Los reyes Felipe y Letizia ya se encuentran en España para seguir con su agenda un día después del funeral y posterior entierro de Constantino de Grecia, último rey heleno y hermano de doña Sofía. El monarca y su esposa quisieron estar en Atenas para arropar a la reina Ana María y a toda la Familia Real griega, muy afectada por la muerte del antiguo jefe de Estado. Sin embargo, este martes los dos han tenido compromisos en nuestro país y por eso tras el sepelio, abandonaron Atenas y no se quedaron a comer al posterior almuerzo con el resto de familiares de don Felipe.
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La Reina ha seguido con su agenda institucional según lo previsto y por eso ha mantenido una reunión de trabajo con la junta directiva de la Federación Española de Enfermedades Raras (Feder) para conocer los retos y oportunidades de este colectivo para este año que acaba de empezar, catorce años después de que se implicara por primera vez con esta causa, una de las que más involucrada está en materia sanitaria.
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Esta federación busca promover los derechos de quienes conviven con una enfermedad poco frecuente para que puedan mejorar su calidad de vida en todos los ámbitos. Estas patologías abarcan a un número limitado de personas, de ahí su denominación y se nombra así cuando alguien recibe un diagnóstico que afecta a menos de 5 individuos por cada 10.000 habitantes. Se estima que hay más de 7.000 problemas de este tipo y hay tres millones de españoles que las sufren.
Casi a la vez, don Felipe ha viajado hasta Salamanca para inaugurar el nuevo edificio del hospital universitario de Salamanca que tienen 507 habitaciones, 25 quirófanos de última generación, 170 consultas, 98 puestos de Hospital de Día, 72 de reanimación, 12 de obestetricia y 46 de dálisis. Además estará dotado de 1.519 plazas de aparcamiento y helipuerto.
Los reyes Felipe y Letizia emprendieron rumbo el domingo por la tarde a Atenas, donde acudieron a una cena, en la que se vio a la Reina de lo más sonriente y de la mano con Marie- Chantal de Grecia, esposa del príncipe Pablo, una imagen con la que se ponía fin a la supuesta tensa relación que ambas tenían. Al día siguiente, el monarca y su esposa acudieron a la Catedral Metropolitana de la capital para acudir al solemne funeral digno de Rey del hermano de doña Sofía, que aunque no fue de Estado, estuvo cargado de majestuosidad y también de gran emoción.
Los Reyes, las infantas Elena y Cristina y sus hijos quisieron arropar no solo a la Familia real griega, sino también a doña Sofía y a don Juan Carlos, que mantuvo una relación muy cercana con su cuñado y por eso rindieron su último tributo al último rey heleno en el cementerio de Tatoi donde descansan ya sus restos mortales junto a los de sus antepasados, entre ellos los reyes Pablo y Federica.