El Rey ha culminado este domingo un viaje a La Palma repleto de emociones, las que emanan de un pueblo volcado en recuperar cuanto antes la normalidad tras sufrir durante meses la destrucción del volcán. El monarca, tal y como tenía programado en su agenda, ha estado al frente de la XXVI Conferencia de Presidentes que se ha celebrado en localidad canaria de Los Llanos de Aridane, lugar escogido de manera significativa para seguir mostrando el apoyo y la solidaridad de todos con la isla. Antes de comenzar el acto, don Felipe ha tenido un breve encuentro con los líderes de los gobiernos de las comunidades, a los que saludaba uno por uno estrechándoles la mano mientras intercambiaban algunas palabras de forma distendida. El Museo Arqueológico Benahoarita ha acogido esta cumbre de mandatarios autonómicos, cuyo principal objetivo era abordar una respuesta conjunta a la crisis provocada por la guerra en Ucrania.
Tras la llegada de las autoridades -entre las que se encontraban también miembros del Gobierno central y del Senado- y hacerse la foto de familia, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el presidente canario, Ángel Víctor Torres, han comparecido ante los medios para hacer una breve declaración. Posteriormente, comenzaba la reunión donde no solo se ha abordado el conflicto bélico en el este de Europa sino también la situación actual derivada del Covid-19 o el reparto de los fondos de la UE, entre otros temas. Seis meses después de su primera visita, los Reyes volvían este fin de semana a La Palma para rendir un merecido homenaje a los afectados por el Cumbre Vieja. Desde su aterrizaje y primera toma de contacto, los monarcas mostraron en todo momento su cariño y cercanía con los vecinos que aún pelean por seguir adelante con sus vidas después de padecer la catástrofe natural.
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A pie de calle, pudimos ver entrañables escenas como cuando doña Letizia abrazaba a una persona con movilidad reducida que se había acercado hasta ella, o el instante en el que don Felipe chocaba los puños con un grupo de niños que se encontraba en el lugar. Durante la ceremonia que tuvo lugar en Museo Insular del Convento de San Francisco, el soberano confesaba que en su día "nos fuimos de aquí muy impresionados por lo que pudimos ver", sabiendo que no olvidarían la desolación y también la esperanza de sus ciudadanos. De esta forma, trasladó sus ánimos y afecto a los palmeros para el arduo proceso de reconstrucción que tienen por delante, con unas palabras pronunciadas en primera persona donde dejaba claro su fuerte compromiso: "En ese camino, no lo dudéis, nos tendréis siempre a la Reina y a mí a vuestro lado", les dijo.
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