Los reyes don Felipe y doña Letizia han viajado hasta La Palma para recorrer las zonas más afectadas por la erupción del volcánCumbre Vieja, que ha engullido ya más de 200 viviendas, sepultado calles y carreteras y destruido cientos de hectáreas de terrenos de cultivo. Decenas de personas han perdido todo lo que tenían, su techo y su medio de subsitencia, y han tenido que buscar refugio en los centros habilitados por las autoridades. Con ellos se han encontrado los Reyes, que han conocido de primera mano las circunstancias tan trágicas a las que se están enfrentando pues aunque algunos pudieron salvar algunas pertenencias y enseres, otros no han tenido la misma suerte. La incertidumbre atenaza a miles de vecinos que, si bien todavía conservan sus viviendas, han tenido que abandonarlas ante el peligro de la lava también las sepulte. Acompañados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y otras autoridades de la isla, don Felipe y doña Letizia han comprobado cómo evoluciona este desastre que además ha dejado dañados los cultivos de plátano, vid y el pasto del ganado, motores económicos de la isla.
"Gracias por el trabajo que estáis haciendo estos días. La Reina y yo queríamos estar en las Canarias, en La Palma, cerca de todos los que están sufriendo las consecuencias. Queremos transmitir nuestra solidaridad, nuestro cariño, nuestro afecto... y también el de los españoles", ha dejado claro el Rey durante su discurso entre los palmeros. "En las Canarias y en La Palma siempre nos hemos sentido muy queridos y muy acogidos, quiero decir que esta Isla Bonita es una joya, va a seguir siéndolo, y los palmeros van a seguir adelante", ha añadido.
La visita de los Reyes ha arrancado en el Acuartelamiento de El Fuerte, cedido por el Ministerio de Defensa para esta emergencia y en el que se encuentran algunos de los evacuados por la erupción que no han podido ser derivados a otros emplazamientos o han podido alojarse con familiares y amigos. Aquí, don Felipe y doña Letizia han hablado con algunos de los afectados para interesarse por su situación y consolarles en este difícil momento, como Remedios, que ha contado en el programa Ya es mediodía, cómo ha sido su encuentro con don Felipe y doña Letizia. "La Reina ha sido muy cariñosa, el Rey también. Les comenté mi situación, que no tenía nada, y le enseñe una foto. Ellos me dijeron que estaban trabajando para que nosotros pudiésemos tener cierta normalidad", ha explicado.
Los Reyes se han acercado principalmente personas de edad avanzada y con movilidad reducida. Uno de ellos, un anciano, no ha reconocido inicialmente a don Felipe, que se ha retirado un breve momento la mascarilla para que pudiera ver que era el Rey y que quien le acompañaba era doña Letizia. "Os quedáis casi sin nada, pero con la vida y con la ayuda de los demás. Tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos para sacar adelante a estas familias, preservar su seguridad, garantizar su mañana y reconstruir en La Palma todo lo que la naturaleza se ha llevado", ha insistido el Rey al hablar ante los micrófonos.
Los Reyes, que han llegado a La Palma con 20 minutos de retraso ya que han tenido dificultades para aterrizar por la nube de ceniza que ha generado el volcán, también han mantenido un encuentro con representantes de los distintos cuerpos de seguridad y servicios que están participando en las labores de emergencia y evacuación, como el Ejército, la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local, así como el Servicio Canario de Salud o la Cruz Roja, a quienes don Felipe y doña Letizia han trasladado su agradecimiento por la labor que están realizando.
Desde aquí, se han trasladado a la sede del Cabildo para asistir a la reunión diaria del Comité Director del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (PEVOLCA), y posteriormente se han dirigido al puesto de mando avanzado de todo el operativo de emergencia, situado en la montaña y más cerca de la zona de erupción. Por último, según han explicado las fuentes de Zarzuela, don Felipe y doña Letizia han bajado hacia el área afectada por la erupción, cerca de donde se encuentra la lengua de lava que avanza hacia el mar. Y han tenido ocasión nuevamente de estar con algunas de las personas que han perdido sus casas ante el avance inexorable de la colada mientras caminaban por las calles desoladas donde se intentaron construir barricadas para evitar el avance de la colada.
El desplazamiento de los Reyes a La Palma ha obligado a modificar la agenda prevista para este jueves, por lo que don Felipe ha tenido que suspender las recepciones a militares previstas y finalmente será la reina Sofía quien acuda, esta noche, a la inauguración de la temporada en el Teatro Real, a la que iban a asistir los Reyes.
El pasado lunes, durante la apertura del curso universitario 2021-2022, don Felipe arrancó su intervención con un "mensaje de ánimo para los ciudadanos de la isla de La Palma" por la erupción del volcán, "especialmente para todos aquellos que están sufriendo inevitablemente la evacuación de sus hogares". "Estoy en contacto permanente con el presidente del Gobierno, con el presidente de Canarias y con el del Cabildo de La Palma", precisó. El monarca también aseguró que estaba siguiendo "con el máximo interés y preocupación toda la información" que llega desde la isla. Asimismo, expresó su "agradecimiento a todo el personal de los servicios de emergencia y protección civil por su esfuerzo y su ayuda para organizar y garantizar la seguridad de la población y en la medida de lo posible minimizar los daños materiales".
Se han podido ver estos días las espectaculares, aunque terribles imágenes, de la devastación que el volcán está dejando en la isla canaria de La Palma. La erupción ha entrado ahora en una fase más explosiva, lo que ha aumentado la cantidad de explosiones aunque el gas sale más lento. El aire se ha llenado de cenizas, dióxido de azufre y otros gases tóxicos, lo que dificulta la visibilidad, algo que se analiza con cuidado igual que la trayectoria de la lava, que sigue abriendo nuevas bocas en el volcán (ya hay 10). Una de las posibilidades es que la lengua de lava llegue al mar, lo que dejaría tras de sí más casas destrozadas y una contracción térmica que provocaría una humareda blanca perjudicial para la salud por las sustancias tóxicas que contiene.