El pasado fin de semana nos dejó una nueva cumbre de la realeza . Más allá de la coronación de su hijo Carlos como Rey de Inglaterra y tras el enlace de la princesa de Iman de Jordania, ahora le tocaba el turno a su hermano, el príncipe Hussein de Jordania, y su prometida, Rajwa Alseif. La Familia Real jordana celebraba la boda del primogénito heredero, que tuvo lugar en el palacio de Zahran, y a la que acudieron numerosos miembros de la realeza, entre los que se encontraban los príncipes de Gales, Kate y Guillermo, la reina Máxima de Holanda, la princesa Eugenia de York, Victoria de Suecia, Mary de Dinamarca, y, en representación de nuestro país, los reyes Juan Carlos y Sofía.
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En su visita a suelo jordano, D oña Sofía destacó de una manera especial. La Reina viajó desde Madrid, y allí se reencontró con el rey Juan Carlos, quien llegó desde Abu Dabi, su residencia desde hace tres años. Para aquella celebración tan especial -iban a ser testigos de la primera boda de un futuro Rey en once años- la Reina desplegó un arsenal de joyas que hacía mucho tiempo que no veíamos.
Para su primer look, Doña Sofía lució un Valentino rosa de pedrería y volantes y un aderezo de zafiros y diamantes de su joyero personal. Llevó gargantilla, pendientes y un broche cometa, una pieza muy especial que tiene desde que era princesa y que llevó en el bautizo de su hijo, Felipe VI-, una flor en el núcleo con un gran zafiro cabujón, y la cola con hilos de oro adornados con gotas de diamantes y turquesas.
Pero sería con su segundo look cuando doña Sofía se convertiría en la ‘reina’ de las invitadas de aquel día. La Reina llevó un vestido vintage de encaje color azul grisáceo, que combinó con unas joyas espectaculares , de las más preciadas de su joyero personal. Desempolvó su tiara, el conjunto sautoir de Niarchos, de Van Cleef et Arpels, una pieza de rubíes cabujón de Birmania y diamantes que puede usarse como diadema. En esta ocasión, doña Sofía optó por la versión más sencilla, una tiara de una hilera. La última vez que la Reina llevó una tiara fue en junio de 2014, pocos días antes de la proclamación de Felipe VI, ocasión en la que escogió la ‘Flor de Lis’.
Doña Sofía siempre ha sido conocida por su discreción, su sencillez y su elegancia. Ahora, ha pasado el relevo a su nuera, Letizia, quien se ha convertido a su vez en la ‘reina’ del estilo entre las royals, caracterizado por un toque algo más atrevido y la búsqueda de impulsar la moda sostenible y made in Spain.