Aprovechando que este fin de semana tenía la agenda despejada y las últimas nevadas,el rey Felipe puso rumbo a Sierra Nevadapara practicar uno de sus deportes favoritos, el esquí. El monarca acudió hasta Granada sin la compañía de doña Letizia ni de sus hijas, la princesa Leonor ni la infanta Sofía, sino que estuvo acompañado por un grupo pequeño de amigos. Don Felipe, además, almorzó en un restaurante de la estación, donde degustó una sopa de cebolla, perfecta para entrar en calor y hacer frente a las bajas temperaturas.
El Rey llegó el sábado a Sierra Nevada en un viaje del que no han trascendido detalles oficiales debido a que se trataba de un plan privado. El último temporal ha hecho que la estación andaluza tenga unas condiciones perfectas para que los usuarios puedan deslizarse por sus pistas debido a las nevadas y al frío. Como se puede ver en estas fotografías de archivo, Don Felipe es un gran aficionado a este deporte de invierno y ya estuvo en esta estación de ski en 2017 en los campeonatos del mundo de Snowboard y Freestyle y en 2013 cuando aún era el príncipe de Asturias.
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Un día después, el domingo, el Rey y tres de sus amigos además de sus escoltas estuvieron en el restaurante Alcazaba de la estación.“Nos sorprendió verles porque la reserva se había hecho con otros nombres. Llegaron y se sentaron en la mesa y yo les vi desde el puesto que estaba”, cuenta José Antonio Rodríguez, el metre del establecimiento.
“Habían hecho una reserva para cuatro y ya es la segunda vez que atiendo al Rey. A su padre también le atendí, pero hace muchos años. Nos saludamos dándonos la mano y también a sus amigos, que eran los mismos de la otra vez”, destaca Rodríguez.
A pesar de la expectación que causóFelipe VI se mostró “muy agradable, muy campechano y cordial”, asegura el metre del restaurante que ha desvelado el menú que el soberano compartió con sus amigos: Ensalada de timbal de aguacate, gambas, tomate y huevo y ensalada templada de espinacas, queso y bacon. De segundo, el rey tomó sopa de cebolla con pan, queso tostado y gratinado y sus acompañantes risotto, pulpo y solomillo. Durante el almuerzo tomaron agua, pero antes, a modo de aperitivo el Rey se tomó una cerveza. De postre, leche frita para compartir.
La expectación que el jefe de Estado causó entre el resto de clientes que no dudaron en acercarse a él para hacerse varias fotos. Además don Felipe también fue visto el sábado en la terraza del hotel Lodge de Sierra Nevada y aunque don Felipe actuó con naturalidad, su presencia fue lo más comentado del día entre los esquiadores.
Por su parte,doña Letizia asistió al partido de waterpolo femenino SIMALGA Real Canoe contra el Leioa que se organizaba en Madrid. Esta cita no estaba programada en su agenda oficial, por lo que fue toda una sorpresa para las jóvenes deportistas que se mostraron muy agradecidas por la cercanía de Doña Letizia, que, estuvo conversando con ellas tras el encuentro y tomándose algunas fotografías y por dar visibilidad a este disciplina acuática que cuenta con una participación femenina minoritaria.
Otra de las anécdotas de la tarde tuvieron como protagonistas a las dos entrenadoras, puesto que ambas han superado recientemente un cáncer y han desarrollado un proyecto solidario llamado Muévete Contra el Cáncer. Doña Letizia se mostró muy interesada por este tema y estuvo intercambiando impresiones con ellas. Cabe recordar, que la esposa de Felipe VI también es presidenta de la Asociación España Contra el Cáncer y está muy involucrada en todo lo relativo con la salud y la investigación.
El Bereal de la Reina Letizia con las jugadoras de waterpolo