La princesa Leonor comienza su formación dentro de las Fuerzas Armadas en la Academía General Militar de Zaragoza donde arrancará sus estudios castrenses en el Ejército de Tierra, el primer curso de otros dos que la esperan en años sucesivos en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra) y en la Academia General del Aire de San Javier (Murcia). Además del evidente cambio de vida, la heredera al trono deberá seguir unas normas de aspecto físico para el personal militar que pasan por cómo tendrá que llevar el pelo, el uso que deberá hacer de sus joyas y cómo ha de ser el maquillaje que use.
Tal y como se estipula en la norma general 3/96, que regula el aspecto físico del personal masculino y femenino en aras de que la imagen que ofrecen los integrantes del Ejército de Tierra sea la de la colectividad y para fortalecer los lazos de uniformidad y disciplina y la unidad espiritual de sus miembros, se dan una serie de indicaciones pormenorizadas sobre lo que sí se puede llevar y lo que no. En el caso de las damas cadetes, el primer empleo que tendrá Leonor, las mujeres tienen que llevar el pelo de su color natural y de la largura que se quiera. No obstante, la longitud y el peinado deberán permitir la correcta colocación de la prenda de cabeza.
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Prohibidos los pasadores y las diademas
Además, la princesa de Asturias y sus compañeras deberán dejar despejada la línea inferior de cuello de la guerra o camisa y las que elijan por llevar melena (la primogénita del Rey luce una larga cabellera rubia) estará recogida o en forma de moño siendo este obligatorio para formaciones de especial relevancia o significado. Están prohibidos los usos de pasadores o diademas pero sí podrán usarse redecillas, gomas u horquillas de color similar al del pelo sin que destaquen a la vista. Para actividades de instrucción y campaña o deportivas, el pelo podrá llevarse atado en forma de coleta o trenza.
El Estado Mayor del Ejército también regula el uso del maquillaje. En La General, como se conoce a la academia militar de Zaragoza, podrá usarlo, pero deberá ponerse colores naturales que no contrasten en exceso con la propia piel, o ir con la cara lavada. Cualquier otro producto como sombras de ojos, lápiz de labios o de ojos tendrá colores pálidos. El esmalte de uñas será transparente. A diferencia de otras royals, Leonor no se había animado hasta este verano a llevar color en sus manos y hace unos días sorprendía con un llamativo color burdeos.
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Sobre el uso de pendientes será potestativo y exclusivo para el personal femenino. Si Leonor opta por llevarlos tendrá que usar una pareja (uno en cada lóbulo), iguales entre sí, sin colgantes, preferiblemente esféricos, dorados, plateados o de perla y centrados en el lóbulo de la oreja y que no sobresalga de este. Cuando tenía tan solo seis años, Leonor pidió a sus padres perforarse las orejas (algo que no ha hecho su hermana Sofía) para empezar a llevar pendientes. A lo que sí que tendrá que decir adiós será al piercing que lleva en su oreja izquierda y que dejó al descubierto en noviembre de 2022 durante su visita a Cadavedo, distinguido como Pueblo Ejemplar ese año.
No podrá llevar más joyas ni otros complementos a excepción de un reloj, dos sortijas, tipo de compromiso, sello o similar, gafas y una pulsera discreta y que no cuelgue. Así que también le tocará despedirse de su inseparable gargantilla en árabe con la palabra hub (amor) y un pequeño brillante y que se la hemos visto en múltiples ocasiones.