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El rey Felipe continúa con su agenda después de haber estado hace unos días en el 18º cumpleaños de una de sus ahijadas: la princesa Ingrid de Noruega y mientras se prepara para la semana que viene, cuando Madrid acogerá la cumbre de la OTAN y el Palacio Real vuelva a abrirse para acoger una nueva cena de gala. El Rey se ha desplazado hasta el Centro Superior de la Defensa Nacional donde ha presidido el acto de entrega de diplomas a los alumnos graduados en el XXIII curso de Estado Mayor de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, donde ha llamado la atención por lucir su barba casi completamente poblada de canas.
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Vestido con uniforme militar blanco, el Rey ha aparecido con su siempre impecable barba que en los últimos tiempos aparece más blanca que nunca. De esta manera, el monarca sigue los pasos de su esposa, doña Letizia, y de otras royals que han apostado por la naturalidad y por dejar sus cabellos de su color natural.
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Desde hace años, don Felipe ha optado por no afeitarse el rostro. En otras épocas, el soberano se la dejaba crecer, pero de vez en cuando se la rasuraba por completo. La moda de ver a hombres con barba y bigote ha saltado de las calles a Palacio y en muchos momentos se ha visto a Reyes y Príncipes luciendo vello en la cara. En la actualidad, Guillermo de Países Bajos, Haakon de Noruega, Federico de Dinamarca, Carlos Felipe de Suecia o Hussein de Jordania, entre otros, las llevan. Todos coinciden en tenerlas perfectamente perfiladas y poco pobladas. Un detalle con el que han ganado atractivo.
Además de doña Letizia, una de las primeras en dejar de teñirse las canas, Carolina de Mónaco también luce sus cabellos plateados con orgullo, dando muestras, una vez más, de ser una de las mujeres más elegantes del mundo en su apuesta por mostrar su imagen más natural y sin artificios.
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