En los últimos días, la infanta Cristina ha vuelto a adquirir un gran protagonismo por ser el mejor apoyo de sus padres los reyes Juan Carlos y Sofía en sus últimas apariciones públicas en el extranjero. En algo más de una semana, la hermana de don Felipe ha estado acompañando a su padre en París y a su madre en Atenas, demostrando que a pesar de la distancia, vive en Ginebra (Suiza), sigue muy unida a ellos.
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Este mismo sábado, la Infanta reaparecía en Grecia junto a su hermana, doña Elena, para arropar a doña Sofía y a la princesa Irene en el funeral que se celebró cuarenta días después del fallecimiento del rey Constantino, muy querido por su familia española. Además de estar con su madre, la infanta Cristina también quiso asistir al nuevo homenaje a su tío estando al lado de sus primos griegos y, en especial, de la princesa Alexia, una hermana para ella.
En esta ocasión, la Infanta acudió sin sus hijos que sí estuvieron muy pendientes de ella y la reconfortaron en el funeral por el último rey de los helenos, que tuvo lugar hace más de un mes. La infanta Elena también acudió sola a esta nueva cita en Grecia.
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Este viaje a Atenas de la reina Sofía con sus hijas se produce nueve días después del que doña Cristina hizo a París para acompañar a don Juan Carlos a la ceremonia de ingreso en la Academia francesa de Mario Vargas Llosa.
De lo más sonriente y dando el brazo al rey Juan Carlos, la Infanta ocupó un puesto de honor junto a su padre, el invitado más especial del escritor hispano-peruano que quiso tener esa deferencia con el que considera “su amigo”. No solo ha estado junto a su padre en Francia, también le ha visitado en Abu Dabi, a donde el anterior jefe del Estado trasladó su residencia de forma permanente en el verano de 2020.
Desde que hace un año el matrimonio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin saltara por los aires, a raíz de unas imágenes del exjugador de balonmano de la mano con otra mujer, y con tres de sus cuatro hijos viviendo fuera de casa, la hermana del monarca tiene ahora mucho más tiempo libre para estar muy presente en la vida de sus padres.
En Ginebra solo vive con ella su hija pequeña que en verano cumplirá la mayoría de edad y quién sabe si también volará lejos del nido como sus hermanos. Además, tras su ruptura con Urdangarin, la Infanta ha recuperado viejas amistades y parece muy pendiente de sus progenitores, tal y como ellos hicieron con ella en el pasado.
Así, doña Sofía acudió varias veces a Ginebra para estar con la infanta Cristina y su familia en los momentos más complicados del Caso Nóos. La esposa de don Juan Carlos la visitó en su domicilio del país helvético, al igual que doña Elena, para estar a su lado en una época especialmente difícil.