Dicen que tras la tormenta, llega la calma. Pero, en el caso de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, parece que no es así. Y eso que, hace un par de semanas, parecía que la vida del matrimonio estaba volviendo a la ansiada normalidad. Acompañados por sus cuatro hijos, la hermana del Rey don Felipe y el exjugador de balonmano volvían a ser vistos juntos y sonrientes en el lugar donde alguna vez fueron muy felices, tal como recogía en exclusiva ¡HOLA!, en el número publicado en la semana del cinco de enero. Los exduques de Palma eran fotografiados pasando de nuevo la semana de Navidad en Baqueira Beret, en el Pirineo catalán, de cuyas pistas son fieles incondicionales.
Antes de poder ser captadas estas familiares imágenes, el matrimonio ya había demostrado seguir tan unido como siempre y, en los últimos meses, se había mostrado ya en público. En octubre del año pasado, por ejemplo, acudieron juntos al debut deportivo de Pablo, el segundo de sus cuatro hijos, en el primer equipo del Barça de balonmano. Con ese motivo, Urdangarin se animó a conceder su primera entrevista tras estallar el caso Nóos, en la que manifestó que el parecido más grande con su hijo es que los dos son zurdos. “A su edad tiene más talento que yo cuando jugaba”, admitió, orgulloso. La carrera de Pablo es, sin duda, una de las mayores alegrías que ha vivido el exduque de Palma en los últimos tiempos y, a partir de ahora, quiere estar ócerca de él para ayudarle en todo lo que sea posible.
Volviendo a Baqueira, era esta la primera vez en cinco años que Cristina de Borbón y su marido se mostraban juntos en la exclusiva estación de esquí. La última vez había sido en el invierno de 2016, poco antes de que Urdangarin fuese condenado a seis años y tres meses de prisión por su papel en el caso de Nóos (luego, la justicia rebajó su condena cinco meses, dejándola en cinco años y diez meses de cárcel).
Fueron unos días en los que fueron vistos muy unidos y felices en unas familiares vacaciones blancas y en un enclave único que la hija del Rey don Juan Carlos suele visitar en las fechas navideñas desde su infancia. Arropados por Juan Valentín, Pablo Nicolás, Irene y Miguel, los dos disfrutaron de varios días practicando el deporte del esquí como en los viejos tiempos: todos juntos, en familia y sin preocupaciones.
Su visita al Pirineo catalán parecía seguir el orden natural de las tradiciones familiares de la infanta Cristina y su marido. Y es que, desde que él se mudara a Vitoria, los dos se han dejado ver disfrutando de encuentros familiares mucho más a menudo. De hecho, el pasado verano retomaban otra de sus citas casi obligadas, tanto como Baqueira, ya que volvían a pasar también unos días de vacaciones en Bidart, donde se dejaron ver relajados y sin aparentes preocupaciones. Cambiando el escenario y la temperatura, una imagen muy parecida a la última que ofrecieron en la estación invernal.
Estas vacaciones eran, además, una prueba más del amor del que siempre han hecho gala doña Cristina e Iñaki Urdangarín, un amor que a lo largo de estos últimos años ha pasado por muchas pruebas. En 2010, la justicia inició la investigación sobre las actividades económicas del entonces duque de Palma, que concluyó con una condena en 2017.
Durante estos años, la pareja ha pasado por momentos difíciles, como la pérdida de su título nobiliario o el ingreso en prisión del exdeportista. Cinco años después, el matrimonio volvía a sonreir en el lugar donde fueron felices.