La princesa Leonor ha dejado este fin de semana fotos imborrables de los actos con motivo de la entrega de los Premios Princesa de Asturias y un detalle que ha pasado casi inadvertido. La heredera dejó el sábado, durante su visita a Cadavedo, distinguido como Pueblo Ejemplar, al descubierto su nuevo piercing, un segundo agujero en el lóbulo de su oreja izquierda, al peinarse con una coleta alta.
La joya, un pequeño pendiente que recuerda a los que llevaba de pequeña, la combinó con unos aros de oro. El día anterior, en la entrega de galardones en el Teatro Campoamor, este segundo agujero quedó tapado por los pendientes trepadores con forma de pluma de Chanel, propiedad de la Reina, que Leonor llevó junto con un recogido trenzado.
- Doña Letizia toma la palabra en nombre de la princesa de Asturias
Sin embargo, la Princesa no estrenó este piercing en tierras asturianas. Este verano, se la vio en sus vacaciones en Mallorca con otro ear cuff en forma de varias estrellas doradas de diferentes tamaños que la ocupaban gran parte del lóbulo. La decisión de perforarse de nuevo las orejas, a diferencia de su hermana, la infanta Sofía, que nunca ha llevado pendientes, la tomó hace unos meses ya que en los Premios Princesa de Girona, que tuvieron lugar a principios del pasado julio, la heredera al trono solo llevaba un par de pendientes en ambas orejas.
La princesa Leonor se suma así a una moda que causa furor entre las chicas de la ‘gen Z’ que apuestan por adorar las orejas con pequeñas piezas. Así, otras princesas, como Ingrid de Noruega también apuestan por lucir varios pendientes y reinas como Rania, con varios piercings, o Letizia, que sorprendió el pasado 6 de enero al mostrar su nuevo pendiente en la Pascua Militar, se han sumado a esta tendencia.
No es la primera vez que los pendientes de Leonor están en el foco. El pasado viernes por la mañana, durante las audiencias celebradas unas horas antes de la gala, la Princesa decidió cambiar sus pendientes de oro blanco y brillantes -también de doña Letizia- por unas piezas circulares realizadas a partir del carbón, un regalo institucional del Principado de Asturias hacia la Princesa que no dudó en ponérselos en cuanto se los dieron para agradecer el gesto.