Por todos es sabido que doña Sofía es una gran amante de la cultura y de la música. Es habitual que asista al Teatro Real para disfrutar de la ópera, pudimos verla en la apertura de la temporada en el citado templo lírico madrileño donde se deleitó con la Cerenentola, de Rossini, lo que no es tan común es verla aparecer por sorpresa en el Wizink Center de Madrid para presenciar un concierto sentada entre las gradas del recinto como una seguidora más. Este jueves la madre de Felipe VI no ha dejado pasar la oportunidad de vivir en primera persona un concierto del incombustible Rapahel, que presenta en la capitalc, con todas la entradas vendidas, su gira 6.0, un tour que sirve como celebración a sus 60 años sobre el escenario.
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La Reina llegaba a falta de unos minutos para que comenzara el espectáculo y tomaba asiento en uno de los palcos vip del conocido recinto para disfrutar del show del artista jienense junto a otra espectadora de excepción, Natalia Figeroa, esposa de Raphael. Aunque doña Sofía ha llegado ataviada con la mascarilla obligatoria, su presencia no ha pasado desapercibida para el resto de los asistentes que, como ya es habitual en cada una de sus apariciones, no han dudado en aplaudirla y ovacionarla. La Reina, una vez más, ha agradecido las muestras de cariño levantándose para saludar a los presentes. La abuela de la princesa Leonor ha elegido un look elegante a la par que cómodo para disfrutar de su cita musical compuesto por una chaqueta metalizada en tono dorado con un pantalón negro. Como complemento ha elegido un pañuelo al cuello para protegerse del frio nocturno de la capital. El artista, en mitad del concierto, ha querido agradecer a doña Sofía por estar presente en día tan importante para él y su familia.
Raphael mueve masas y han sido mucho los fans que han abarrotado el palacio de los deportes, nadie quería perderse esta cita. En la gran noche del intérprete de Yo soy aquel en la capital no podían faltar sus hijos, la familia del artista siempre le arropa en sus grandes momentos y en esta ocasión no podía ser de otra manera. Entre el público hemos podido ver a su hijo pequeño, Manuel Martos, muy vinculado con el mundo de la música, trabaja codo a codo con él y es un gran apoyo de su padre en todo lo que hace. Tampoco ha querido perderse el concierto Toni Acosta, exmujer de Jacobo, el mayor de los hijos del artista, quien pese a su ruptura sigue manteniendo una gran relación con su exmarido con la familia de este. También ha estado el actor Daniel Muriel que no se pierde una cita musical, el martes asistió junto a su mujer, Candela Serrat, al estreno de West Side Story en Madrid y esta noche ha bailado al ritmo de uno de nuestros grandes artistas.
Alejandra Martos ha querido compartir con su padre una noche tan importante y vibrar con su música una vez más. La restauradora del museo Thyssen-Bornemisza trata de acompañarlo siempre que tiene ocasión, precisamente, el pasado mes de octubre, estuvo presente cuando doña Sofía entregaba en el Casino de Madrid al intérprete de Mi gran noche el premio A Toda una Vida Profesional, condedido por su gran trayectoria en el mundo de la música y su conciencia social concedido por la fundación Mapfre. El artista recibía el galardón emocionado y explicaba la importancia que este reconocimento tenia para él ya que "Siempre tuve muy presente la importancia de aprovechar el micrófono para avanzar hacia un mundo más justo”, mientras la Reina le aplaudía sonriente, dando muestra de la simpatía que siente por el cantante.