbolistas españolas coreaban el apelativo de Su Majestad — “Leti, Leti, Leti”—, como si de una más del equipo se tratara, instándole a que alzara la copa del mundo. No en vano, la Reina acababa de recibir una camiseta de “la Roja” con su nombre impreso y el brazalete de capitana, así que, como ellas, tocaba brincar con las manos en alto en señal de victoria. “¡Que bote la Reina! ¡Que bote la Reina!” le gritaban enfervorecidas. A ese entusiasmo también se unió la infanta Sofía, que, como tantas otras aficionadas españolas en la grada, como la actriz Elsa Pataky , acompañada de su marido, Chris Hemsworth, y sus tres hijos, se había envuelto en la bandera de nuestro país y pedía fotografiarse con sus ídolos.
Sofía, como su madre, también tendría su camiseta de “la Roja” con su nombre en la espalda, pero, antes de eso, ambas ya habían pensado en ese color para sus estilismos “futboleros” en señal de apoyo a la escuadra nacional. Letizia, con un traje de pantalón y chaqueta cruzada, de Hugo Boss, que combinaba con un top de cuello ojival, mientras que Sofía se decantó por llevar anudado al cuello un largo pañuelo en el mismo tono encarnado, aunque más encendido, y un jersey de rayas marineras.
Al grito de “que bote la Reina, que bote la Reina”, Letizia se unió a los saltos de júbilo y felicidad de las jugadoras de la selección española sin importarle ni su posición ni su rango
Estreno ante un micro
La Reina estrenaba diseño, pero la infanta se estrenaba ante los micrófonos. “Es una alegría y es emocionante estar aquí hoy. Con independencia de lo que suceda, ellas ya son unas campeonas”, declaraba la Reina Letizia a RTVE a su llegada al estadio antes del encuentro. “Estoy deseando que empiece el partido e ir luego al vestuario a felicitarlas, pase lo que pase”, decía después, ante la orgullosa mirada de su madre, la infanta Sofía, a quien, a sus 16 años —y con mucho desparpajo, por cierto— escuchábamos hablar por primera vez delante de una “alcachofa” de televisión, la misma que tantas veces antes la Reina había empuñado. Y lo hacía para dar su aliento a sus ídolos, dado que la infanta no solo es una gran aficionada al fútbol, sino que, además, también lo practica.
Y si en el marcador futbolístico oficial rezaba España 1- Inglaterra 0, en el oficioso pero royal bien podría extrapolarse el mismo resultado. Letizia y Sofía 1 - Kate Middleton y Guillermo de Inglaterra 0. Y es que los príncipes de Gales presiden la Asociación de Fútbol de su país y, sin embargo, ninguno de los dos, así como tampoco cualquier otro miembro de la Corona británica, viajó hasta Australia para subir la moral de sus compatriotas en esta preciada cita mundialística. Esta ausencia ha motivado a muchos hinchas británicos para expresar su malestar en las redes sociales, comparando el mutismo inglés frente al fervor español, lo que ha “obligado” en consecuencia al príncipe Guillermo a disculparse con un vídeo en Twitter. En él, el sucesor a la Corona británica aparecía sentado en el banco de un jardín junto a su hija, la princesa Charlotte, de ocho años. Lionesses (leonas, en castellano), comienza diciendo Guillermo, refiriéndose al nombre con el que se tilda al equipo: “estamos muy orgullosos de todo lo que habéis logrado y a los millones de personas que habéis inspirado”.
La Reina Letizia y la infanta Sofía recibieron sendas camisetas con su nombre en el dorsal. Además, el equipo cedió el honor a Su Majestad de alzar la copa que las reconocía como campeonas del mundo
Afición “futbolera”
Esta no es la primera vez que la Reina y la infanta muestran su apoyo a la selección femenina de fútbol. Letizia siempre la ha respaldado, de hecho. En 2019, hizo historia al entregar la Copa de la Reina, la primera vez que lo hacía un miembro de la Casa Real, a pesar de que esta competición se disputa desde 1983, y fue en junio de este año (cuando visitó la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para despedir al equipo antes de que este partiera rumbo a las Antípodas) cuando pronunció uno de sus discursos más comentados por su implicación feminista: “Haced lo que mejor sabéis hacer: jugar al fútbol. Al fútbol, sin etiquetas”, las animó ante un gran aplauso.
La infanta, gran aficionada al fútbol, vivió emocionada la hazaña histórica de sus ídolos al tiempo que se estrenaba ante los micrófonos de televisión
Por su parte, la infanta Sofía, junto a su hermana, la princesa Leonor, asistió al encuentro de la Eurocopa del año pasado con el que las españolas lograron en Reino Unido el pase a cuartos tras derrotar a Dinamarca. Fue este el primer viaje al extranjero que hacían en representación de la Familia Real sin sus padres. Al terminar el encuentro, ambas bajaron a los vestuarios para felicitar a las futbolistas y se las pudo ver entusiasmadas con sus camisetas y el número diez en el dorsal. Porque Sofía ama el fútbol. No nos olvidemos que este mismo año se convirtió en la invitada sorpresa del palco del estadio de la Cartuja en la final de Copa del Rey, su padre.
El rojo fue el color elegido por la Reina y la infanta para sus outfits. También por Elsa Pataky, que llevaba la bandera de España pintada en las mejillas
Olga Carmona
“Y sin saberlo tenía mi estrella antes de que empezase el partido. Sé que me has dado la fuerza para conseguir algo único. Sé que me has estado viendo esta noche y que estás orgulloso de mí. Descansa en paz, papá”, eran las palabras en redes sociales de Olga Carmona, la jugadora que selló con su gol el triunfo de España y que, sin embargo, horas antes de que marcara ese decisivo tanto y sin que la jugadora del Real Madrid tuviera constancia de ello, vivía un dramático mazazo del destino: su padre había fallecido. La triste noticia le fue comunicada después del partido por su madre, quien había vuelto a viajar a Australia para estar con su hija en un momento tan dulce y, al mismo tiempo, tan amargo.