La heredera al trono termina en mayo sus estudios de bachillerato internacional, y la Zarzuela, conjuntamente con el Gobierno, ultima el plan de estudios, pero contando con su opinión. Son otros tiempos, la princesa de Asturias es responsable, tiene su criterio y es lógico que se la escuche.
Las Navidades habrán sido una buena oportunidad para avanzar con los últimos detalles. Han sido tres largas semanas en las que ha habido tiempo para todo: familia, amigos, estudios, ocio y trabajo. Hasta ahora nunca había tenido agenda oficial en las vacaciones de invierno, pero este año marcó la diferencia con su tercer acto oficial en solitario: el 15 de diciembre acudió a la sede central de la Cruz Roja para un encuentro con jóvenes y voluntarios. También hizo planes con sus compañeros de los Rosales y del UWC Atlantic College, que visitaron Madrid —fue su anfitriona—, pero, hasta donde hemos podido saber, no hubo escapadas fuera de España.
Almuerzo en familia
Leonor regresó a casa, y estas Navidades en familia fueron especiales. Se reunió con sus primos, a los que hacía tiempo que no veía. La Reina Sofía ejerció como anfitriona en la Zarzuela del Día de Navidad, que empezó con una Misa en la capilla de Palacio, siguió con la entrega de regalos y terminó con el almuerzo más numeroso de los últimos años.
Los Reyes Felipe VI y doña Letizia, con la princesa Leonor y la infanta Sofía, y las infantas Cristina y Elena, con sus respectivos hijos. Las empezaron como en tiempos pasados, celebrando el cincuenta y nueve cumpleaños de la infanta Elena y las terminaron, ya con ausencias, reuniéndose de nuevo para despedir el año, aunque en una Nochevieja atípica, ya que a Felipe VI solo le dio tiempo a cenar y a tomar las uvas antes de salir corriendo hacia el avión que lo llevaría a Brasilia. Ya era una despedida de año con sabor a final.
Leonor retomó los libros y echó un vistazo a su maleta. Para la princesa, tampoco habría roscón de Reyes este año. Ya no queda nada para que finalice su etapa en Gales, aunque ahora le toca enfrentarse a los meses más difíciles. Leonor regresará a Madrid para las vacaciones de Semana Santa (spring break) —del 6 al 16 de abril— y será un visto y no visto, porque estará en la recta final del curso escolar que acaba el 20 de mayo.
La mayoría de edad está a la vuelta de la esquina. Dos mil veintitrés marca el comienzo de una nueva etapa y el traje de militar espera ya a la futura Reina de España. Hasta ahora, su formación se ha desarrollado dentro del ámbito privado, pero la Casa del Rey no tardará en comunicar cuál será su educación adaptada a su posición de heredera. Al menos es lo que se espera para antes del verano. Según fuentes cercanas a Palacio, habrá algunas diferencias respecto a la formación que siguió el Rey, porque estamos en otro siglo.
Las Fuerzas Armadas no son las mismas y el mundo académico y militar ya no está tan separados. El proceso será el lógico, ejército y universidad, pero con matices. Y en los esquemas que se están planteando —todavía no está decidido— podría servir de ejemplo los pasos que dio Elisabeth, la futura Reina de los belgas, aunque la princesa irá a una universidad española y, después, al igual que Felipe VI, se espera que haga un máster en el extranjero. Lo que se contempla para Leonor es una educación híbrida y global que le ayude a tener la mirada más amplia posible y el mayor conocimiento y experiencia para una visión más completa de España y el mundo.