Las vacaciones estivales no han comenzado aún para la infanta Cristina que este viernes por la mañana ha asistido en Cantabria a un encuentro de empresas multilatinas organizado por la Universidad Internacional Menendez Pelayo de Santander. La hermana del rey Felipe ha sido fotografiada a su llegada al palacio de la Magdalena, emblema de la capital cántabra y residencia de verano de su bisabuelo Alfonso XIII. Lo ha hecho luciendo una enorme sonrisa con un conjunto color beige con cuerpo de volantes y chaqueta blanca, un atuendo que le permitían las suaves temperaturas de la costa cantábrica pese a que no se libra de la ola de calor que azota al país.
La Infanta ha participado en esta cita, que se enmarca dentro de los cursos de verano de la UIMP que celebra este año su 90º aniversario, como directora del área de internacional de la Fundación La Caixa. El encuentro ha servido para analizar el panorama global y los principales retos de Iberoamérica tras la pandemia y ha formado parte también el secretario de Estado para Iberoamérica, el Caribe y el español en el Mundo, Juan Fernández Trigo; el secretario general Iberoamericano, Andrés Allamand; los exministros Josep Piqué, Ramón Jáuregui y Ramón Escolano; y el canciller de Uruguay Francisco Bustillo.
Este mes de julio, doña Cristina, que reside en la ciudad suiza de Ginebra con su hija menor Irene, no deja de encadenar compromisos en España. Hace dos semanas acudió en Barcelona a un acto sobre ayuda al desarrollo: el veinticinco aniversario del Programa de Cooperación Internacional de la Fundación la Caixa. Fue acompañada de su hijo Pablo, aunque él se sentó unas filas más atrás junto a dos amigas. Allí ya la pudimos ver con muy buen aspecto y luciendo aún su anillo de casada, como se puede apreciar también en las imágenes de Santander, siete meses después de anunciar la interrupción de su matrimonio con Iñaki Urdangarin después de 25 años. Después, voló a Madrid, donde pasó el fin de semana.
El detalle de su alianza no ha sido lo único que ha llamado la atención en las últimas apariciones públicas de la hermana de don Felipe. Además de mostrar un semblante más alegre y un aspecto rejuvenecido, se ha eliminado la característica verruga alunarada que tenía en el rostro. Con nueva imagen y mucha ilusión, encara ahora su primer verano tras la separación. Hasta ahora era habitual que pasasen las vacaciones familiares en Bidart, y este año, muy posiblemente, haya un cambio de planes para la Infanta, a la que tampoco se espera ver en Mallorca, donde suelen recalar los Reyes y sus hijas. Durante el periodo estival se prevé que pase unos días con sus hijos, que deberán dividir su tiempo para disfrutar de sus dos progenitores, y también podría organizar planes con su hermana, la infanta Elena y su madre, la reina Sofía.