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Aunque el protagonismo en esta jornada histórica solo puede ser para la Reina de las reinas, las miradas también estaban puestas en los cuatro reyes españoles, todos ellos invitados al funeral de Isabel II, y su encuentro más de dos años después de la última vez que se les vio en público juntos. Una vez captada la foto más esperada en la Abadía de Westminster, otro detalle ha llamado la atención, en este caso de doña Sofía. La madre del Rey ha acompañado a su hijo al último adiós, más íntimo, que dedicaban a la soberana en Windsor y en medio de la solemnidad del momento, ha salido a relucir lo que podría ser su lado más millenial.
Isabel II recibe un último adiós cargado de simbolismo en su querido castillo de Windsor
© Gtresonline
La reina Sofía, como es habitual, llevaba un bolso con sus objetos personales que complementaba a la perfección con su estilismo, de riguroso luto, pero no todas sus pertenencias cabían en él. Se desconoce si para solventar la falta de espacio o por su propia comodidad, pero la esposa de don Juan Carlos ha optado por llevar su móvil colgado con un cordón a modo de bandolera. Aunque también ha podido tratarse de un simple descuido, esta forma de llevar el teléfono móvil recuerda a la de muchos jóvenes que dado lo mucho que lo utilizan prefieren llevarlo colgado del cuello para no perder ni un segundo en encontrarlo.
Felipe VI ha ido con su madre a esta última despedida a Isabel II con la que culminan diez días de homenajes ya que don Juan Carlos ha preferido asistir solamente al funeral de Estado en la Abadía de Westminster. La reina Letizia, por su parte, no podía acudir a Windsor ya que tenía un vuelo a Nueva York, donde mañana participa en los actos que se celebran en los márgenes de la Asamblea General de la ONU
