El año que viene, será decisivo e inolvidable en la vida de la princesa Leonor. Vivirá momentos únicos que atesorará para siempre en su recuerdo y marcarán un antes y un después, porque cerrará un importante capítulo de su vida y comenzará a dar sus primeros pasos en la vida adulta.
Uno de los momentos clave que le esperan en 2023 será el 20 de mayo, que es la fecha en la que termina su curso escolar. Con nostalgia tendrá que decir adiós a los compañeros que le han acompañado en estos dos últimos años en el UWC Atlantic College, de Gales, donde ha cursado Bachillerato Internacional y está viviendo una experiencia transformadora. En este internado, considerado uno de los mejores colegios del mundo, entró por méritos propios y luchó por ello de manera anónima y allí ha experimentado el mayor cambio de su vida, al vivir por primera vez alejada de sus padres y su hermana, la infanta Sofía, y acompañada por alumnos de más de cien nacionalidades.
Pero no regresará a España según finalice el curso. Vivirá una intensa semana llena de despedidas y lo más importante, tendrá lugar su ceremonia de graduación, que no será la típica, ya que, generalmente, no se usa ni toga ni birrete. El colegio describe este acto como solemne, pero a la vez sencillo y familiar y por la gran diversidad de culturas que hay entre los alumnos, solo se les pide que vayan elegantes, según sus costumbres y su criterio personal.
Y es que uno de los valores del centro es promover las diferentes culturas y su convivencia. De hecho, se celebra cada año el Día de la Diversidad, en el que los estudiantes acuden vestidos con sus trajes regionales o con sus banderas y la princesa Leonor no pierde la oportunidad de alzar la de España, contra más grande mejor.
En los meses que le quedan hasta el día de su despedida de Gales, se enfrentará a su mayor reto académico hasta la fecha, ya que después de dos años de evaluación continua, se enfrentará a la prueba final para conseguir el diploma del Bachillerato Internacional. Este curso es el más complicado de todos y, según la propia princesa comentó la semana pasada en Asturias, los estudios están siendo “muy duros”.