Se barajó su ausencia por las celebraciones que ya han empezado en Grecia en torno a la boda de su sobrino, el príncipe Philippos, pero resultaba inimaginable que la reina Sofía se perdiera los Premios Princesa de Asturias. Esta misma mañana de viernes llegó a Oviedo al histórico Hotel de la Reconquista, donde, año tras año, se hospeda la Familia Real, y después protagonizó un efusivo reencuentro con su nieta, la princesa Leonor, que lleva dos meses estudiando en el sur de Gales. Se espera que en cuestión de horas la reina Sofía aterrice en Atenas para estar presente en una boda religiosa que se celebrará en el mismo lugar en el que ella se casó en 1962 con el rey Juan Carlos. Son por tanto para la madre del jefe del Estado unos días emociones, kilómetros y aviones, pero, una vez más, ha demostrado que su fidelidad con los galardones es absoluta y el apoyo a su nieta inamovible.
De fondo sonaban las gaitas, el cielo estaba nublado y la expectación era máxima, de hecho en torno a las 11:30 de la mañana los mejores sitios de la plaza de la Escandalera ya estaban ocupados y el ambiente era festivo, ya que esta edición ha sido muy esperada debido a las reestricciones que se vivieron en la del año pasado por la pandemia. Como es habitual la reina Sofía, que ha vestido de rosa, ha recorrido los ochocientos metros que separan el hotel y el teatro en coche, para después recorrer a pie la tradicional alfombra azul junto a don Felipe, doña Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
Al entrar en el interior han saludado a las autoridades y después sus caminos se han separado, los Reyes y sus hijas se han quedado en la alfombra azul y la reina Sofía se ha marchado hacía la derecha, para ocupar su lugar en el palco de honor, entonces el teatro ha aplaudido por primera vez en la tarde, para ella, que ha hecho varios gestos de reconocimiento. Segundos después se ha puesto en pie y todo el teatro en pie ha ovacionado la llegada de los Reyes y sus hijas para después escuchar el himno nacional.
Ya en la pasada edición el presidente de la Fundación Premios Princesa de Asturias describió a doña Sofía como "el hilo conductor" de la historia de estos galardones y es que lleva cuatro décadas comprometida. Doña Sofía empezó acompañando al rey Felipe, entonces príncipe, en 1981 y, siguió haciendo lo mismo tras el relevo en la Corona en el año 2014, cuando se convirtieron en los Premios Princesa de Asturias. Hace dos años debutó la princea Leonor y vimos como la reina Sofía se emocionó hasta las lágrimas cuando la heredera le agradeció su presencia: "Ella sabe lo importante que para mí es su presencia en esta ceremonia, que significa tanto para Asturias y para toda España".
A la vez que se entregaban los galardones en Oviedo, en lago Vouliagmeni de Grecia la familia real griega -es decir, su hermano el rey Constantino y toda su familia- comenzaban los tres días de fiesta con motivo del enlace del príncipe Philippos con Nina Flohr. Doña Sofía se ha perdido esta cita pero llegará a tiempo para la ceremonia religiosa que tendrá lugar el sábado por la tarde en Catedral de la Anunciación de Santa María, de Atenas y a las posteriores celebraciones, que incluyen una cena y, ya el domingo, un almuerzo en el club náutico del Pireo. Un viaje que, salvo cambios de última hora, hará con la infanta Elena, que es madrina de bautismo de su primo hermano el príncipe Philippos, y también está prevista la presencia de la infanta Cristina, que no se perdió la boda civil que se celebró hace diez meses en Suiza.