De periodista a Reina de España. El 22 de mayo del año 2004 , cuando doña Letizia dio el ‘sí, quiero’ a Don Felipe en la Catedral de la Almudena, se convirtió en la primera soberana sin sangre real que ocupaba el trono de nuestro país. Dieciocho años después de su boda, la Reina cumplió este jueves, 15 de septiembre, cincuenta años, “una bonita cifra para intentar hacer las cosas bien en el lugar en el que a cada una nos corresponda”.
Con motivo de esta fecha tan especial, descubrimos algunas curiosidades y anécdotas de su vida, como la separación de sus padres.
Cuatro días después de su primera boda, una noticia inesperada sacudió su vida. Su padre, Jesús Ortiz, y su madre, Paloma Rocasolano , enfermera en el ambulatorio de Moratalaz (Madrid) y miembro del sindicato de enfermería SATSE, rompían su matrimonio. Paloma y Jesús se conocieron en el metro de Madrid. Jesús, que tocaba muy bien la guitarra y el piano, iba camino de una fiesta de unos amigos. No había estudiado música, pero le encantaba. Paloma, guapísima y muy delgada, no había cumplido los dieciocho años. Se casaron el 2 de octubre de 1971 —no se había cumplido el año de noviazgo—, en la iglesia del Cristo de las Cadenas. Una celebración íntima e informal oficiada por Fernando Ezquerro a las diez de la mañana. El mismo cura que bautizó a Letizia. La novia llevaba uno de sus vestidos preferidos, ‘minifaldero’ y de manga larga negro; el pelo con un recogido muy sencillo, zapatos de charol, cartera de mano y dos rosas.
Pero no hubo final feliz. Jesús Ortiz salió de la que había sido su casa con una maleta y su guitarra y se lo dejó todo a su mujer.