ni as mallorca ho4020© GettyImages

Cambiaron el posado en el palacio de Marivent por la sierra de Tramontana, su escenario preferido

El verano más diferente de la Familia Real: apuran sus días de vacaciones juntos, antes de despedir a la princesa Leonor

La heredera al Trono, de quince años, empieza en Mallorca la cuenta atrás para el inicio de su nueva vida: el 30 de agosto ya estará instalada en su internado de Gales


14 de agosto de 2021 - 10:34 CEST

Los Reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía eligieron su escenario preferido para la primera salida del verano. Mallorca es mar, pero también sierra, y a la Familia Real le encanta pisar tierra con las montañas en el horizonte. Naturaleza, arte y espiritualidad.

Para ti que te gusta

Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte

Navega de forma ilimitada con nuestra oferta

1 año por 49€ 9,80€

Este contenido es solo para suscriptores.

Celebramoscon un 80% de descuento.

Suscríbete 1 año por 49€ 9,80€

TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

© Hola

De la catedral de Santiago, donde las hijas de Felipe VI dieron sus primeros pasos como peregrinas, al monasterio de Lluc, uno de los rincones más sagrados de la isla, para protagonizar las imágenes más esperadas de las vacaciones.

© EUROPA PRESS

La princesa y la infanta a su llegada a Lluc, una de las zonas más emblemáticas de la isla. Siempre inseparables, se van a echar mucho de menos.

Los soberanos siempre enmarcan su verano en la sierra de Tramontana y, este agosto, sin posado en Marivent, han llegado hasta su mismo corazón para señalar el décimo aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad.

Llamaron la atención las piernas ‘infinitas’ de la infanta Sofía, que, a sus catorce años, su pera a su madre en centímetros y apunta a que va a ser la heredera en altura del Rey

La visita comenzó a las siete y media de la tarde, en el Centro de Interpretación Ca s’Amitger, donde fueron recibidos por las principales autoridades de Baleares. “Se me habían olvidado las curvas”, comentó el Rey, riéndose bajo su mascarilla, nada más llegar a las puertas del edificio (siglo XVI), enmarcado entre una higuera centenaria y las espectaculares montañas.

© GettyImages

© EUROPA PRESS/ Casa de Su Majestad el Rey

La Familia Real durante su recorrido por la ruta del monte del Rosario, desde donde se observa la sierra de Tramontana y el valle de Lluc. Leonor y Sofía llevaban alpargatas mallorquinas, de Macarena Shoes —las de la infanta, por primera vez de cuña, resaltaban su altura—, y la Reina, unas esparteñas planas ibicencas, de Sabellar

Para esta cita, la Reina estrenó un modelo de corte cruzado, de Adolfo Domínguez, y Leonor un vestido de & Other Stories, con falda pareo y estampado de hojas, a juego con sus pendientes. De las tres, la infanta Sofía fue la única que repitió, recuperando un mono blanco de Zara que dejó a la vista sus piernas ‘infinitas’.

‘¡Qué guapas estáis!’

Veinte minutos después, y tras ver los murales y la exposición que recrea el valor medioambiental y cultural de la zona, los cuatro ponían rumbo a la plaza de los Peregrinos, donde los vecinos los esperaban con aplausos, ¡vivas! al Rey y, también, halagos para la princesa y la infanta: “¡Qué guapas estáis!”.

Tras fotografiarse ante las esculturas del artista Joan Bennàssar, que ponen en valor el Camí de Lluc, y ser recibidos por el obispo de Mallorca, monseñor Taltavull, y por el prior de Lluc, Mariá Gastal ver, la Familia Real accedió al santuario del siglo XIII. El centro espiritual de Mallorca, donde se venera a su patrona, conocida popularmente como la Moreneta. Allí los esperaban los 38 niños integrantes de la Escolania de Lluc (los Blauets), una de las más antiguas de Eu ropa, para cantarles la Salve, de J.A. Piqué, y el Pater Noster, de X. Sarasola.

© GettyImages

‘Precioso, increíble’

Finalizando la visita a la basílica y antes de ponerse en camino hacia el siguiente escenario, la Reina y sus hijas recibieron como regalos las cintas de colores con las medidas de la Virgen, que el Rey también llevaba en su mochila cuando era pequeño.

Como miles de peregrinos, la Familia Real subió el Camino de los Misterios —ascenso de la ruta del monte del Rosario— para acceder al mirador de la Vall d’Abarca, donde disfrutaron de las impresionantes vistas. “Precioso, increíble”. “Menos calor que otros años, ¿eh?”, dijo el Rey a su llegada a la cima, seguido de doña Letizia y sus hijas, para las que en algunos momentos hizo de guía, recordando su campamento en el municipio (1979), cuando tenía diez años.

© EUROPA PRESS/AGE FOTOSTOCK

Para esta cita, que marca el inicio de la cuenta atrás para la despedida de Leonor, la Reina estrenó un modelo de Adolfo Domínguez, que combinó con un bolso solidario (Bolsas FQ). Leonor, más informal que de costumbre, llevó un vestido de & Other Stories, con falda pareo y estampado de hojas, a juego con sus pendientes (en plata y, por primera vez, largos). La infanta recuperó el mono blanco de Zara que estrenó el año pasado durante su estancia en Mallorca.

Así se lo contó también al alcalde Antoni Solivellas mientras, con su heredera al lado —camina pegada al Rey para no perderse nada—, rememoraba sus vivencias, asegurando que se acordaba de todo, incluyendo la piscina, aunque pensaba que era más grande. La visita terminó en el Ayuntamiento de Escorca y con la anécdota de Sergio, un niño que consiguió llamar la atención del Rey: “Pero Felipe, ¿dónde está tu corona?”.

© MARINA PRESS

Llamaron la atención las piernas ‘infinitas’ de la infanta Sofía, que, a sus catorce años, supera a su madre en centímetros y apunta a que va a ser la heredera en altura del Rey.

De la sierra al mar

Y de la sierra al mar. La Reina y sus hijas tenían una cita pendiente desde 2019 y, dos días después de su paseo por las cumbres, se presentaron por sorpresa en el Real Club Náutico de Palma. Querían desearle suerte al Rey antes de embarcar y, también, homenajear juntos a  Joan Cardona , recién llegado a Mallorca de los Juegos Olímpicos de Tokio. Con veintitrés años, el regatista menorquín ha conseguido, en la categoría de Finn de vela, un bronce “que sabe a oro”. El mejor premio en siete décadas para el RCNP, al que está ligado desde los quince años: “En la final sentí vuestro aliento”.

© efe

© GTres/ Europa Press/ Marina Press

Arriba, la primera imagen de verano de la Familia Real reunida. Disfrutaron de una cena mediterránea, en el restaurante Ola de mar, de Portitxol. La Reina llevaba un vestido de plumeti con trasparencias, de Uterqüe. Sofía, abajo, la izquierda, un mono- ‘short’, de Zara. Las dos hermanas se peinaron con trenzas de boxeadora, ‘boxer braids’.

Doña Letizia llevaba un vestido marinero, gafas de sol y su nuevo calzado favorito: unas esparteñas Torres —atribuidas inicialmente a otra firma—, con cordel de pita y cosidas hilo a hilo La princesa, un minivestido de flores, de Zara, y la infanta Sofía, un mono verde agua.

La Reina Sofía presumió de nietas, en su aparición más esperada, y la princesa y la infanta, muy estilosas y cada vez más protagonistas, llamaron la atención con sus trenzas de raíz estilo ‘Hollywood’

Los cuatro, recibiendo entusiasmados a Cardona con choque de puños y haciendo un corrillo con su familia: sus padres, Xisco y Beatriz, y su hermana. “El encuentro ha sido increíble, contaba después a ¡HOLA! Estaban muy contentos”. Respondiendo a la pregunta de qué le habían dicho de la medalla —doña Letizia se desprendió hasta del bolso para poder cogerla—, nos contó también que “se la he dejado a la Reina y a sus hijas para que la tocasen y se han quedado asombradas del peso. Yo les dije que pesa tanto como cuesta ganarla… Me han dado la enhorabuena. Yo sé que estaban muy felices por mí y orgullosas”.

© GTres

La Reina doña Sofía, con pantalón multicolor, y la princesa cogidas de la mano. Leonor llevaba un vestido en tonos coral, de Mango, y pendientes de Quandari, de menos de cinco euros.

Un rey sin copa

Tras el homenaje, que coincidió con el último día de la 39 Copa del Rey Mapfre de vela, la Reina y sus hijas acompañaron a don Felipe hasta el pantalán del náutico, donde volvieron a fotografiarse ante el ‘Aifos’ y su tripulación y la bahía sembrada de mástiles.

Antes de embarcar, el Rey despidió a su familia con besos, aunque a la princesa Leonor le supo a poco y le dio otro, aprovechando para decirle al oído: “Buena suerte, papá”. Pero ni con los besos de la suerte pudo el Rey alzarse con el triunfo, después de llevar el timón en cinco de las seis jornadas. El soberano peleó por la victoria junto a la tripulación hasta el último momento, pero un año más —y van treinta y siete— no fue posible. El ‘Aifos’ quedó cuarto dentro de la clase BMW ORC 1 y fue Fernando León —en otros tiempos, su compañero de regatas— quien se alzó con la ‘corona’, al frente del ‘Hydra’.

© MARINAPRESS

© MARINAPRESS/ Getty Images

La Reina —lanzando besos y ‘sacando músculo’— con sus hijas, en el pantalán del Real Club Náutico de Palma, donde despidieron al Rey muy cariñosas (abajo, izquierda). Derecha, regresando a Marivent.

LA OTRA IMAGEN

Horas después, y tras presidir el Rey la entrega de los galardones a los vencedores —el barco ‘Teatro Soho Caixabank’ del armador Javier Banderas se proclamó campeón absoluto de la Copa—, Felipe VI y su familia protagonizaban la otra imagen más buscada del verano. Después de casi tres semanas sin salir de Marivent, doña Sofía reaparecía en Mallorca, tras haber disfrutado de tres de sus nietos y a la espera de recibir la visita de la infanta Elena. Los cinco, junto a la princesa Irene, Tatiana Radziwill y Jean-Henri Fruchaud, en el primer plan familiar público en dos años. Una escapada sorpresa que los llevó hasta la terraza del restaurante Ola de mar, de Portitxol, donde disfrutaron de una cena mediterránea.

La Reina y sus hijas acompañaron a Felipe VI hasta el ‘Aifos’, en el último día de regatas, y lo despidieron con besos y abrazos, deseándole “buena suerte, papá” antes de que zarpara

Para este último plan, doña Letizia eligió un vestido negro transparente; la princesa, un nuevo vestido de flores, confirmando su estampado favorito de verano, y la infanta, otro mono, el tercero de las vacaciones. Dos estilos muy diferentes que unificaron con su peinado de estrellas: las trenzas de boxeadora que pusieron de moda las Kardashian.

© © Laura G Guerra /Copa del Rey MAPFRE

© PRREMIER

El «Aifos 500» (clase BMW ORC 1) consiguió el cuarto puesto en la clasificación final de la Copa del Rey Mapfre de vela. Abajo, la Reina y sus hijas inspeccionando la medalla de bronce —categoría de Finn de vela— que ganó Joan Cardona en los Juegos Olímpicos de Tokio.

El nuevo y esperado retrato de familia quedó marcado por los gestos de cariño de Leonor y Sofía con doña Sofía. Especialmente los de la princesa de Asturias, que salió del restaurante de la mano de su abuela y no la soltó hasta que llegó al coche. Para la madre del Rey, que no pudo presumir más de nietas, no son tiempos fáciles. A la situación familiar se han sumado, este agosto, los incendios en Grecia, que amenazaron el palacio de Tatoi, llegando las llamas hasta el cementerio real, donde están las tumbas de sus padres, los Reyes Pablo y Federica.

Esta semana, los Reyes y sus hijas empezarán sus vacaciones privadas en el que será un verano muy diferente. Agosto marcará para ellos un antes y un después como familia. La cuenta atrás para la ‘separación’ ha comenzado y los cuatro apuran al máximo los últimos días juntos. El 30 de este mes, la princesa comenzará una nueva vida en un internado de Gales. Para Leonor ha llegado el momento de volar sola. Se van a echar muchísimo de menos.

© EuropaPress/Gtresonline

La Reina llevaba un vestido marinero largo, de María de la Orden, y unas esparteñas Torres, su nuevo calzado de verano preferido. La princesa Leonor, un diseño floral de Zara y alpargatas, y la infanta Sofía, un mono verde agua.