Estas Navidades fueron realmente muy especiales para la Familia Real. La Princesa Leonor las pasó en casa y en familia; y, de hecho, los ocho primos se juntaron por primera vez en años.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Hacía mucho tiempo que no compartían un momento especial —la última imagen de todos se tomó en el ochenta cumpleaños de doña Sofía, hace cuatro—, pero, en estas fiestas que acaban de terminar, se han puesto al día haciendo, además, el mejor regalo a su abuela paterna.
La Reina doña Sofía fue la anfitriona en la Zarzuela del Día de Navidad, que empezó con una Misa en la capilla de Palacio, a la que, seguramente, se unió el rey Juan Carlos por videoconferencia. A más de siete mil kilómetros de España, la comunicación y las llamadas con don Juan Carlos son habituales, más si cabe en una temporada tan señalada como estas fiestas.
El día siguió con la entrega de regalos y terminó con el almuerzo más numeroso de los últimos años. Todos sentados a la mesa. Los Reyes Felipe VI y doña Letizia, con la princesa Leonor y la infanta Sofía, y las infantas Cristina y Elena, con sus respectivos hijos.
Las empezaron como en tiempos pasados, celebrando el cincuenta y nueve cumpleaños de la infanta Elena y las terminaron, ya con ausencias, reuniéndose de nuevo para despedir el año, aunque en una Nochevieja atípica, ya que a Felipe VI solo le dio tiempo a cenar y a tomar las uvas antes de salir corriendo hacia el avión que lo llevaría a Brasilia.
El reencuentro de dos primas en un año decisivo
Este almuerzo navideño también supuso el reencuentro de la princesa Leonor con su prima Irene Urdangarin . Hacía tiempo que no se veían. Ambas son de la misma edad (Irene un poco mayor que Leonor, nació el 5 de junio de 2005, mientras que la heredera al trono sopla las velas cinco meses después, el 31 de octubre) y este 2023 será para las dos un año decisivo, puesto que alcanzan la mayoría de edad. Aunque sus dieciocho años serán, sin duda, muy distintos.
A la Princesa de Asturias le tocará regresar de Gales, y dar nuevos pasos en su formación. Como futura Reina de España, inicia otra etapa, adaptada a su posición. Para ella no sólo supondrá el acceso a la universidad, sino su formación militar; y, a pesar de que todavía no hay nada decidido, sí se contempla una educación híbrida y global. Porque las Fuerzas Armadas no son las mismas y el mundo académico y militar ya no están tan separados.
Irene, por su parte, estudia en l’Ecole Internationale, en Ginebra, un colegio internacional que está considerado como uno de los mejores del continente.
Al igual que Leonor, la hija de la infanta Cristina es muy buena estudiante -sus hermanos también lo son-. Todavía no se sabe qué rumbo tomará cuando acabe sus estudios de Bachillrato internacional, pero irá a la universidad y podrá elegir seguir su carrera en cualquier parte del mundo.
Irene, que está muy unida a su abuela, la reina Sofía -pudimos verla, hace tan sólo unas semanas, asistiendo con ella a un concierto-, habla tres idiomas -español, inglés y francés-, le apasiona la música y es una gran deportista -le encanta esquiar, la vela, el running y el tenis-.
Con el permiso de sus primas, se ha revelado como la nueva ‘estrella’ de la familia, que prefiere mantenerse alejada del foco mediático, en un discreto segundo plano.