La primera imagen de los Reyes con sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, durante su verano en Mallorca no decepcionó a los habitantes de Valldemossa, la localidad de la sierra de la Tramontana que eligieron para su tradicional salida cultural por la isla, un plan con el que han sustituido los tradicionales posados que se hacían en el Palacio de Marivent. La llegada del jefe del Estado y su familia a Valldemossa, rodeados de autoridades, periodistas y el equipo de seguridad, pilló a algunos por sorpresa, incluso a los turistas que fueron a recorrer la Cartuja ese mismo día, ajenos al ajetreo que se viviría este lunes primero de agosto. "Fue un día de locos", nos cuentan los habitantes de un municipio que, aunque es muy turístico, incluso dicen que fue el que puso a Mallorca en el mapa turístico internacional, no alcanza los dos mil habitantes, eso sí, ahora todo ellos tienen una buena anécdota que contar.
Los vestidos luminosos de Leonor y Sofía para inaugurar su verano en Mallorca
La imagen veraniega de Leonor con su mirada realzada y peinado natural con trenzas
Para la princesa Leonor y la infanta Sofía esta era su primera visita a Valldemossa, bueno, no del todo, ya que como el propio don Felipe matizó: "Leonor ya había estado". El Rey se refería a la visita que hicieron él y la reina Letizia siendo príncipes de Asturias el 13 de mayo de 2005, entonces su llegada levantó una enorme expectación ya que solo habían pasado cinco días desde que el Palacio de la Zarzuela confirmó que esperaban su primer hijo. Así que de alguna manera la actual princesa de Asturias, que cumplirá 17 años el próximo 31 de octubre, sí había estado.
Comentarios distendidos como este dejaron ver que el Rey estaba feliz y relajado –siempre lo está en este tipo de salidas-, pero además estaba satisfecho con el primer día de regatas en la 40ª edición de la Copa del Rey MAPFRE de vela y así lo verbalizó durante su visita, cuando en varias ocasiones le felicitaron el segundo puesto en el que se encuentra el Aifos, el velero en el que él regatea. "Segundo, de momento" dijo dejando ver un espíritu competitivo que le hace cumplir con esta cita deportiva desde hace décadas.
Todos los detalles de la obra de arte que los Reyes recibieron de forma espontánea en Valldemossa
Felipe VI con guayabera, mucho más que una camisa
Por su parte, la reina Letizia –que llevó una falda confeccionada en el tradicional tejido de Ikat mallorquín, un diseño exclusivo de Pablo Erroz, un diseñador que apuesta por recuperar y poner en valor técnicas centenarias, recuperar lo local y apostar por un consumo de prendas sostenible- mostró buena sintonía con los periodistas e incluso lanzó algunas bromas como cuando dijo "todos tenemos ya una edad", después de que una de las informadoras le dijo que no se abanicaba tanto por el calor, como por la edad.
Después de que los Reyes y sus hijas visitaran la Cartuja, una antigua residencia real que estuvo en manos de los monjes cartujos hasta la desamortización de Mendizábal y que se hizo célebre cuando el compositor polaco Chopin la eligió para pasar una temporada, cuando este lugar ya se había convertido en una hospedería que atraería a artistas de todo tipo, comenzó un recorrido a pie por las calles principales de Valldemosa. Allí no tuvieron problemas en hacerse selfies, en dar abrazos, en mostrar cercanía y en agradar a unos vecinos y turistas que llevaban horas esperando verles a pesar de las altas temperaturas, un calor que el rey Felipe combatió con una de sus guayaberas, mientras que sus hijas aposaron por vestidos luminosos marca España.
La costumbre que la princesa Leonor ha copiado a su madre, la reina Letizia
Los Reyes hicieron la visita habitual que hacen los turistas que van a Valldemossa, de hecho, desde la dirección del Museo de la Cartuja les invitaron a regresar con más calma para disfrutar de la colección de arte que conservan. Una parada que suelen hacer muchos turistas es el panadería y pastelería Ca’n Molinas, desde este lugar nos cuentan que los Reyes se interesaron por los distintos productos que elaboran en su horno desde 1920 y probaron la tradicional coca de patatas, un emblema de la localidad. Leonor 'regresó', por tanto, a Valdemossa diecisiete años después y lo hizo por todo lo alto. Estuvo muy cariñosa con la gente y también con sus padres, cogiendo a veces a su madre con fuerza por la cintura y siempre atenta a los movimientos de su padre.