Los Reyes llegaron a La Palma, la pasada semana, sorteando las dificultades para aterrizar por la nube de ceniza y con las manos llenas de apoyo y consuelo para las personas que han perdido sus hogares debido al flujo de lava que destruye todo a su paso.
El volcán Cumbre Vieja, que entró en erupción el 19 de septiembre ha engullido cientos de viviendas, sepultado calles y carreteras y destruido hectáreas de terrenos de cultivo… Y don Felipe y doña Letizia han querido estar al lado de las personas desalojadas conociendo de cerca su realidad. “Os quedáis casi sin nada, pero con la vida y con la ayuda de los demás”, les dijo el Rey, nada más arrancar su visita, en el Acuartelamiento de El Fuerte, cedido por el Ministerio de Defensa para albergar a decenas de personas evacuadas por la erupción.
Durante su estancia, don Felipe y doña Letizia se reunieron con el Comité Técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (PEVOLCA), visitaron el puesto de mando avanzado del operativo de emergencias y mantuvieron un encuentro con los representantes de los cuerpos de seguridad y servicios que están participando en las labores de emergencia y evacuación, trasladándoles su agradecimiento por la labor que están realizando.
Asimismo, también visitarían la pedanía de Todoque, para constatar sobre el terreno los daños causados. Mandando un mensaje de ánimo y esperanza a los isleños, el Rey dijo que “queremos trasladar nuestra solidaridad, nuestro cariño, nuestro afecto y también el de todos los españoles”. “Estamos atónitos por lo visto y vivido hoy y no lo vamos a olvidar. La Palma saldrá adelante”, porque “entre todos vamos a ayudar a recomponer sus vidas”. Por su parte la Reina declaró haber visto “con mucha tristeza y gran dolor” a las familias afectadas y que en las conversaciones con los vecinos les pedían que “no nos olviden”.