Laurence Debray, la biógrafa y confidente de Don Juan Carlos, nos desvela nuevos detalles sobre la vida del rey en Abu Dabi

Prefiero, en este momento, continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi, donde he encontrado tranquilidad, especialmente para este período de mi vida. Aunque, como es natural, volveré con frecuencia a España, a la que siempre llevo en el corazón, para visitar a la familia y amigos”. Mucho se ha escrito sobre la carta que el Rey don Juan Carlos ha dirigido a su hijo, el Rey don Felipe. Muchos son los que han opinado sobre la trascendental decisión del antiguo monarca de mantener su residencia en la capital de los Emiratos Árabes Unidos, donde se instaló en el verano de 2020.

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Sin embargo, faltaba el análisis de una de las personas que más y mejor conocen al ex jefe de Estado: Laurence Debray. La historiadora, autora de una biografía de don Juan Carlos y del documental  Yo, Juan Carlos, Rey de España , nos habla de los motivos que han llevado al Rey a escribir a su hijo para informarle de sus planes de futuro y anunciarle unas visitas frecuentes a España de ahora en adelante. A comienzos de abril, la escritora franco-venezolana publicará con la editorial Debate un nuevo libro, Mi rey caído, con vertientes más introspectivas y personales sobre la figura y el legado del padre de Felipe VI.

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—¿Qué le ha parecido la carta que envió el Rey Juan Carlos a su hijo?

—Su decisión de “continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi” me parece un acto generoso hacia la Corona. No quiere perturbar el buen funcionamiento de la Monarquía. No quiere atraer la atención en detrimento de su hijo. Acepta quedarse en un segundo plano para que su hijo pueda reinar tranquilamente. Eso me parece un acto generoso porque, en el fondo, estoy convencida de que él preferiría vivir en su casa, en España.

—¿Cómo interpreta que la Casa Real hiciera pública la misiva?

—En mi opinión, el Palacio de la Zarzuela hizo pública esta carta para evitar los rumores y especulaciones. Demuestra que la situación está clara, que hay un acuerdo entre los dos Reyes, entre padre e hijo.

“Recibe visitas de amigos no solo españoles, sino también de toda la región y del mundo entero. Sale a restaurantes, sigue la actualidad internacional, recibe llamadas...”

—En estos últimos días, medios de prestigio han publicado que en realidad Zarzuela “dictó” a don Juan Carlos la carta. ¿Da algún tipo de vera­cidad a estas informaciones?

—Yo no estoy en los entresijos entre Moncloa, Zarzuela y Abu Dabi. Y tampoco me interesan mucho. Lo principal es el resultado, que se haya llegado a un modus vivendi entre los dos Reyes en beneficio de la Corona. Al final, los dos Reyes hacen lo necesario para proteger a la institución. Ya no hay más ambigüedades o conjeturas. La situación se clarificó y ya se puede pasar a otro capítulo.

—Entonces, ¿considera que se ha abierto una nueva etapa para el Rey desde el archivo de las investigaciones de la Fiscalía?

—El archivo ha tenido que ser un alivio para los dos Reyes. Mostró también que don Juan Carlos no se benefició de la presunción de inocencia. La travesía del desierto se acabó ya. Una nueva etapa se abre: para el Rey emérito, significa volver a una cierta normalidad después de una especie de purgatorio.

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—¿Cómo vive el Rey Juan Carlos en Abu Dabi?

—Lleva una vida activa y sana. Se entrena todas las mañanas y cuida su alimentación. Bajó mucho de peso. Recibe visitas, sale a restaurantes, sigue la actualidad internacional, recibe llamadas... Está descubriendo por primera vez el lujo de tener una vida privada. Y le ha cogido el gusto.

—En España, hay gente que ha criticado que haya elegido Abu Dabi como destino para su nueva vida. ¿Cree que ha sido una decisión acertada elegir la capital de Emiratos Árabes?

—Al principio, cuando supe que se había ido a Abu Dabi, me decepcionó bastante. Es uno de los capítulos de mi libro. Luego entendí sus razones: necesitaba un lugar donde pudiera gozar de una privacidad total. Si se iba a Portugal, a Estoril, donde vivió con su padre y donde se siente muy a gusto, los periodistas españoles lo hubieran encontrado en pocas horas y de nada hubiera servido irse de España. También, Abu Dabi tiene muy buenos hospitales, donde le iban a poder atender en buenas condiciones. En aquella época, con la pandemia, había medidas muy estrictas para controlarla y eso le daba seguridad sanitaria. Sabía que iba a ser bien acogido por el Sheikh Mohamed (el Jeque Moham­med bin Zayed, príncipe heredero de Abu Dabi), al que conoce bien desde hace años. Ya había conocido a su padre, el fundador de los Emiratos. Es un país donde lo aprecian mucho. Al final, no sé si tuvo muchas opciones, pero esta le pareció la mejor.

“Está descubriendo por primera vez el lujo de tener una vida privada. Y le ha cogido el gusto”

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—¿Qué es lo que el Rey más echa de menos de España?

—Echa de menos a sus amigos, sus regatas, la buena comida española...

—¿Recibe muchas visitas?

—Recibe visitas de amigos no solo españoles, sino también de toda la región y del mundo entero. Tiene redes de apoyo y de amistad en todos lados y de personas de ámbitos muy diversos. Los emiratíes le quieren y están honrados de que viva ahí.

“Su decisión de ‘continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi’ me parece un acto generoso hacia la Corona. Estoy convencida de que preferiría vivir en su casa, en España”

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—¿En algún momento se desesperó por no poder volver a España?

—Volverá de manera puntual y privada a Espa­ña. Seguro que cuenta los días que ha pasado fuera de su país.

—¿Cómo imagina que será su regreso a nuestro país?

—Estoy convencida de que recibirá un cálido recibimiento de sus amigos. Seguro que algunos, de ciertos partidos, lo criticarán, como lo hacen desde hace años ya. Pero creo que los españoles, en su mayoría, entienden que es legítimo que un padre, que es, además, el padre de la democracia española, pueda reunirse con su familia para Navidad o cualquier otro acontecimiento privado o deportivo.

“La travesía del desierto se acabó ya. Una nueva etapa se abre: para el Rey emérito significa volver a una cierta normalidad después de una especie de purgatorio”

—¿Cree que los españoles han tratado justamente a don Juan Carlos en estos últimos años?

—No estoy en posición de juzgar a los españoles ni de juzgar al Rey tampoco. No soy juez ni abogada. Como historiadora, solo quiero poner de relieve su obra política y su papel en la historia europea. El Rey Juan Carlos es un personaje clave de la historia de Europa, y no solamente de España, de la segunda mitad del siglo XX. Entiendo que algunos aspectos de su vida personal hayan podido decepcionar a los españoles, pero creo que no tienen que olvidar que le deben mucho también.

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