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Si a comienzos de la semana veíamos el lado más flamenco del Rey durante una visita a Cádiz que hizo con la reina Letizia, ahora ha sido su hermana mayor la que ha demostrado su pasión por este arte.La infanta Elena acudía la tarde del martes al Teatro Real de Madrid para asistir al concierto de Juan Valderrama. El hijo de los recordados Juanito Valderrama y Dolores Abril (tenían también una hija llamada Juana) ofreció el espectáculo Divan del Tamarit, obra de Federico García Lorca a la que Carlos Cano puso música y que ahora ha reinterpretado.
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Doña Elena, con pelo suelto, traje negro y camisa de flores, acudió al teatro con un abrigo y un chal en la mano para abrigarse al finalizar el espectáculo. Llegó dispuesta a disfrutar de una velada única en la que también se subieron al escenario Ana Belén, Carmen Linares, Miguel Poveda, Diana Navarro y Antonio Reyes. Juan Valderrama ha querido contar con numerosos amigos, junto a los que vivió momentos inolvidables. "Este brindis al cielo después de cantar todos juntos El emigrante, es el momento más bonito que he vivido jamás encima de un escenario", aseguraba.
© GtresonlineLa infanta Elena posó en el hall del recinto situado frente al Palacio Real, y antes de acceder al patio de butacas para vivir este concierto único, posó muy sonriente junto a algunos de los asistentes. En este recital que mezcló tradición musical con nuevas tendencias estuvieron presentes también numerosos rostros conocidos como Norma Duval, José Luis Perales, el periodista Jesús Álvarez, Luis Cobos, Gabino Diego, Silvia Marsó, Carmen Conesa, Pedro Trapote y Begoña García Vaquero e Isabel Gemio y su hijo mayor, Diego Manrique, entre otros.
© Gtresonline-El simpático momento protagonizado por la infanta Elena cuando una reportera le regala unos bombones
El momento más flamenco de don Felipe
Tanto el Rey como su familia son grandes defensores de la cultura. El lunes por la tarde, don Felipe y doña Letizia acudieron en Cádiz al concierto Tempo de Luz y antes de acceder al Gran Teatro Falla protagonizaron un divertido momento. Se organizó una gran cajoneada en la que el monarca se animó a tocar un cajón mientras que su esposa le animaba sin dejar de sonreír. "Tenemos al primer Rey cajonero", "Qué arte Dios mío", "Guapos" y "Viva el Rey", decían los gaditanos, fascinados por la simpatía y espontaneidad de los Reyes.
