La infanta Cristina se ha dejado ver este fin de semana en una sus contadas apariciones públicas desde que, el pasado 24 de enero, ella e Iñaki Urdangarin anunciaran "de común acuerdo" la "interrupción de su relación matrimonial". La hermana mayor del rey Felipe se encuentra actualmente en Barcelona, tal y como adelantó ¡HOLA! en exclusiva, y su último plan conocido ha sido reunirse con su hijo Pablo. Como otras tantas veces han hecho, ambos acudían juntos al Pabellón Blaugrana de la ciudad condal para presenciar un partido de balonmano del equipo local. En esta ocasión, el choque de Liga Asobal que enfrentaba al Barça contra el Bidasoa Irún y que terminó con victoria de los catalanes frente a los vascos por un tanteo de 31 a 28. Sentados en las gradas del recinto, el uno al lado del otro, la Infanta y su vástago eran fotografiados por Mundo Deportivo durante el encuentro en actitud tranquila mientras disfrutaban del espectáculo que se disputaba al mediodía del sábado.
Doña Cristina, imagen de la soledad y el desconsuelo, vuelve a encerrarse en Ginebra
La primogénita de los reyes Juan Carlos y Sofía, que llevaba puesta una mascarilla de color negro, lucía pantalones vaqueros, camiseta azul oscura y una chaqueta americana a juego. Pablo, que juega en el filial azulgrana y ya ha debutado esta temporada con el primer equipo, iba más casual con una sudadera de capucha y una gorra gris sobre la cabeza. El pasado viernes conocíamos también el plan de Iñaki Urdangarin en Barcelona junto a un grupo de amigos, concretamente en una cena con excompañeros de su etapa como jugador de balonmano en el conjunto culé. En una imagen compartida por el laureado Enriq Masip, que además es el actual asesor del presidente Joan Laporta, podíamos ver al yerno de Juan Carlos I ocupando su sitio alrededor de una larga mesa, con una gran sonrisa durante una agradable velada en un ambiente distendido.
Cristina e Iñaki, la verdadera historia de su separación
Cabe recordar que la Infanta y el exduque de Palma viajaron a la ciudad condal el pasado 11 de febrero, ella procedente de Ginebra acompañada por su hija Irene, y él desde Vitoria. Mantenían entonces una reunión secreta después de todos los acontecimientos acaecidos en el último mes, un cara a cara en el que puede que haya terminado el tiempo de reflexión, pero también es posible que sea un nuevo alto en el camino mientras siguen meditando sobre el futuro de su matrimonio. Al mismo tiempo, podíamos ver en nuestra revista a Ainhoa Armentia en una estampa de lo más familiar junto a su todavía marido Manuel Ruiz y sus hijos. Desde que saltó a la primera plana, y al igual que su compañero de trabajo, rara vez se la ha visto sola. Siempre va rodeada de su gente, el círculo más íntimo en el que sin duda parece haber encontrado cariño y el mejor apoyo.