Don Felipe y doña Letizia han dejado una imagen poco habitual. Estamos acostumbrados a verles llegar a sus actos públicos en coche o incluso en helicóptero, pero este lunes se han subido a bordo de un autobús urbano de Madrid, en el que acompañados por varias autoridades, han realizado un tramo de unas de las líneas regulares. Como dos viajeros más, han usado este medio de transporte que cada día utilizan miles de madrileños y el motivo no ha sido otro que festejar el 75º aniversario de la creación de la Empresa Municipal de Transportes de la capital (EMT), cuyos actos han presidido. Este es el segundo acto de la semana después de que el pasado sábado disfrutaran de una noche de ópera, a la que acudieron muchos rostros conocidos, en el estreno de Parténope. Este martes serán los anfitriones en el viaje de Estado que realizará el presidente de la república italiana, Sergio Mattarella a nuestro país.
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Los Reyes han esperado en una marquesina de la calle Alcalá, muy cerca de la plaza de la Cibeles, para subirse al vehículo, 100% eléctrico. En concreto lo han hecho en un autocar de la línea 001 con dirección a la estación de Atocha. La presencia de don Felipe y doña Letizia ha generado un gran revuelo. Muchos madrileños y turistas que se encontraban por el centro de la ciudad se han llevado una sorpresa al verlos esperando al autocar. Durante la espera en la parada, doña Letizia ha estado charlando con algunos de los viajeros que también esperaban para subirse al autobús.
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El autobús en el que los Reyes se han montado es totalmente ecológico, ya que emite cero emisiones a la atmósfera. A la subida, el conductor les dio su correspondiente billete, cuyo costé corrió a cargo de la EMT, igual que el del resto de autoridades, ante unos atónitos viajeros que no podía creer con quién iban a compartir viaje. Durante el trayecto, la comitiva ha ocupado la parte central del autobús y los Reyes han accedido a hacerse una fotografía con una de las usuarias, que ha inmortalizado el primer edil madrileño. De ahí se han dirigido a las cocheras de Carabanchel acompañados, entre otras personalidades de la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez Jiménez, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.
Una vez en Carabanchel, don Felipe y doña Letizia han hecho un recorrido por las instalaciones de las cocheras, punto de salida y entrada de la flota municipal y en la que se revisan cada uno de los autobuses que darán servicio. Allí han podido ver algunos modelos de vehículos antiguos y ya fuera de uso, que aún se conservan. Desde los característicos rojos, hasta uno de dos pisos. Finalmente han posado para la foto de familia con los trabajadores.
Para este acto, doña Letizia ha reciclado un vestido de Massimo Dutti de punto canalé en color azul, con escote en V, manga larga y cinta al tono en la cintura, al que le ha dado un giro al lucirlo con botas elásticas en lugar de con salones. Para combatir el frío, ha llevado un abrigo de paño con cinturón de color negro.
El acto central se ha desarrollado en el Centro de Operación de la EMT en Carabanchel, un servicio de autobuses urbanos municipal que nació en 1947 y que es propiedad del Ayuntamiento de Madrid. Además de la gestión y la explotación de los servicios de autobús urbano se encarga del servicio de alquiler de bicicletas (BiciMAD), la grúa municipal, aparcamientos públicos y de residentes y el Teleférico de Madrid que conecta el paseo del Pintor Rosales con la Casa de Campo. La EMT de Madrid está integrada en el Consorcio Regional de Transportes y es la autoridad que se encarga de la planificación del transporte público en Madrid. Cuenta con más de 8.000 empleados y hasta 1966 también gestionó el servicio de trolebús y de tranvías hasta 1972.