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Don Juan Carlos ha pasado este lunes la jornada en el Palacio de la Zarzuela, su hogar durante 58 años, donde ha mantenido un encuentro con su hijo, y ha almorzado con la reina Sofía y con otros miembros de su familia, tal y como ha informado Casa Real. El padre de don Felipe, que llegó el pasado jueves al municipio gallego de Sanxenxo, en la que ha sido su primera visita a nuestro país en casi dos años, ha tomado este lunes a primera hora un vuelo en el aeropuerto de Peinador (Vigo) que le ha trasladado a Madrid. Tras aterrizar, un vehículo le ha llevado directamente a su reunión con don Felipe. A su llegada a Zarzuela, que se ha producido sobre las 10:00 horas, ha sido recibido entre vivas y banderas de España y ha bajado la ventanilla para saludar a los curiosos que le esperaban. Al filo de las 9 de la noche, don Juan Carlos abandonaba el complejo camino del aeropuerto, donde ha cogido un avión rumbo a Abu Dabi.
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Según ha informado la Casa Real en un comunicado, a la comida en el Palacio de la Zarzuela han acudido "los Reyes, la Infanta doña Sofía, los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía, así como la Infanta doña Elena y sus hijos, y la Infanta doña Margarita y don Carlos Zurita". Se da la circunstancia de que la reina Sofía no ha podido compartir el almuerzo por haberse contagiado de coronavirus en su viaje este fin de semana a Miami, "aunque ha permanecido con el resto de la familia en el salón del almuerzo provista de la preceptiva mascarilla y las medidas de ventilación correspondientes".
La infanta Margarita y el doctor Carlos Zurita han salido de su domicilio de Madrid sobre las dos del mediodía en coche. Mientras que la duquesa de Soria ocupaba el asiento del copiloto, su esposo iba en la parte de atrás del vehículo con la ventanilla bajada y ha saludado a la prensa, aunque no han hecho declaraciones sobre un encuentro con don Juan Carlos. Por su parte, la infanta Elena ha sido captada saliendo de su trabajo en la Fundación Mapfre, donde ha abandonado el recinto montada en su propio vehículo. Además, a primera hora de la mañana Victoria de Marichalar llegaba al aeropuerto Adolfo Suárez de la capital a las 10.25 de la mañana procedente de Jerez de la Frontera ya que ha estado el fin de semana en Andalucía en la boda de unos amigos. A ninguno de ellos se le ha visto acceder al Palacio de La Zarzuela por la entrada principal, pero el complejo cuenta con otros accesos.
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Una hora antes de su llegada a Madrid, sobre las 9:00 horas, tras un fin de semana de lo más intenso y náutico por tierras gallegas, don Juan Carlos ha llegado al aeropuerto vigués en el vehículo de su gran amigo y anfitrión, Pedro Campos, y su esposa, Cristina Franze. Don Juan Carlos ha ocupado el asiento del copiloto del vehículo gris que le ha trasladado desde el chalé que la pareja tiene en la parroquia de Nanín, muy cerca de Sanxenxo, hasta Peinador. El Rey, que vestía cazadora azul y corbata, se ha servido de la ayuda de su bastón y de un asistente para descender del coche. En este desplazamiento no ha hecho comentarios sobre la cita de este lunes en Zarzuela.
Un fuerte dispositivo de seguridad se dispuso en la terminal viguesa donde quedó aparcado el jet privado que le trajo el pasado jueves procedente de Abu Dabi en el que ha sido su primer retorno a nuestro país desde que el 3 de agosto de 2020 tomó la decisión histórica de trasladarse al extranjero. El avión en el que se ha desplazado el que fuera jefe del Estado entre 1975 y 2014 pertenece a la compañía Angola Bestfly, tiene capacidad para un total de 14 pasajeros e incluye un diván de descanso.
El matrimonio Campos se ha convertido en la sombra de don Juan Carlos estos días. Le han abierto su hogar y no lo han dejado solo ni un momento. Incluso ellos le han traído y llevado en su propio coche en sus trayectos. Así, el laureado regatista, que le acompañó hasta Pontevedra para ver un partido de su nieto, Pablo Urdangarin, y su esposa no han faltado en su despedida. A diferencia del jueves, en el aeropuerto gallego esta vez no se ha visto a la infanta Elena,que brindó a su padre una acogedora bienvenida con un gran abrazo.
Tras la reunión y el almuerzo de este lunes en Zarzuela, don Juan Carlos, que ha cambiado el traje y la corbata por una chaqueta más deportiva y una camisa de rayas blancas y rojas, ha emprendido de nuevo viaje a los Emiratos Árabes. El encuentro entre el monarca y su padre se enmarca dentro del ámbito privado y de hecho ni don Felipe, ni doña Letizia, ni la infanta Sofía (la princesa de Asturias está estudiando en un internado de Gales) ni doña Sofía tienen actos oficiales en su agenda este lunes. Así lo confirmó la Casa Real el pasado 18 de mayo cuando a través de un comunicado informó de que este mismo lunes viajaría a Madrid "para estar con Su Majestad el Rey, con su Majestad la Reina Doña Sofía y demás miembros de su familia en el Palacio de la Zarzuela. Ese mismo día, Su Majestad el Rey Don Juan Carlos emprenderá viaje de regreso a Abu Dabi donde ha fijado su residencia de forma permanente y estable".
A este primer viaje de regreso a nuestro país y más concretamente a Sanxenxo, le seguirá una segunda visita que ya tiene fecha. Telmo Martín, alcalde del municipio, aseguró que el ex jefe del Estado le dijo que volvería para asistir "al campeonato del mundo de vela, que es del 10 al 18 de junio, para defender el título". El Rey, como patrón del Bribón, consiguió en 2017 en Vancouver y en Finlandia 2019 el título de campeón del mundo.
El 3 de agosto de 2020, don Juan Carlos comunicó a su hijo su decisión de trasladarse fuera de España. En esos momentos la Fiscalía del Tribunal Supremo investigaba el destino de un dinero por la adjudicación del AVE a la Meca a empresas españolas en el año 2011. Unas diligencias que finalmente se archivaron igual que se archivó la investigación que la Fiscalía de Ginebra (Suiza) había abierto. En una carta dirigida a don Felipe manifestó: "Con el mismo afán de servicio a España que inspiró mi reinado y ante la repercusión pública que están generado ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada, deseo manifestarte mi más absoluta disponibilidad para contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones, desde la tranquilidad y el sosiego que requiere tu alta responsabilidad. Mi legado, y mi propia dignidad como persona, así me lo exigen. Hace un año te expresé mi voluntad y deseo de dejar de desarrollar actividades institucionales. Ahora, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España". Días más tarde, la Casa Real informó que el destino elegido era Abu Dabi (Emiratos Árabes).
Meses después de esa misiva dirigida a don Felipe, en diciembre de 2020, presentó ante la autoridad tributaria una declaración sin requerimiento previo, de la que resultó una deuda tributaria, ya satisfecha, por importe de 678.393.72 euros incluyendo intereses y recargos. Unos meses después presentó una segunda declaración ante Hacienda por la que abonó cerca de cuatro millones y medio de euros.