Fue recibido por todo lo alto, con la dignidad de una personalidad que ha dejado su impronta en la historia. El rey Juan Carlos se convirtió ayer en el invitado estrella de Mario Vargas Llosa en su ingreso en la Academia Francesa -el Nobel también hacía historia al ser el primer escritor que, sin tener ninguna obra en francés, pasaba a formar parte de esta prestigiosa institución-, y reapareció en París acompañado por la infanta Cristina.
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Nos cuenta su biógrafa Laurence Debray que al monarca se le veía feliz, descansado, en muy buena forma; y a doña Cristina muy contenta y emocionada de poder compartir este momento con su padre, quien se convirtió en la verdadera estrella del día.
Don Juan Carlos fue aplaudido y vitoreado a su llegada a la Academia, donde los guardias y la alta plana de la institución, con sus tres secretarios perpetuos a la cabeza, le recibieron en persona.
Ya en el interior del edificio, los Académicos se levantaron y aplaudieron a un Rey que se mostró visiblemente emocionado. También cuando Vargas Llosa, en lugar de sentarse en su sillón de Académico, como es costumbre, se acercó primero a saludarlo.
Finalizado el acto se celebró un cóctel; y el monarca, que estaba un poco cansado después de caminar, fue a sentarse en un rincón en torno al que se formó pronto una larga cola para saludarle.
La élite intelectual francesa no quería perder la ocasión de agradecerle su presencia, rendirle homenaje y hasta hacerse fotos con él. Estaban encantados de escucharle expresarse en un francés impecable. El rey Juan Carlos no se esperaba un recibimiento tan caluroso, y estaba emocionado y agradecido.
“Me sorprendió enormemente la diferencia de trato entre Francia y España. En París, el rey Juan Carlos recibió una acogida digna de un antiguo jefe de Estado, de un personaje de trascendencia histórica. Hay un sentido de la Historia. No se limitan a cuestiones de la esfera privada, siguen viendo en él el hombre que trajo la democracia a España”, nos revela Laurence Debray.
Don Juan Carlos se queda en la capital francesa un día más, puesto que Emmanuel Macron le ha invitado a una cena privada en el Elíseo junto a Mario Vargas Llosa y Javier Cercas. Los cuatro solos.
Una invitación que, sin embargo, se gestó mucho tiempo atrás, en el funeral de la Reina Isabel II . Macron y don Juan Carlos hablaron en Londres, donde el presidente le dijo que le gustaría recibirle la próxima vez que viniera a París.
Después, el monarca tomará de nuevo el avión para regresar a su residencia en Abu Dabi.