El 2021 ha sido, sin duda, el año del gran cambio de la princesa Leonor. La hija mayor de los Reyes y heredera al trono ha vivido doce meses inolvidables en los que ha tenido la oportunidad de vivir experiencias únicas derivadas de sus funciones institucionales, pero también nuevos retos en su esfera más privada. Uno de los desafíos más importantes a los que se ha enfrentado ha sido irse a estudiar al extranjero, al UWC Atlantic College de Gales (Reino Unido) en régimen de internado. Ha dejado el que ha sido su colegio, el Santa María de los Rosales, a sus compañeros, su casa, sus padres y a su querida hermana, la infanta Sofía, su fiel escudera y su mejor amiga. Un cambio de vida radical en el año en que se convirtió en toda una adolescente de 16 años, hizo la confirmación y siguió teniendo mayor protagonismo en la agenda institucional de la Corona, al presidir por primera vez un acto en solitario. La hemos visto muy segura y con mucho aplomo en cada aparición pública y también ha sido el año en que ha marcado tendencia y ha despuntado con su propio estilo, que incluye maquillaje, mechas y tacones. En esta vuelta al Sol ha plantado un árbol por el planeta, ha viajado hasta Santiago de Compostela y en su primer regreso a España no faltó a su cita con los Premios Princesa de Asturias. Muchas alegrías que se vieron empañadas el pasado 27 de julio con la muerte de su bisabuela, Menchu Álvarez del Valle.
El anuncio de su nuevo rumbo académico
Fue a principios de febrero cuando la Casa Real difundió un comunicado en el que informaba que la Princesa cursaría Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College de Gales, de la institución educativa Colegios del Mundo Unido. Se comunicó que viviría como el resto de alumnos, en régimen de internado dentro del recinto en una de las casas en las que los estudiantes se distribuyen por grupos de nacionalidades, orígenes y confesiones diferentes. El coste está satisfecho en su integridad personalmente por los Reyes y asciende a 67.000 libras esterlinas (78.754 euros). La Princesa marchó a Gales el 30 de agosto y protagonizó una emotiva despedida, con abrazos a sus padres y hermana, en el aeropuerto de Barajas antes de subirse al avión. Fue la primera vez que Leonor y Sofía tomaban caminos distintos. En este colegio, por el que se interesó a raíz de que Elisabeth de Bélgica estudiara en él, también se encuentra matriculada Alexia de Holanda, la hija mediana de los reyes Guillermo y Máxima.
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Su primer acto en solitario como heredera
El 24 de marzo, la Princesa, por encargo de su padre, presidió en solitario en el Instituto Cervantes el acto de conmemoración del 30º aniversario de la creación del organismo. Depositó como gesto simbólico en la Caja de las Letras el ejemplar de la Constitución que leyó el 31 de octubre de 2018 y el de El Quijote cuya lectura compartió el 23 de abril de 2020 con la infanta Sofía. Demostró que asume con profesionalidad sus obligaciones como heredera. Fue en la sede de la institución en Madrid cuando en el año 2018 leyó un artículo de la Carta Magna. Entonces, junto a ella estaba su padre, don Felipe, mirándola con orgullo mientras su madre casi repetía el texto de memoria desde su asiento con gran emoción. En el Instituto Cervantes, la Princesa de Asturias atendió a las explicaciones del proyecto de transformación tecnológica que la entidad está llevando a cabo. Tras la ponencia, Leonor inauguró el turno de preguntas donde mostró interés por todos los trabajadores del organismo que se encuentran en otros países y no pudieron reunirse con sus familias a causa de la pandemia. Además, contó su experiencia como estudiante de la ESO.
Bautismo del submarino Isaac Peral
Acompañando a sus padres y junto a su hermana, la princesa Leonor fue testigo de la ceremonia de puesta a flote del submarino S-81 Isaac Peral, el primero de una serie de cuatro buques de la Armada, que tuvo lugar en Cartagena (Murcia). La heredera fue la encargada de cortar la cinta, inaugurando así el navío.
Su Confirmación con su padre como padrino
En primavera, la Princesa volvió a ser protagonista pues recibió la Confirmación. Sus padres y su hermana estuvieron con ella en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Aravaca, la misma en la que recibió la Comunión. La pandemia obligó a ciertas restricciones sanitarias y el aforo dentro de la iglesia estuvo limitado a 95 personas. Este acontecimiento familiar, donde se vio al Rey de lo más orgulloso ejerciendo de padrino de su hija, fue uno de los últimos que la Princesa compartió con sus compañeros del colegio Santa María de los Rosales, en el que se formó desde que era una niña de tres años. Para la ocasión, Leonor llevó una mascarilla del colegio y no vistió el uniforme escolar, sino un vestido de manga corta en color azul, el mismo que el de la bandera de Asturias, ceñido en la cintura y más holgado por la parte de arriba. Tras recibir el sacramento, los cuatro lo celebraron en el restaurante Portonovo, ubicado cerca del Palacio de la Zarzuela en Madrid, donde degustaron cocina de raíces gallegas.
El regreso al Salón de Columnas del Palacio Real
El 18 de junio de 2021, el Rey, la Reina, la Princesa y la Infanta regresaron al Salón de Columnas del Palacio Real para entregar las condecoraciones de la Orden del Mérito Civil a 16 mujeres y 8 hombres que estuvieron en primera línea durante la crisis sanitaria. El lugar elegido, el mismo en el que don Juan Carlos firmó su abdicación, ha sido testigo de siglos de la historia de España y antaño fue un salón de baile. Tiene una impresionante bóveda decorada por Sabatini en 1761.
Regreso a Cataluña
Leonor volvió a presidir los Premios Princesa De Girona con un discurso en catalán y castellano. Supuso la segunda vez que acudía a estos galardones, en los que debutó en 2019. Igual que en su estreno, pronunció un discurso en el que se mostró muy tranquila y natural. Comenzó hablando en catalán explicando que es un orgullo ver cómo la Fundación que lleva su nombre avanza año tras año. Después, continuó en castellano para hablar de la generosidad de los ciudadanos durante la pandemia y dio la enhorabuena a los premiados por su esfuerzo, talento y los valores que representan. Una intervención que puso al público en pie para aplaudirla.
Un acto ‘eco’ en el que participó con su hermana
El 2021 ha sido, sin duda el año de los estrenos. Si en marzo, la Princesa presidió su primer compromiso institucional sola, cuatro meses más tarde volvió a participar en un acto sin sus padres, pero con la infanta Sofía. Fue la primera cita a solas de las hermanas. Recorrieron el Hayedo de Montejo de Madrid y cada una plantó un árbol. Ataviadas con ropa cómoda, pantalones vaqueros, camiseta blanca y botas de montaña se reunieron con otros jóvenes participantes de la campaña Un árbol por Europa, una iniciativa del Parlamento Europeo para que los alcaldes de todos los municipios de la Unión Europea planten un ejemplar, como gesto para impulsar un urbanismo más verde y luchar contra el cambio climático. Este enclave bucólico está formado por 250 hectáreas con hayas de hasta 20 metros de altura y 250 años de antigüedad. También se encuentran robles, avellanos, abedules, brezos, así como una fauna muy diversa en la que destacan la perdiz, el gato montés, la nutria o el jabalí. Tanto la Princesa como la Infanta se mostraron muy desenvueltas y seguras en todo momento.
Primera ofrenda al Apóstol Santiago
En julio, un mes antes de poner rumbo a Gales para estudiar Bachillerato Internacional, Leonor participó en un acto de gran importancia. El Día de Santiago, los Reyes y sus hijas acudieron a hacer la ofrenda al Apóstol, otra primera vez para la Princesa y la Infanta. Al ser año Xacobeo, don Felipe y doña Letizia hicieron personalmente la ofrenda. El soberano reslató en su discurso la presencia de sus hijas en Santiago de Compostela. “Hoy nos acompañan a la Reina y a mí, la Princesa de Asturias y la infanta Sofía, que participan por primera vez en esta tradición, que es, al mismo tiempo, expresión de modernidad porque sus valores no se agotan en la tradición misma, sino que continúan vigentes proyectándose en nuestro futuro compartido”, dijo el monarca. A pesar de las mascarillas, las dos hermanas brillaron como nunca. Estaban pletóricas por participar en un acto tan significativo para los gallegos y quedaron impresionadas por el ritual del botafumeiro.
Su nueva vida en Gales
Tras un verano en Palma cargado de planes familiares, cenas y disfrutando mucho de su abuela doña Sofía, llegó el momento de viajar por primera vez sola. El 30 de agosto, la Princesa empezó su nueva vida en Gales (Reino Unido) para estudiar durante dos cursos Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College. Un día difícil de olvidar y que estuvo marcado por una cariñosa y emotiva despedida que le dieron sus padres y su hermana en el aeorpuerto. Tirando de su propia maleta y con gran decisión, Leonor caminó segura hacia su nuevo destino. Una vez en Reino Unido, la Casa Real distribuyó las primeras imágenes de la heredera en su nueva escuela que destilaban felicidad ante la experiencia más emocionante de su vida. Aunque está lejos de casa, se ha mostrado encantada a pesar de echar de menos la comida. En Reino Unido comparte instalaciones con 300 alumnos de más de ochenta nacionalidades y culturas diferentes y realidades sociales muy distintas. Vive en una habitación con tres compañeras y se lava su propia ropa, es una más. Conoció el centro por Elisabeth de Bélgica, le entró curiosidad, buscó información y se fue entusiasmando con la idea de entrar en la institución, tal y como contó ¡HOLA! el pasado septiembre. Su marcha también nos sirvió para ver el arranque de curso de la infanta Sofía, marcado por primera vez por la ausencia de su hermana.
Su gran cita con Asturias
La Princesa adelantó sus vacaciones de otoño en su colegio británico, para participar el 21 de octubre, por primera vez, en el concierto de los Premios Princesa de Asturias. Había mucha expectación por verla en su regreso a casa y no defraudó. Primero, en la audiencia con los premiados y, después, en la ceremonia de entrega de galardones que volvió a tener lugar en el Teatro Campoamor de Oviedo, tras el año de la pandemia. Leonor impactó con un vestido mini de rombos y nuevos zapatos con altos tacones. "Vuelvo pronto a mis estudios con el recuerdo de una nueva entrega de premios que, una vez más, nos emociona y nos conmueve. Y echaré mucho de menos esta tierra, Asturias, a la que quiero tanto y donde mi hermana Sofía y yo nos sentimos siempre en nuestra casa. Muchas gracias”, dijo. Un día más tarde, en un ambiente más distendido, los Reyes y sus hijas viajaron hasta el municipio de Santa María del Puerto, distinguido como Pueblo Ejemplar por su tradición vaqueira, el ciudado del paisaje y la apuesta por preservar la población. Una semana después y coincidiendo con el fin de sus vacaciones otoñales, Leonor cumplió 16 años afianzando su papel como heredera.