Desde que el lunes se abrió al público la capilla ardiente deBenedicto XVI en la basilica de San Pedro del Vaticano, son miles las personas (se estima que cerca de 160.000) que han acudido a despedir al Papa emérito, fallecido el 31 de diciembre a los 95 años como consecuencia de unos problemas respiratorios. La tarde de este miércoles, en la víspera de su funeral, ha sido la reina Sofía quien se ha acercado a la sede de la iglesia católica para mostrar sus respetos al que fue Sumo Pontífice entre abril de 2005 y febrero de 2013.
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La madre de Felipe VI ha acudido al velatorio vestida de riguroso luto sobre las 18.00 horas y ha permanecido en silencio junto a los restos mortales del que fue jefe de Estado del Vaticano, colocados junto al altar mayor y al baldaquino de Bernini. Ha estado aproximadamente un cuarto de hora en San Pedro y ha podido trasladar su pésame al secretario personal de Benedicto XVI y al cardenal Mauro Gambetti. Una hora después de la visita de doña Sofía, la capilla ardiente ha finalizado y se ha cerrado el ataúd de madera de ciprés. En su interior se han introducido medallas y moneadas acuñadas durante su pontificado, el palio papal y un pergamino.
Doña Sofía ha acudido junto al ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños. Ambos, junto a la embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaá, y la Conferencia Episcopal Española asistirán el jueves a la despedida a Joseph Ratzinger. Tras visitar la capilla ardiente,la Reina se ha desplazado a la Embajada de España ante la Santa Sede, donde ha tenido un encuentro con autoridades y el personal de la Embajada que ha finalizado con una cena. La misa funeral tendrá lugar en la plaza de la Basílica de San Pedro, donde ya está todo dispuesto para las exequias, y estará por primera vez presidida por un Papa, el Papa Francisco, aunque debido a sus problemas de movilidad la oficiará el cardenal decano Giovanni Battista Re. Previo a la ceremonia, el féretro será llevado al atrio de la basílica para rezar un rosario.
Al no tratarse de un funeral de Estado, la presencia de doña Sofía, los reyes Felipe y Matilde de Bélgica y de otras autoridades no corresponde a una invitación oficial. La Casa Real española tuvo muy buena relación con el sucesor de Juan Pablo III, al que recibieron un total de tres veces en nuestro país (en 2006, 2010 y 2011) y en todas las ocasiones los reyes Juan Carlos y Sofía ejercieron de anfitriones. Anteriormente, en 2005, viajaron a Roma para estar presentes en la misa que se celebró para inaugurar el pontificado de Benedicto XVI.
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