Don Felipe y doña Letizia asisten este martes al servicio religioso que se que celebrará en honor del duque de Edimburgo, en la Abadía de Westminster en Londres. Felipe de Edimburgo falleció el pasado 9 de abril de 2021 en el palacio de Windsor a los 99 años pero, en ese momento, debido a las restricciones impuestas por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, solo pudieron asistir a su funeral, celebrado el 17 de abril, 30 personas. En esta ocasión, recibirá una despedida multitudinaria con representantes de varias Casas Reales de Europa, entre los que se encuentran Guillermo y Máxima de los Países Bajos que acudirán con la princesa Beatriz y Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, entre otros, acompañarán a la familia Windsor en esta misa. Los Reyes han querido aceptar la invitación personal de Isabel II a este acto en memoria de su esposo y han viajado a Londres para estar junto a ella y decirle adiós de manera oficial al padre de Carlos de Inglaterra. Los lazos con la corona británica son muy estrechos y así lo hemos podido comprobar en las últimas visitas que Felipe VI y la reina Letizia han hecho a la ciudad del Big Ben.
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El último viaje oficial que los Reyes realizaron a Londres fue el 17 de junio de 2019. Fue un día muy especial para don Felipe que, acompañado por su esposa, la reina Letizia, y ataviado con la indumentaria tradicional de los caballeros de la Orden de la Jarretera, fue distinguido con esta distinción, la máxima de la monarquía británica que premia el valor y la lealtad, más antigua que la española del Toisón de Oro. Felipe VI entró a formar parte del selecto grupo de ocho caballeros extranjeros del que también forma parte su padre, don Juan Carlos, investido en 1989. Ese mismo día también recibió el mismo honor el rey Guillermo de los Países Bajos. Después del ritual privado en el Salón del Trono de la Jarretera del castillo de Windor y el almuerzo ofrecido por Isabel II, los nuevos caballeros se estrenaron desfilando antes del servicio religioso en la capilla de San Jorge en el Palacio de Windsor en el que se oficializó su nombramiento, mismo lugar donde hoy descansan los restos de Felipe de Edimburgo. El Rey formó parte del espectacular desfile en Windsor con el que cada año Reino Unido celebra la llegada de nuevos miembros a la prestigiosa Orden.
Mientras don Felipe y el Rey de los neerlandeses marchaban junto a los demás miembros de la Orden, entre los que se encuentran ocho miembros de la familia Windsor, la reina Letizia tuvo la oportunidad de departir con los allí presentes e incluso se la pudo ver charlando afablemente con Máxima de los Países Bajos, las duquesas de Cambridge y de Cornualles y la condesa de Wessex. Todas ellas disfrutaban de la marcha castrense en la que participaban sus esposos para unirse más tarde a ellos en la tradicional procesión en los elegantes carruajes que ponía el colofón final a la histórica ceremonia.
Pocos meses antes, en marzo de 2019, volvía a haber representación de la realeza española en Londres, en esta ocasión la reina Letizia viajaba en solitario para inaugurar una exposición sobre el pintor valenciano Joaquín Sorolla en la National Gallery de la ciudad británica, donde estuvo acompañada por un muy atento príncipe Carlos. Muy sonrientes, volvieron a demostrar que la relación entre ambas familias es muy buena. A la llegada de la esposa de Felipe VI, con 20 minutos de retraso, el príncipe de Gales besó con cariño la mano de la Reina antes de darse dos besos.Tras ello, y acompañados de las personalidades del museo, recorrieron algunas de las salas en las que se exponían las 60 obras que componían la muestra titulada Sorolla: Spanish Master of Light (Sorolla: maestro español de la luz).
En el verano de 2017, los Reyes hacían un viaje de Estado, más de tres décadas después de que un soberano español pisara el Reino Unido en un desplazamiento de Estado. Felipe y doña Letizia fueron recibidos por todos y cada uno de los miembros de la familia Windsor durante los tres días que duró su estancia en el país y en todo momento quedaron patentes sus excelentes relaciones. Felipe VI y la reina Letizia recorrieron en un carruaje la avenida The Mall hasta llegar la palacio de Buckingham, la residencia oficial de la monarquía británica y en donde don Felipe y doña Letizia se alojarán durante su visita de Estado; tuvieron un almuerzo privado con la monarca, quien les invitó a visitar una exhibición en la Picture Gallery con obras pertenecientes a la Colección Real relacionadas con España. Estuvieron en Clarence House, residencia del Heredero al trono y de su mujer. También visitaron el Palacio de Westminster, donde fueron recibidos por el presidente de la Cámara de los Comunes, entre otros muchos actos.
Uno de los momentos más esperados de ese viaje fue el banquete de Estado que Isabel II organizó en el Palacio de Buckingham en honor de los Reyes. Don Felipe y doña Letizia -vestida de rojo, su color para las grandes citas y con la Tiara Flor de Lis- fueron recibidos por la reina de Inglaterra en el Salón de la Música, en donde se hicieron la foto de familia, y después, el cortejo real encabezado por la anfitriona y por el soberano español puso rumbo al impresionante salón de estilo victoriano, una estancia con 14 metros de altura, 34 de longitud y 18 de ancho, el de mayor tamaño de los 16 salas de Estado que tiene Buckingham.
Como es habitual, tanto en el menú como en la decoración, la soberana hizo varios guiños a nuestros país. Las fuentes estaban decoradas con claveles rojos (de azúcar), de los que han dicho que era la "flor nacional española", y en la mesa presidencial se dispusieron unos peces articulados de oro, un detalle cargado de significado que don Juan Carlos y doña Sofía regalaron a la Reina y al Duque de Edimburgo con ocasión de su 50º aniversario de Boda. Sin duda una emotiva noche que permanecerá en el recuerdo. En todos los actos que Isabel II compartió con Felipe VI y doña Letizia en su viaje de Estado, la soberana no borró la sonrisa de su cara, se mostró muy habladora con ellos en todo momento. En su despedida, don Felipe no pudo disimular su afecto por la monarca más longeva de Europa y su estrecho vínculo familiar, le dio un abrazo y dos besos, un gesto más de cercanía existente en las dos familias.
El vínculo de la Familia Real española y británica
La relación entre las Casas Reales de España y Reino Unido es muy estrecha, tal y como quedó reflejado en el telegrama que don Felipe y doña Letizia enviaron a los Windsor tras el fallecimiento del duque de Edimburgo. "Querida tía Lilibet, hemos sentido una profunda tristeza al recibir la noticia del fallecimiento de nuestro querido tío Philip. En estos momentos dolorosos, queremos trasladaros nuestras más sentidas condolencias en nombre del Gobierno y del pueblo español, así como también toda nuestra cercanía y apoyo. Nunca olvidaremos las ocasiones que pudimos compartir con él ni el legado de servicio y dedicación a la Corona y al Reino Unido que siempre desempeñó a vuestro lado. Nuestros pensamientos y oraciones están con vuestra majestad y con toda la familia. Con todo nuestro cariño y afecto", decía el texto firmado por los Reyes.
Ambas monarquías tienen lazos familiares gracias al parentesco que unía a los reyes Sofía y Juan Carlos con Felipe de Edimburgo al ser los tres tataranietos de la reina Victoria. El marido de Isabel II nació en 1921 en villa Mon Repos, la misma en la que veraneaba doña Sofía, en la isla griega de Corfú. En ese mismo lugar los Condes de Barcelona pasaron el verano de 1961, el anterior al anuncio oficial de compromiso de los Reyes. Además, era nieto por parte de padre de Jorge I de Grecia y primo carnal de Pablo I, el padre de doña Sofía. El Duque y la Reina eran, por tanto, tío y sobrina en segundo grado.