La infanta Cristina ha aparecido en público en un acto en el que ha sido homenajeada. El Comité Olímpico Español (COE) ha querido reconocer a los deportistas de nuestro país que participaron en los Juegos de Calgary y Seúl 88, donde la hermana de Felipe VI participó como abanderada. En este acto que se ha producido después de su ruptura con Iñaki Urdangarin ha aparecido de lo más sonriente y se ha mostrado feliz y emocionada al recibir un diploma y recordar su experiencia al frente de la delegación española.
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El acto ha tenido lugar en el auditorio Alfredo Goyeneche de Madrid, ciudad a la que se ha desplazado después de su paso por Figueres donde participó esta misma semana en una reunión del patronato de la Fundación Gala-Salvador Dalí. La Infanta lució un pantalón blanco y una blusa en color nude que acompañó de unos zapatos de salón con animal print de tacón bajo. No paró de sonreír y fue distinguida por su contribución al deporte español. Fue la primera mujer en portar la bandera de unos Juegos Olímpicos de verano y formó parte del equipo femenino de la clase 470 de vela. Se refirió de la siguiente manera al papel que desempeñó en 1988. “Es algo indescriptible, el poder estar ahí con todo el equipo, fruto del trabajo de tantos años de preparación”, manifestó.
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Con muy buen aspecto, aunque algo más delgada, compartió protagonismo con la esquiadora Ainhoa Ibarra, la abanderada del equipo nacional en Calgary ‘88 y charló con el resto de homenajeados entre los que se encontraban Lola Fernández Ochoa, que recogió un diploma en nombre de su hermana, la esquiadora fallecida Blanca Fernández Ochoa, o el jinete Luis Astolfi.
También posó en el exterior con el resto de la delegación de los Juegos Olímpicos de hace 34 años y se la vio hablando animadamente con muchos de los atletas y personalidades que estuvieron involucrados en esas Olimpiadas como el equipo de atletismo con Abel Antón, entre otros, o el de ciclismo. También se quedó al cóctel posterior con su diploma bajo el barzo, en una jornada en la que reinó el buen ambiente, los recuerdos y la camaradería.
Por su parte, el presidente del COE, Alejandro Blanco, agradeció su presencia a todos los asistentes y dijo: “Hacer un reconocimiento a los deportistas es recordar el pasado, pero también es vivir el presente porque los Juegos Olímpicos siempre están ahí”. “Han pasado 34 años, pero podéis sentir una vez más la admiración, el respeto y el aplauso de los que tuvimos la oportunidad de ilusionarnos con vosotros y admiraros. Y, hoy, 34 años después, aquellos que no os vieron tienen que conoceros a través de estos recuerdos y deben conoceros como leyendas”, añadió. En la cita olímpica de 1988, España participó con 217 deportistas y consiguió cuatro medallas y dieciséis diplomas