Los Reyes no cuentan con muchas oportunidades para mostrar su lado más desenfadado en público dada la solemnidad que suelen requerir la mayor parte de los actos a los que acuden. Por eso, cuando las circunstancias les permiten salirse del guion, sorprende conocer esa faceta más natural y espontánea, como la que ha mostrado este viernes Doña Letizia, que continúa con su agenda mientras el rey Felipe se recupera del covid aislado en su residencia. Tras presidir una reunión del Patronato de Huérfanos del Ejército de Tierra, una asociación benéfica adscrita al Ministerio de Defensa que celebra su 150º aniversario, llegaba el momento de entrar en contacto con la parte más humana de la entidad al encontrarse en la Residencia Logística Militar San Fernando con algunos de los niños que viven bajo la protección de esta entidad y otros familiares. Ha sido entonces cuando hemos podido ver a la Reina más cercana y cariñosa con los pequeños que aguardaban su visita.
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Jugando con dos niños en el suelo: doña Letizia muestra su lado más tierno
Como es lógico a su corta edad, alguno recibió a doña Letizia entre lágrimas, tal vez cansado por la espera, y otros ya apuntaban maneras para convertirse en los protagonistas de la jornada. Los dos niños más mayores de la sala no tardaron en atraer la atención de la Reina. Muy risueños y vestidos prácticamente iguales con pantalón azul marino y camisa azul claro, parecían muy ilusionados con la visita y doña Letizia no ha dudado en agacharse para conversar con ellos e incluso animarse a tocar el piano en una especie de concierto a seis manos con muchas risas, pero aún pocas dotes musiciales. Fue uno de los momentos más simpáticos ya que uno de los niños preguntó a la esposa de don Felipe si era suyo el instrumento. "No es mío, pero ¿sabes tocarlo?", respondía la Reina más que dispuesta a sentarse con ellos y mostrarles como sonaban las teclas. Sin embargo, los pequeños estaban demasiado emocionados como para prestar atención a una escala.
Antes del momento musical, no faltó la foto de grupo de rigor, un trámite más que conocido para la mujer del Monarca, pero toda una novedad para los niños, que al final reclamaban al fotógrafo el resultado para dar su visto bueno. "A ver la foto", pedía uno de ellos insistentemente, tanto que incluso la Reina se unió a su petición. No sabemos si el autor de la imagen accedió, pero para la segunda foto en la escalera con todas las autoridades no faltaron los niños que reivindicaron su lugar en el posado. ¡Y qué lugar! Doña Letizia les dijo que se pusieran a su lado dándoles la mano a cada uno de ellos.
El objetivo de esta residencia que pertenece al Patronato de Huérfanos del Ejército de Tierra, es proporcionar el apoyo necesario a los huérfanos para conseguir un medio de vida adecuado a sus condiciones intelectuales y circunstancias personales. El 1 de octubre de 1871 se considera el primer inicio con el colegio de huérfanos de la Infantería en el seno del Ejército. El 15 de abril de 1994 la reina Sofia amadrinó el Patronato y el 21 de febrero de 1995 les recibió en audiencia en el Palacio de la Zarzuela, a la que asisitió la Junta de Gobierno, los directores de los centros y una representación de alumnos.