La de esta noche en el Palacio Real de Madrid ha sido una cena histórica y el encuentro de mayor relevancia institucional a nivel internacional del reinado de Felipe VI: la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se reúne en España (del 28 al 30 de junio) para discutir las preocupaciones de seguridad y para respaldar el nuevo Concepto Estratégico de esta alianza militar intergubernamental. Jefes de Estado y de Gobierno, el secretario general de la OTAN y autoridades de la Comisión Europa están desde este martes hasta el próximo jueves discutiendo un programa que tiene como telón de fondo la invasión rusa de Ucrania y las crisis alimentarias y energéticas que ha generado. Una agenda para la que la ciudad ha sido blindada con un despliegue sin precedentes en nuestro país y que ha arrancado con el espléndido recibimiento que don Felipe y doña Letizia les han brindado en el palacio de la plaza de Oriente en el emblemático Madrid de los Austrias.
La Casa Real ha optado por un formato algo más sencillo -también más cómodo para las numerosas delegaciones que se han desplazado hasta aquí- y más sobrio dado el trasfondo de esta cumbre, así que no se ha celebrado una cena de gala. Ellas han vestido traje de cóctel, ellos traje oscuro, doña Letizia no ha llevado tiara y muchos de los invitados han acudido en solitario como Boris Johnson (primer ministro del Reino Unido) o Justin Trudeau (primer ministro de Canadá); mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, sí ha ido acompañado por su mujer, Brigitte Macron; igual que el presidente estadounidense, Joe Biden, que ha acudido con su esposa, Jill Biden, que ya lleva dos días en nuestro país con una intensa agenda en la que ha mostrado una excelente sintonía con la reina Letizia.
Ha sido a las siete y media de la tarde cuando en el Salón del Trono del Palacio Real ha comenzado el recibimiento y los saludos de don Felipe y doña Letizia a los asistentes a la 32ª cumbre de la OTAN: mandatarios de los países aliados (Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Dinamarca, Francia, Holanda, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, el Reino Unido, Portugal, Grecia, Alemania, España, Hungría, Polonia, República Checa, Rumanía, Bulgaria, Eslovenia, Eslovaquia, Estonia, Letonia, Lituania, Albania, Croacia, Montenegro y Macedonia del Norte); los líderes de países socios (Chipre, Malta, Irlanda y Austria), y los cuatros pertenecientes a Asia-Pacífico (Nueva Zelanda, Australia, Corea del Sur y Japón). El fin del veto de Turquía a Finlandia y Suecia -lanzando un mensaje de unidad el primer día de la cumbre- ha alterado la agenda ya que ha llevado a ausentarse de la cena al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan; a la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson; y al presidente de Finlandia, Saulio Niini.
Tras el saludo a los anfitriones, los invitados se han ido trasladando al Salón de Columnas -también tiene una importancia central en las ceremonias, de hecho fue el lugar elegido para el solemne acto de imposición el Toisón de Oro a la princesa Leonor- donde se ha servido un extenso cóctel parte de la propuesta gastronómica que ha diseñado para la ocasión el chef Paco Roncero. Después de aproximadamente una hora,el tiempo que han durado los saludos, ya con don Felipe y doña Letizia, se han trasladado para la foto de familia sin acompañantes al Salón de Alabarderos, un espacio que fue concebido para la celebración de bailes y fiestas, pero que Carlos III (uno de los monarcas favoritos de Felipe VI, ya que cuya imagen preside su despacho desde la renovación del 2014) lo destinó a sala para la guardia y, por ello, Francesco Sabatini (el arquitecto palermitano que desarrolló la mayoría de su trayectoria para la Casa Real española en el siglo XVIII) lo terminó decorando de un modo más práctico con pilastras toscanas en lugar de una rica ornamentación.
Felipe VI: 'La guerra ha vuelto a Europa'
Tras la foto, los Reyes y sus invitados han ido pasando al Comedor de Gala, el salón de los grandes eventos y cenas que sorprende por su longitud y su rica decoración. Allí Felipe VI ha dado un discurso en el que ha señalado el carácter único de esta noche: "Nunca antes este palacio ha acogido y sentando a un número tan grande de líderes mundiales a la vez. Sin embargo, no es la primera vez, que estas paredes y tapices son testigo de un encuentro de la OTAN de esta naturaleza. Esto sucedió en 1997, también un tiempo de intenso cambio y remodelación". El jefe del Estado ha proseguido haciendo referencia a la invasión de Ucrania señalado el dramático momento que atraviesa el país, uno de los temas centrales de esta cumbre: "La guerra ha vuelto a Europa. La agresión injustificable de Rusia contra Ucrania es una violación flagrante de la integridad territorial de un Estado soberano. Ningún país es ajeno a esta guerra. La propia seguridad de España y de Europa occidental también pasa por Ucrania. Los que creemos en la democracia, en los derechos humanos y en una sociedad basada en el orden internacional debemos apoyar al pueblo ucraniano. Nuestros pensamientos están hoy con el pueblo y con los líderes de esta valiente nación, cuyo coraje y dignidad nos han conmovido profundamente a todos".
Felipe VI ha terminado recordando que hace también cuarenta años que España entró en la OTAN y trayendo a la actualidad las palabras que pronunció el entonces presidente del Gobierno: "En su discurso, el presidente Leopoldo Calvo-Sotelo afirmó que 'España será un miembro leal y activo de la Alianza y contribuir a ella con todo el empuje de un pueblo que acaba de recuperar sus libertades y desea conservarlas en la paz y la justicia de la comunidad internacional'. Hoy, 40 años después, estas palabras tienen una resonancia particular. Por tanto, me enorgullece declarar que España sigue siendo un miembro leal de la OTAN y sigue comprometida en defender y promover las conquistas más importantes de nuestras sociedades: la democracia, las libertades individuales, los derechos humanos y el imperio de la ley".
Esta misma tarde don Felipe recibió de manera oficial a Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, que aterrizó con el Air Force One en la base de Torrejón de Ardoz (Madrid), y mantuvo un encuentro con Jens Stoltenberg, Secretario General de la OTAN. Una agenda, la enmarcada en la 32ª cumbre de la Alianza Atlántica que los Reyes ya comenzaron este lunes, cuando el soberano mantuvo una audiencia con Josep Borrell, Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Vicepresidente de la Comisión Europea, mientras que doña Letizia recibió a Jill Biden, con la que visitó la sede la Asociación Española Contra el Cáncer y con la que esta misma mañana acudió a un centro de refugiados ucranianos en Madrid, una salida en la que también estuvieron las nietas del matrimonio presidencial.
Hay que recordar que de forma paralela a la agenda oficial presidida por el secretario de Estado y que se desarrollará en IFEMA se ha creado un programa para acompañantes (ha pasado a la historia el término "cónyuges" que se ha usado en las cumbres anteriores) en el que la reina Letizia ejerce de anfitriona y que tiene el fin de aprovechar el foco que estará puesto en España durante estos días para mostrarlo al mundo como un país moderno, abierto y atractivo. Así los acompañantes (consortes de los jefes de Estado y de Gobierno) gozaran de Madrid y de sus alrededores durante las mismas horas que los mandatarios estén en la cumbre.
Mañana miércoles la agenda comenzará con una vista a la Granja de San Ildefonso (Segovia) y una sesión de vidrio soplado en la Real Fábrica de Vidrios y Cristales de La Granja fundada en el siglo XVIII. De regreso a la capital, la comitiva liderada por la Reina visitará el Museo Reina Sofía para disfrutar de la joya de la pinacoteca, el mural Guernica de Pablo Picasso, pintando en París durante la guerra civil española aludiendo a bombardeos efectuados por la aviación alemana sobre la villa vasca que da nombre a la obra; la comida tendrá lugar en el propio restaurante del museo, NuBel, con el fin de dar a conocer la gastronomía española. Esa misma noche la atención se desplazará del Museo Reina Sofía al Museo del Prado, donde se celebrará una cena -a la que ya no asistirán los Reyes- en la que los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN y de la Unión Europea cenarán en el claustro, mientras los acompañantes lo harán en la Sala de Musas. El jueves el programa paralelo liderado por doña Letizia comenzará en el Teatro Real, donde podrán asistir a un ensayo de la ópera Nabuco del compositor Giuseppe Verdi.