La reina Letizia, presidenta de honor de Unicef España, ha sido nombrada por este organismo defensora para la salud mental de la infancia y la adolescencia. Al aceptar este cargo, la esposa de don Felipe amplía su compromiso con la entidad para contribuir a visibilizar los problemas de este tipo que sufre la población más joven , conseguir compromisos para aumentar la inversión en este ámbito y promover el bienestar de la infancia y sus cuidadores. Asimismo, ayudará a impulsar la agenda y el trabajo de Unicef, que está reforzando sus programas de salud mental en todo el mundo. El fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, es una agencia de la ONU que "trabaja para que todos los niños del mundo puedan disfrutar de ser niños sin preocuparse de nada más". En el sistema de Naciones Unidas, este nuevo papel de doña Letizia se suma al de embajadora especial de la FAO para la nutrición.
En los últimos tiempos, es una prioridad para Unicef la salud mental en los niños y adolescentes y hace un llamamiento a los gobiernos para que inviertan en ello. "Si no se abordan los retos en materia de salud mental pueden dificultar el aprendizaje y desarrollo de los niños y adolescentes y, algún día, limitar su contribución a la sociedad", asegura Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef. "Durante demasiado tiempo, el bienestar mental de niños y jóvenes no ha sido una prioridad política o presupuestaria. Damos las gracias a S. M. la reina Letizia por su compromiso para concienciar, combatir el estigma y aumentar la inversión en salud mental. Juntos podemos ayudar a cada niño y adolescente a alcanzar su pleno potencial".
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A raíz de la pandemia y sus consecuencias, la salud mental en los colectivos de la infancia y la adolescencia se han resentido, algo que ha generado una preocupación global. Según los últimos datos disponibles que baraja Unicef, se estima que más de un 13% de los chicos y chicas de entre 10 y 19 años tienen un problema mental diagnosticado, de los que el 40% son ansiedad y depresión, lo que se traduce en 166 millones de jóvenes. En la franja de edad que abarca entre los 15 y los 24 años, el 19% dijeron que se sentían deprimidos o tenían poco interés en hacer cosas. Estas realidades psicosociales suponen una en alteración en sus vidas, su salud y las perspectivas de futuro de los niños y adolescentes que las sufren.
Durante los próximos años y con la colaboración de la Reina en su papel de defensora para la salud mental de la infancia y adolescencia, Unicef trabajará para lograr que se aumente la financiación en todo el mundo, conseguir que padres y cuidadores tengan acceso a programas de parentalidad universales y que haya en los colegios servicios de salud mental para cambiar la forma en la que se habla de salud mental y desaparezca el estigma. "Para Unicef España es un gran orgullo que nuestra presidenta de honor adquiera ahora también este nuevo rol a nivel mundial", ha asegurado Gustavo Suárez Pertierra, presidente de la institución en nuestro país.
Desde el año 2014, la reina Letizia es presidenta de honor de Unicef. En este tiempo ha apoyado diversas iniciativas y ha acudido a numerosos actos y reuniones de trabajo, en las que se ha interesado por diferentes problemas que afectan a los niños y adolescentes. En los dos últimos años ha estado especialmente pendiente del impacto de la Covid-19 en los más pequeños y ha mantenido encuentros para conocer de primera mano la respuesta de la organización a la pandemia. En diciembre de 2021 presidió un acto para celebrar el 75 aniversario de la entidad. También ha presidido la entrega de premios Unicef y sigue con atención el trabajo de la entidad, del que recibe información de manera habitual.
Las actividades de doña Letizia en el ámbito de la salud mental comenzaron con una reunión de trabajo con la Confederación Salud Mental España, en su sede del barrio de Villaverde de Madrid, el 18 de octubre de 2016. A partir de ese encuentro, se han producido contactos permanentes con diferentes organizaciones siempre vinculados a la situación de la salud mental en España, incluso durante el confinamiento, cuando la Reina mantuvo videoconferencias para seguir el impacto de la pandemia en los trastornos de este tipo.