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La gira de Estado de tres días que ha llevado a don Felipe y doña Letizia a Suecia ha llegado a su fin este jueves. Los Reyes han sido acompañados hasta el Aeropuerto de Estocolmo - Arlanda por Carlos Gustavo y Silvia de Suecia. A pie de pista, donde habían desplegado una albfombra roja, ha tenido lugar la despedida oficial de las delegaciones. El país escandinavo ha dicho adiós a los Reyes con el ejército sueco formado para una despedida de Estado con todos los honores donde han sonado los himnos de ambos países interpretados por la banda militar. Antes de subirse al avión que los trae de vuelta a Madrid, don Felipe, junto con el rey Carlos Gustavo, han pasado revista a las tropas y, después se han despedido con besos y abrazos de sus anfitriones.
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Al aeropuerto han llegado procedentes la embajada española en Suecia. Lugar que ha sido elegido por los Reyes para organizar una recepción en honor de sus anfitriones Carlos Gustavo y Silvia de Suecia antes de emprender su vuelta hacia España. Un acto que he comenzado alrededor de las siete de la tarde. Villa Byströmn, está situada en el distrito de Djurgarden, en Estocolmo, y debe su nombre su nombre en honor a su constructor, el escultor sueco, Johan Nyklas Byströmn, aunque es conocida como el palacio del príncipe Carl. Un edificio lleno de recuerdos, con una curiosa historia relacionada con los Borbón ya que se trata de una residencia que perteneció durante siglos a la realeza sueca, pero que en 1928 adquirió el Estado español coincidiendo con la visita del Rey Alfonso XIII, bisabuelo de don Felipe.
Para el acto de despedida del país escandinavo de los Reyes, doña Letizia ha elegido un estilismo compuesto por un vestido midi cruzado con escote en 'V', detalle frontal drapeado y manga larga ligeramente en un tono verde oscuro, firmado por Cherubina, la marca española de que está detrás del turbante de plumas rojo con el que impactó ayer. La reina Silvia ha elegido un traje de dos piezas en color gris con chaqueta de encaje y volúmenes en las solapas. En esta recepción que pone el punto final de la visita de los Reyes también les ha acompañado la princesa Victoria, quien ha elegido para la ocasión una falda estampada de flores en blanco y negro con un top en color negro, con manga larga, escote a pico y los hombros al descubierto, junto a su marido, el príncipe Daniel, y Carlos Felipe de Suecia junto a su esposa, la princesa Sofía, que se ha decantado por un vestido en color marrón chocolate largo hasta los pies, salpicado de pequeñas flores en color dorado.
Los Reyes han recibido a la Familia Real sueca en la puerta de la embajada española en Suecia y, aunque son muchos los momentos que han compartido en estos días, nada más encontrarse ambas Familias Reales han charlado animadamente y han compartido bromas y risas, demostrando una vez mas la buena relación que mantienen. Esta complicidad la hemos podido apreciar también en el posado de los cuatro Reyes, donde don Felipe y la reina Silvia no han dejado de compartir confidencias y sonrisas. La anécdota de la jornada ha sido cuando a doña Letizia se le ha caído el bolso y se ha podido ver que en su interior contenía un teléfono móvil y un pintalabios, con toda la naturalidad se ha agachado ella misma ha recogerlo, aunque rápidamente varios caballeros han ido a ayudarla. Un acto que se ha llevado a cabo en un salón con las paredes verdes de las que colgaban grandes tapices y una espectacular lámpara de araña presidía desde el techo.
Acto seguido, los Reyes han saludado al resto de autoridades y de invitados a esta recepción en honor a los Reyes Suecos. De nuevo hemos podido ver a Felipe VI y a reina Letizia y a sus anfitriones sin mascarillas, el martes en el primer acto al que asitieron don Felipe y doña Letizia en este mismo lugar, sí la llevaron, por lo que había dudas de si en el de hoy, volverían a lucirla o se adaptarían de nuevo a las medidas impuestas en Suecia, donde no es necesario el uso de mascarilla en interiores ya que mantienen la distancia social de seguridad.
Actualmente reside en Villa Byströmn la embajadora de España en Suecia, Cristina Latorre Sancho, la construcción, de estilo neoclásico, fue diseñada como una auténtica villa italiana con atrio, columnas, cariátides, rotondas, linternas o frisos, todo ello elaborado con mármol de Carrara que trajo personalmente desde Italia el propio escultor y la idea del autor es que se convirtiera en un museo. Pero este histórico edificio también fue el hogar del príncipe Carlos, abuelo del actual monarca sueco, su esposa la princesa Ingeborg y sus hijos, las princesas Margareta, Marta (madre del Rey Harald de Noruega), Astrid (Madre del Rey Balduino y Alberto II de Bélgica) y el príncipe Carlos desde 1905 hasta 1924, un tiempo en el que la casa en una de las residencias más conocidas y elegantes de Estocolmo. Fue en ese momento cuando se la empezó a conocer también como el Palacio de Carl. Un lugar donde la Familia Real vivió muy feliz durante 15 años, sobre todo sus tres hijas, que la noche antes de abandonar la casa grabaron un mensaje en un cristal de su dormitorio con la punta de un diamante de una de las joyas de la princesa Ingeborg donde escribieron: "Esperamos que los próximos habitantes de esta casa sean tan felices como lo hemos sido nosotras". Unas palabras que se mantuvieron en las siguientes remodelaciones de la casa y se han conservado durante muchos años.
- Los Reyes de Suecia ofrecen a los de España una fastuosa cena de gala
En 1928 Alfonso XIII, adquirió este edificio, que ha sufrido diferentes modificaciones a lo largo del tiempo, y lo convirtió en la residencia del embajador español en Suecia. Un cargo que ejerció Alfonso de Borbón, primo de don Juan Carlos, en 1969, por lo que también vivió en este palacio comprado por su abuelo años atrás. Precisamente fue en Estocolmo donde conoció a su mujer, Carmen Martínez Bordiú. La pareja se casó en la capilla del palacio de El Pardo en Madrid, en 1972, pero vivieron su primer año de casados en Villa Byströmn, donde disfrutaron de los primeros meses de vida de su primer hijo, Fran, hasta que dejó de ocupar este cargo en 1973, esta es otra de las vinculaciones de los Borbón con esta residencia.
La tarde de este jueves don Felipe y doña Letizia encaran los últimos actos en el país escandinavo. Tras finalizar el almuerzo con el que les ha homenajeado la ciudad de Estocolmo, don Felipe y doña Letizia han mantenido un encuentro fuera de agenda con miembros de la Asociación de Científicos españoles en Suecia. Durante el mismo se ha procedido a la entrega de la primera edición de los “Premios ACES - Margarita Salas”, que ha recaido en la investigadora Mercedes Maroto Valer. Se trata de unos galardones que reconocen la labor científica realizada por investigadores de nacionalidad española afincados en el exterior que contribuyen con sus méritos al progreso y bienestar social de manera extraordinaria y ejemplar, con un reconocido impacto y excelencia a nivel internacional. Estos Premios nacen con el apoyo de la Embajada de España en Suecia y la Fundación Ramón Areces y toman su nombre de Margarita Salas, investigadora del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid, fallecida hace un año, y que es considerada como una de las científicas españolas de mayor relevancia en el siglo XX. Este premio se condece una vez al año, rotando anualmente entre las categorías Física, Matemáticas e Ingeniería, Ciencias Biomédicas y Ciencias Químicas y Ambientales.