La Familia Real ha vuelto a romper, una vez más, una de sus tradiciones más longevas. Por cuarto año consecutivo -y después de tres décadas sin perdérselo- los Reyes tampoco acudirán este año a una de las citas más esperadas y mediáticas de la Semana Santa española. Una misa que cada año se celebra en la catedral de Mallorca para finalizar la Pascua.
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El 2020 fue el primer año que la Familia Real no acudió por la pandemia, al igual que en el siguiente año -por las restricciones de la misma-. Sin embargo, parece que la Semana Santa de 2022 marcaría un antes y un después. Aunque no lo comunicaron de manera oficial, tampoco asistirían a las islas Baleares. Este año todo apunta a que Felipe VI junto a la reina Letizia, la infanta Sofía y la princesa Leonor tampoco acudirán a este tradicional día en Mallorca.
Y es que, más allá de el oficio religioso que se celebra en el centro de Palma, cada año nos dejaban una estampa familiar de lo más entrañable. En primer lugar, porque ponen en valor la Semana Santa, una tradición que se celebra en diferentes puntos de España y por la que muchos sienten una especial devoción, de tal manera que es una forma de acercarse aún más al pueblo. Y, en segundo lugar, la fotografía de la Familia Real a su llegada al templo es una de las más esperadas, ya que a lo largo de los años ha sido fiel reflejo del momento que atravesaba en cada época.
No sabemos si será el final de una tradición pero, lo que no cabe duda, es que durante estos 30 años esta fotografía familiar ha cambiado y mucho. La última vez que vimos a la Familia Real al completo en la misa del Domingo de Resurrección fue hace ya 15 años. Por aquel entonces era habitual que asistieran las infantas Cristina y Elena con sus respectivas familias. Más allá del oficio religioso, esta cita destaca la evidente evolución de la Casa Real española que, de manera paulatina, parece estar cambiando algunas de sus tradiciones.