Felipe VI y doña Letizia inauguraron la agenda de 2022 presidiendo la Pascua Militar en el Palacio Real. El solemne acto castrense que marcó, como cada 6 de enero, el fin de las fiestas navideñas y el inicio del año militar, y que tuvo que ser adaptado de nuevo a las restricciones sanitarias tanto en número de invitados como en formato.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Los Reyes presidían la ceremonia —octava vez desde su llegada al Trono— un día después de que don Juan Carlos cumpliera ochenta y cuatro años, en Abu Dabi, y a tan solo unas horas de que la princesa Leonor retomara puntualmente sus estudios en el Atlantic College, en Gales, donde no se celebra la Epifanía.
La Reina estrena ‘piercing’, camino de cumplir los cincuenta, y ‘pierde’ su broche más valioso en la Pascua Militar… y el Rey lo rescata
Por primera vez, la heredera al Trono no disfrutó del Día de Reyes con sus padres y su hermana, Sofía, quienes, a su vez, tampoco acudieron a tomar el roscón a casa de Jesús Ortiz. Otro misterio sin resolver, ya que, más allá de las especulaciones —se reunieron en otro domicilio o anularon la cita por el gran aumento de contagios—, se desconoce el verdadero motivo por el que han roto la tradición.
Si para la princesa el año empezaba de diferente manera, después de tres semanas de vacaciones en la más estricta intimidad —la única imagen que se publicó de ella fue la de la felicitación de Navidad junto a su familia—, para los Reyes y la infanta Sofía también hubo cambio de planes en la tarde del 6 de enero.
Un día que sí arrancó con toda la tradición en la plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid. Allí retomó Felipe VI la agenda del año, con su uniforme de gala de capitán general del Ejército de Tierra, acompañado de la Reina, que vestía con un vestido camisero azul con falda de vuelo. Un diseño de estreno para el inicio del año, aunque fueron sus joyas las que acapararon toda la atención y por un doble motivo. Decididamente moderna, apareció con la oreja izquierda perforada y llevando un piercing plateado en forma de bolita junto a los aros de Bulgari con aguamarinas. Celebrará en septiembre su cincuenta aniversario, pero sigue sorprendiendo.
Asimismo, y tras subirse a la tribuna, doña Letizia también sufría un percance con otra joya. La Reina se arropó con su chaquetón de pelo sin darse cuenta de que se le había caído al suelo su broche más valioso. La alhaja de pasar con perla central gris, rodeada de diamantes y el pendentif de la llamada perla ‘Peregrina II’, que el Rey rescató entre sus pies y su mujer mantuvo a buen recaudo hasta que pudo volver a ponérselo fuera de cámara.
La Reina estrenó un vestido azul y llegó del brazo del Rey al salón del Trono, donde Felipe VI pronunció el primer discurso del año
Tras los honores, el Himno Nacional y pasar revista Felipe VI a una formación de la Guardia Real y saludar a la bandera, los Reyes se trasladaron al interior de palacio para recibir en el salón del Trono el saludo de los máximos representantes de las instituciones del Estado, las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil.
Durante esta ceremonia castrense —creada por Carlos III hace doscientos cuarenta años—, Felipe VI impuso condecoraciones a diferentes miembros de las comisiones militares y dio el primer discurso del año. El Rey dijo que la Pascua Militar “me permite expresar personalmente nuestro afecto y admiración a las Fuerzas Armadas y a la Guardia Civil” y tuvo muy presente a las víctimas de la pandemia y a “nuestros compañeros fallecidos o heridos en el cumplimiento de sus misiones”. Asimismo, honró, “con gran emoción, la memoria y dignidad de las víctimas del terrorismo”, cuando se han cumplido diez años del cese de la brutal violencia de la banda terrorista ETA.
Felipe VI, además, expresó “el orgullo de la sociedad española hacia la institución militar” y felicitó a las Fuerzas Armadas por su actuación en la pandemia, la evacuación de los colaboradores de Afganistán y en todas las misiones en situaciones de emergencia como la tormenta Filomena, las inundaciones y la erupción del volcán de La Palma.