La pasada semana, la Reina se desplazó a Paraguay para conocer el trabajo que la Cooperación Española desarrolla en el país en las áreas de salud, educación, cultura y mujer. Aunque doña Letizia no quería que se hablase más de su maleta que de los objetivos de su viaje, no pudo evitar que su chaleco rojo se convirtiera en un protagonista inesperado después de que una diputada la criticara por no haber llevado un ‘vestidito’. Ajena al ‘debate nacional’, lo llevó de principio a fin durante las cuarenta y ocho horas de su estancia. Un recorrido de diez actos que empezó y terminó en Asunción con un almuerzo en el palacio presidencial. La Reina viajó a Encarnación, donde visitó un Centro de Atención Integral dedicado a la mujer y una escuela taller para jóvenes en situación de vulnerabilidad; visitó las misiones jesuíticas de Trinidad del Paraná y Jesús de Tavarangue, y también el Centro de Atención Familiar del Bañado Sur, una de las zonas más pobres de Paraguay.