,type=downsize)
La Reina ha construido un mundo eco a su alrededor. Siempre va por delante y está en línea con las nuevas generaciones: no sólo se cuida, también ‘cuida’. La agenda 2030, con sus 17 objetivos, está muy presente en su día a día ; y todo lo que dice y hace puede marcar la diferencia. En el futuro, su filosofía de vida será un legado para sus hijas.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
La concienciación sobre el cambio climático gana cada vez más espacio en su agenda. No solo se trata de asistir a actos en los que se alerta sobre el peligro incuestionable del calentamiento global, mientras se buscan soluciones. Es predicar con el ejemplo entrando en acción. Desde no imprimir -en palacio también se recicla- y leer los discursos en su móvil, a devorar libros que promueven la cultura ecológica para saberlo todo.
Su apuesta por la vida sana y un mundo sostenible siempre ha estado ahí, aunque ha sido en los últimos años, cuando ha empezado a centrar el foco de atención. Empezando por los foros mundiales sobre salud y cambio climático en los que pudo alzar su voz.
Doña Letizia está comprometida con el liderazgo femenino ; libra una cruzada contra la violencia de género; combate lacras como la trata de mujeres; apoya a personas en riesgo de exclusión, apuntala la lucha contra el cáncer y las enfermedades raras, pero, y sin olvidar la cultura, la defensa del medioambiente está cada vez más presente en su agenda.
Armario eco
Sin dejar de apoyar al sector de la gran industria de la moda, que también necesita empuje y visibilidad, doña Letizia se ha convertido en abanderada del diseño eco. Desde su posición quiere promover la sostenibilidad y la moda ética y, en consonancia con ello, las elecciones de su ropa son cada vez más ‘sostenibles’.
Desde que, en 2019, en la Cumbre del Clima (más de 200 países abordaron el futuro del planeta, en Madrid), lanzara el primer gran mensaje llevando una falda negra, de H&M Conscious, realizada con materiales reciclados, el slow fashion se ha ido haciendo un hueco grande en su armario.
La reina reutiliza, recicla, recupera (los vestidos vintage de doña Sofía) y reduce, mientras el diseño artesanal de las pequeñas marcas españolas va ganando terreno en su vestidor a pasos agigantados.
Lo veíamos de nuevo estos días. Doña Letizia abría el curso, después de las vacaciones de verano y la marcha de la princesa Leonor a Gales, con una firme declaración de intenciones.
Para su primer acto -entrega de los galardones de la I edición de los Premios Retina ECO- apostaba por la firma María Malo y elegía el modelo ‘Lovely Lolita’, hecho Bali con bambú orgánico. Un giro radical. El comercio justo, el consumo responsable… Quizás como María Malo tenga la intención de “pasar por la Tierra sin dejar rastro“. O al menos, dejando el menor posible.
“Nadie está a salvo ni es ajeno”
La Reina insta a reciclar y reducir para avanzar hacia patrones sostenibles de consumo e impulsa el compromiso ciudadano y la responsabilidad individual para construir una sociedad más sostenible y saludable, donde el gasto sanitario en la prevención vaya ganando terreno frente al invertido en curar enfermedades. “Somos lo que comemos, lo que bebemos y lo que respiramos”, dijo en París, en 2016, durante la ‘II Conferencia Global sobre Salud y Cambio Climático’ (2016), un año después de ser nombrada embajadora de la FAO para la nutrición.
Y añadía lanzando un sinfín de interrogantes: “Nadie está a salvo ni es ajeno”. “¿Hemos llegado al límite del planeta? ¿Deberíamos modificar nuestros sistemas alimentarios? ¿Debemos cambiar nuestros sistemas energéticos?”. ¿Es nuestra mentalidad lo que debemos cambiar, el modo en que nos relacionamos con la naturaleza?”… “La lucha contra el cambio climático podría estar en las respuestas a todas esas preguntas”.
Alimentación y cosmética orgánica
Detrás de cada discurso que pronuncia como embajadora de la FAO para la Nutrición, hay una defensa de la vida sana y de la alimentación saludable y sostenible… No solo son palabras sobre un patrón alimentario. Es el desafío -como también dijo- de “alimentar a los 9.000 millones de personas que seremos en poco tiempo y conseguir su buen estado nutricional, que no es lo mismo que quitar el hambre, (el desarrollo cognitivo y físico depende de la calidad de los nutrientes)”. Y es, también el estilo de vida de la Reina (y su familia) que surte su cocina de productos orgánicos y de la huerta; y de ‘superalimentos’ y suplementos que ayudan a prevenir enfermedades. Desde la maca andina a las semillas de chía, pasando por el alga espirulina o el reishi, conocido como el hongo de la inmortalidad.
La forma física de doña Letizia es el ejemplo de esa filosofía y de los mejores hábitos. Buena alimentación -mirar mucho la etiqueta de los productos que entran en casa-, deporte y cosmética orgánica. Y el mensaje está en lo que hace. Desde sus visitas a BioCultura, feria de productos ecológicos y consumo responsable, a sus escapadas a tiendas como NaturaSí -bio por vocación- y restaurantes ecológicos… A esos otros momentos como los del brindis en palacio, en los que, aunque se lleve la copa a los labios, nunca bebe una gota de alcohol.
En los últimos tres años, la reina ha protagonizado otro cambio radical. Es la apuesta por lo que de verdad importa y por la naturalidad. Lo vemos también en las canas que lleva con orgullo desde 2018. Quizá un guiño al poder de la mujer.
Ecosistemas enteros están colapsando, pero la acción humana todavía puede cambiar el destino del planeta. Doña Letizia cree que es posible. Ha recogido el testigo de doña Sofía, quien volvía a recoger basura en una playa este fin de semana, aunque a su manera. Como una reina eco del siglo XXI.
