Comenzó acaparando titulares cuando tan solo era un niño. No solo porque era el primer hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar y primer nieto de los reyes Juan Carlos y Sofía, sino porque sus travesuras ponían la nota de color a cualquiera de sus apariciones. Ya sea un posado en Marivent o toda una boda real de los príncipes de Asturias en la catedral de la Almudena. Cuando llegó a la adolescencia, también era uno de los miembros de la casa real que más daba que hablar. Sus estudios, las fiestas o aquel desafortunado accidente con una escopeta que le dañó un pie. Después llegó su primera novia, Mar Torres, y tras su ruptura, el camino hacia una vida mucho más discreta. Hasta el punto de que es posible que su expareja haya tenido desde entonces más protagonismo en los medios de comunicación que él. Este domingo, Felipe de Marichalar cumple 24 años y lo hace cada vez más alejado del foco mediático.
Entre tanto, el camino de su hermana ha sido inverso. Mientras el sobrino del rey Felipe apostaba por la discreción, Victoria se afianzaba como influencer. No hace mucho, ni siquiera conocíamos la voz de la benjamina de la familia, siempre tímida y con sus redes sociales privadas. Ahora, sin embargo, frecuenta los principales eventos de moda y va camino de convertirse en un auténtico icono de estilo. Al contrario, su hermano está centrado en sus estudios universitarios en The College for International Studies (CIS) en Madrid, donde cursa Administración y Dirección de Empresas, y apenas se le ve en público.
La última vez fue en el Mutua Madrid Open, el pasado mes de mayo, una cita a la que suele ser fiel. En aquella ocasión fue fotografiado en las gradas detrás de su madre, la infanta Elena, otra habitual del torneo organizado por Feliciano López. También fue captado por las cámaras esta primavera paseando con su amiga Belén Perea, un gran apoyo en esta nueva etapa de su vida. Fue en diciembre del año pasado cuando se comenzó a relacionar a Felipe con la influencer, después de que salieran a la luz unas imágenes en las que aparecían junto a un grupo de amigos disfrutando de la noche madrileña, donde la complicidad entre ellos era evidente. A pesar de la cercanía, no son pareja, pero Belén ya forma parte del círculo más cercano del hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar. Poco antes había sido fotografiado junto a su ex Mar Torres, por lo que no tardaron en surgir los rumores acerca de una posible reconciliación que, finalmente, no se produjo.
Tampoco se le vio en Semana Santa, cuando trascendieron unas imágenes del rey Juan Carlos en Abu Dabi junto a sus hijas y sus nietos, a excepción de las hijas de los Reyes y él. Se desconoce si Felipe acudió o no a visitar a su abuelo, pero lo cierto es que no aparecía en ninguna de las fotografías. Este verano, en caso de superar con éxito el curso, finaliza su formación universitaria y podrá disfrutar de las vacaciones antes de tomar importantes decisiones sobre dónde orientar sus pasos en esta nueva etapa que comienza.