reyes en suecia hola 4036© EFE/JUANJO MARTÍN

Histórico viaje de Estado al país escandinavo, el primero en cuarenta y dos años

España reina en Suecia: Felipe VI y doña Letizia, recibidos con enorme cariño y un ceremonial de siglos

La Reina renace y exhibe su poderío como nunca: las mejores joyas de la casa, turbante de plumas, estola de pelo, dos capas muy españolas y muchos estrenos juntos


1 de diciembre de 2021 - 7:41 CET

Suecia exhibió monarquía ceremonial y la Reina de España, su poderío. Como nunca. Empezó el viaje repitiendo vestido y con mascarilla, sin prometer demasiado con su maleta sueca, pero, y vuelta a la sorpresa, Su Majestad no se había dejado nada en casa.

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© Hola

A su paso por Estocolmo, vimos a una nueva Reina dispuesta a la reconquista del estilo y vestida para reinar en una visita de Estado fabulosa. La primera en cuarenta y dos años y la número doce desde que comenzara su reinado.

Llegaron al Palacio Real junto a los Reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia, en carruajes de época y desfilando entre soldados y banderas

Después de varios aplazamientos, “cumplimos por fin nuestro largo deseo de visitar Suecia”, dijo el Rey a su llegada, respondiendo a la invitación del Rey Carlos Gustavo, descendiente, como Felipe VI, de la Reina Victoria de Inglaterra. Para los Bernadotte también era una cita importante. Desde 2008, ningún jefe de Estado ‘real’ había estado en el país nórdico en viaje de Estado.

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El viaje arrancó el 24 de noviembre con un paseo en carruaje por Estocolmo.

Por eso había que celebrarlo y se desplegó un ceremonial impresionante… Pompa y tradición, solemne bienvenida en las caballerizas reales, paseo por el centro de Estocolmo en carruajes de época, himnos nacionales y guardia de honores en el patio de armas del Palacio Real de Estocolmo, la residencia oficial del monarca. El hermoso y enorme palacio —cuenta con más de seiscientas habitaciones, en once pisos—, en el que se les unieron los otros miembros de la Familia Real para recibirlos también con todo el cariño: la princesa Victoria, con su marido; el príncipe Daniel, y el príncipe Carlos Felipe, con la princesa Sofía.

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De izquierda a derecha, los príncipes Carlos Felipe y Sofía, Felipe VI y doña Letizia, los Reyes Carlos Gustavo y Silvia, la princesa Victoria, con vestido azul de Andiata, y Daniel Westling. La Reina de España llevaba un ‘total look’ de Carolina Herrera, a excepción del tocado turbante coral a juego con su traje, que era de Cherubina. La Reina de Suecia, de setenta y siete años, eligió un conjunto de abrigo, tocado y guantes en morado y un bolso de Loewe, en guiño a España. Arriba, las dos Reinas, doña Letizia y Silvia, saludando desde su carroza de cuento.

Mercado Navideño

Un primer encuentro y una primera foto en familia y sin mascarillas —en Suecia, no es obligatoria si hay distancia de seguridad— antes del almuerzo y de prepararse para acudir al Museo Nobel. Un trayecto que salvaron a pie, paseando por el centro, con mercado navideño y un ambiente festivo que conquistó a los Reyes: el aroma a chocolate caliente y las luces ‘anunciando’ que la vuelta a casa de la princesa Leonor, ya está más cerca.

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Sobre estas líneas, las dos Reinas, llegando al ayuntamiento de Estocolmo. Arriba, la princesa Victoria, en la residencia de la Embajada de España, donde los Reyes ofrecieron una recepción en honor a los Reyes de Suecia.

Doña Letizia salió triunfal frente a las damas Bernadotte, siempre dispuestas a ponerse sus mejores galas y joyas

En el Museo Nobel vieron los cuatro la exposición Sinapsis. Arte y ciencia de España. De Ramón y Cajal a nuestros días. Una muestra que toma como punto de partida los dibujos de neuronas del Premio Nobel de Medicina, incorporando la perspectiva de artistas como García Lorca o Dalí.

© © CASA DE SM EL REY

Charlando con los Reyes, la princesa Victoria, junto a su marido, y el príncipe Carlos Felipe, con su mujer, la princesa Sofía, antes del almuerzo en el comedor de los Nobel.

Y después separaron agendas. Don Felipe fue al encuentro del Presidente del Parlamento y el primer ministro saliente de Suecia, Stefan Lofven. Y doña Letizia, acompañada por la Reina y la princesa Victoria, asistía a un seminario en el instituto Karolinska, el mayor centro académico de investigación médica de Suecia.

Felipe VI y doña Letizia ofrecieron una recepción en homenaje a los Reyes de Suecia, que se volcaron con ellos, al igual que su familia, y los despidieron a pie de avión con besos y abrazos

Cerrando un día imparable de agenda (24 de noviembre), los Reyes de Suecia ofrecían a los de España una fastuosa cena de gala en el salón Mar Blanco del Palacio Real. Una cita para cien invitados en la que doña Letizia rindió homenaje al diseño sueco y a la princesa Victoria con un vestido de tul azul marino de H&M Conscious Exclusive confeccionado con poliéster reciclado.

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Sobre estas líneas, en la biblioteca Bernadotte, con un vestido rosa empolvado de Pedro del Hierro bordado en relieve y a juego con los pendientes florales, de Yanes. En la imagen superior, doña Letizia, con vestido verde azulado, ‘midi’ y cruzado, de Cherubina, en la residencia de la Embajada de España.

Impactante apuesta

La futura Reina había elegido este mismo modelo —solo se diferencian en las mangas— para señalar el décimo aniversario de su boda. Doña Letizia no lo pasó por alto y su gesto fue muy aplaudido. Si por la mañana sorprendió con su impactante apuesta —tocado turbante, de Cherubina, en color coral, a juego con su vestido y una capa de Carolina Herrera—, por la noche volvió a alzarse con la Corona… Y no era fácil, porque las damas Bernadotte siempre están dispuestas al ‘duelo’ con sus mejores galas y joyas. Pero también en este punto salió triunfal con el aderezo de pasar de las Reinas de España: la tiara Flor de Lis, los pendientes de chatones, las pulseras gemelas de la Reina Victoria Eugenia y su broche de lis.

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Don Felipe y doña Letizia reciben la llave de oro de la ciudad.

La Reina rindió homenaje a la princesa Victoria con un vestido de cuento y tul realizado con poliéster reciclado, y llevó por primera vez la prestigiosa Orden de los Serafines con su broche de lis

Era una combinación difícil —la tiara más valiosa, con un vestido de H&M—, pero la Reina ganó la partida en una majestuosa noche para la que los soberanos suecos desplegaron un menú exquisito y un espectacular utillaje. Vajillas del siglo XIX, la cristalería de su boda (1976), los candelabros y centros de mesa de plata y la mantelería de la Unión, tejida en Francia, en 1890. Todo para estrechar los lazos y las relaciones bilaterales entre los dos países y “encontrar soluciones efectivas y duraderas a los desafíos globales”, especialmente “en el campo de la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático”, como dijo Felipe VI en su discurso. Una intervención en la que también habló del orgullo que supone saber que “el español es la lengua extranjera opcional más estudiada en su sistema educativo” y de España como el destino turístico por excelencia de los suecos.

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© Elisabeth Toll/ CASA REAL SUECIA

Arriba, de izquierda a derecha, antes de la cena de gala en el Palacio Real de Estocolmo: la princesa Sofía —con vestido blanco de Safiyaa y la tiara de su boda— y Carlos Felipe, los Reyes de España y de Suecia y Daniel Westling y la princesa Victoria. La Reina Silvia llevó un vestido metálico con perlas, de Georg & Arend y la diadema de camafeos con la que se casó. Y doña Letizia, un diseño con falda princesa de dos capas, de ‘H&M Conscious Exclusive’, que también tiene Victoria (sobre estas líneas, a la derecha). La futura Reina lo estrenó en 2020, para su décimo aniversario de boda —solo se diferencian en las mangas—, al igual que el vestido de Frida Jonsvens, bordado con un jardín de flores, que volvió a ponerse para esta cena junto a la tiara de aguamarinas de su abuela Sibila (sobre estas líneas, a la izquierda).

Último día

En el último día de su visita, dando un ‘empujón’ a la inversión de empresas españolas en Suecia, Felipe VI acudió con el Rey Carlos Gustavo a inauguración del Seminario Empresarial Suecia-España. Un encuentro que se celebró en el mismo Grand Hotel de Estocolmo, donde se quedaron durante su estancia, y que puso el foco en la innovación —Suecia lleva diez años siendo un país líder— y la sostenibilidad. Y juntos visitaron también el Real Instituto de Tecnología KTH, una de las principales universidades técnicas y de ingeniería de Europa, que trabaja en algunos de los mayores desafíos de la humanidad.

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Mientras, y con un nuevo vestido rosa de Pedro del Hierro bordado en relieve con flores, doña Letizia visitaba con la Reina Silvia la Biblioteca Bernadotte —con cien mil libros—, donde asistieron a un encuentro sobre lengua y literatura organizado por el Instituto Cervantes y el Instituto Sueco.

Anfitriones

Concluidos los primeros actos de la mañana, los Reyes volvían a unir fuerzas en el Salón Dorado del Ayuntamiento —marco de la cena de los Premios Nobel—, donde la ciudad de Estocolmo les homenajeó con un almuerzo al que también asistió la Familia Real sueca. Allí se les hizo entrega de la llave de oro, antes de que don Felipe y el Rey Carlos Gustavo acudieran a la Real Academia Sueca de la Ingeniería.

Doña Letizia llevó la tiara Flor de Lis, a la que la familia llama ‘la buena’, con cuatrocientos cincuenta diamantes y diez perlas, los pendientes de chatones y las pulseras gemelas de la colección de pasar de la Reina Ena

Los Reyes despidieron la visita de Estado con una recepción a sus anfitriones en el mismo lugar donde abrieron su agenda reuniéndose con la comunidad española: la residencia de la embajada española, conocida como Villa Byströmn. Un edificio que perteneció a la Familia Real sueca y fue adquirida en 1928 por el Estado español coincidiendo con la visita del Rey Alfonso XIII, bisabuelo de don Felipe.

Para este último encuentro, doña Letizia estrenó otro vestido, de Cherubina… Y, también, dejó la anécdota de la jornada. En un descuido, se le cayó el bolso al suelo dejando ver algo de lo que llevaba: un móvil y un pintalabios.

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Los Reyes, camino del Palacio Real, donde tendría lugar la cena de gala celebrada en su honor en el salón Mar Blanco. Doña Letizia se protegía del frío con una estola de pelo. Y don Felipe vestía frac y llevaba el Toisón y el Collar de la Orden de los Serafines, la más prestigiosa de Suecia.