Han pasado solo dos días desde que su familia y representantes de monarquías de todo el mundo diesen el último adiós a Constantino de Grecia. Ha sido la triste oportunidad que ha permitido reunir a la familia real española casi al completo - a excepción de la princesa Leonor y la infanta Sofía-. Cuando todos han regresado para proseguir con sus agendas y compromisos, doña Sofía continúa en Atenas junto a su hermana Irene de Grecia, y sus sobrinos con los que se le ha visto saliendo a almorzar este miércoles a un restaurante de la capital griega.
Aun de riguroso luto y con el rostro atravesado por la tristeza, la madre del rey Felipe caminaba sin separarse de su hermana a la salida del restaurante del prestigioso Athens Club, un club privado fundado en 1875 del que Constantino ha sido presidente honorario. También acudieron a la citala reina Ana María y sus hijos,Pablo de Grecia, con su esposaMarie-Chantal y su hija Olympia, Alexia, Philippos, Nicolas y theodora. La viuda de Constantino paseaba ayudada con un bastón mientras esbozaba una ligera sonrisa al charlar con su hija Alexia de Grecia.
Los momentos clave del último adiós a Constantino de Grecia
Están siendo unos días complicados para la familia que ha dado el último adiós a Constantino, último monarca heleno, en un funeral digno de un rey que reunió a doce dinastías diferentes, aunque ninguna contó con tantos representantes como la española. Doña Sofía, que no pudo evitar las lágrimas durante la ceremonia, ha perdido a su querido hermano Tino al que siempre estuvo muy unida, pese a la distancia física que les separaba. Desde que eran niños siempre ha sido su gran compañero y ese apoyo no cesó en ningún momento, tampoco durante algunos de los momentos más críticos del reinado del rey Juan Carlos, como el intento de golpe de Estado del 23-F.
Los familiares del último rey heleno son una piña en este duro momento y mañana jueves volverán a reunirse para celebrar una misa en su honor al cumplirse nueve días desde su muerte, según informa la prensa griega. En la tradición ortodoxa se honra a los fallecidos con un servicio religioso a los 3, 9 y 40 días desde el deceso. Se espera que sea una ceremonia íntima alejada del homenaje del pasado lunes, tan multitudinario que dio lugar a sonados reencuentros como el dedon Juan Carlos con los reyes Felipe y Letizia y con su esposa, con los que no coincidía desde otro funeral, el de Isabel II.
El cariñoso gesto del rey Felipe hacia su padre el rey Juan Carlos